
Waldo Villalobos, nuestro profesor en el taller de traducción literaria en el que nos encontrábamos hablantes de zapoteco, mixe y mixteco, nos dijo: “La lengua a la que más se traduce actualmente es el inglés”. Esta afirmación tiene varias implicaciones, el estatus social y político del inglés parece estar directamente relacionado con el hecho de que sea la principal lengua de llegada de las traducciones del mundo. Su estatus como lengua franca permite también que, al traducir al inglés, una persona cuya lengua materna es el protugués pueda acceder al conocimiento que generó un hablante de chino mandarín al otro lado del mundo. De este modo, el inglés se convierte en una ventana privilegiada para acceder al conocimiento del mundo, en inglés puedo leer sobre la historia de las lenguas mixe-zoques, la historia de los samurai en Japón o la descripción de las fiestas de una tribu en el continente africano por medio de textos que se tradujeron a esa lengua.
Algo relacionado pasó con el castellano en el siglo XIII, en esa época esta lengua era una variante del romance particular entre muchas otras en la penísunla Ibérica. El rey Alfonso X “el sabio” patrocinó la traducción de gran parte del conocimiento universal que en ese entonces estaba escrito en latín, griego o árabe al castellano; a esta generación de traductores después se le llamó la Escuela de Traductores de Toledo. La traducción al castellano de este conocimiento sin duda impactó en el estatus de esta lengua romance en una época en la que el latín era por definición la lengua de transmisión de conocimiento; conocemos el resto de la historia, la diferencia política y social entre el castellano y otras lenguas romances de la península como el aragonés o el gallego.
Traducir a una lengua permite que a través de ella se pueda acceder a nuevos conocimientos sobre el mundo; si puedo leer a Tolstoi en español, una traducción al fin y al cabo, ¿por qué no podría hacerlo en mixe? Traducir brinda información y amplía las posibilidades temáticas que una lengua puede describir. Traducir empodera a la lengua. Si traduzco al mixe es posible que los niños puedan conocer sobre nanociencia y nanotecnología en su lengua materna, que puedan conocer la poesía infantil que se escribe en inglés o los cuentos de terror japoneses. Si voy a leer una traducción, y no puedo leerlo en el original escrito en swahili, prefiero que sea en mi lengua materna y no en español. La traducción es un servicio que hace accesible aquello que se produce en otras lenguas y las lenguas indígenas pueden y tienen el derecho de ser lenguas de llegada de esa producción. Dada la situación actual, traducir a lenguas indígenas es una declaración de principios: estas lenguas son iguales a cualquier otra y pueden ser también lenguas a las cuales se traduce.
Por otro lado, la traducción a lenguas indígenas no está peleada con la creación en lenguas indígenas, es posible crear un libro de ciencias en mixe o traducir un libro de ciencias al mixe y por fortuna esto está sucediendo cada vez más. La oposición entre traducir y crear en lenguas indígenas es falsa, estas tareas no son opuestas, no hay que elegir entre una u otra. He escuchado con frecuencia que traducir a lenguas indígenas inhibe la creación en ellas pero no creo que sea verdad, de modo que tampoco puede sostenerse lo mismo para el español y para el inglés.
Es importante apuntar también que en la traducción a lenguas indígenas la única posibilidad no es traducir del español, cada vez hay más hablantes de mixe que aprenden otras lenguas como el inglés, el zapoteco y el japonés. Con preparación y entrenamiento, se pueden formar traductores para explorar otra rutas de traducción como inglés-mixe, zapoteco-mixe, japonés-mixe y estas rutas, además de explorar las posibilidades expresivas de la lengua y brindar más servicios a los hablantes, contribuye también a la teoría general de la traducción.
¿Qué hay que traducir a lenguas indígenas? Todo lo posible, en este caso no creo que posiciones políticamente correctas deban censurar los contenidos. Dada la situación de discriminación sistemática a la que se enfrentan los hablantes de lenguas indígenas es verdad que hay que establecer prioridades, es necesario traducir derechos para combatir la discriminación en el ámbito de la justicia y del sistema de salud entre otros. Es verdad que hay cosas urgentes para traducir y que la traducción debe ir de la mano de la creación de los lectores pero esto no significa que haya que censurar lo que se traduce al mixe puesto que nadie censura lo que se traduce al inglés y aquí defendemos el principio de que ambas lenguas son iguales y deben ser tratadas de la misma manera.