Todos sabemos que el Soco-
nusco (con mayúscula) es
hoy una región más de
5,000 kilómetros cuadrados
del estado mexicano de Chiapas, en la
extrema zona sudeste,que cuenta con
una historia interesante y complicada.
Lo que quizá no sea del conocimiento
general es que existe también un soco-
nuscocon minúscula,que es,a diferen-
cia del nombre propioSoconusco, un
sustantivo común. En la versión más
reciente del Diccionario académico, la
22a del año 2001, se anota que la voz
soconuscoprocede de Soconusco(región
mexicana), que es un sustantivo mas-
culino de uso coloquial y que significa
‘chocolate hecho’. El mismo vocablo,
como parte del sintagma polvos de So-
conusco, aparece por primera vez en la
14a edición (1914). Como definición de
polvos de Soconuscose ofrece el sinóni-
mo pinole, nahuatlismo registrado des-
de el Diccionario de Autoridades de
1737,con la siguiente definición: “Cier-
tos polvos que vienen de Indias, com-
puestos de vainillas y otras especies
aromáticas, y sirven para echarlos en
el chocolate, al cual dan admirable
olor y sabor. Llámanse por otro nom-
bre polvos de Soconusco”. En la edi-
ción manual de 1985 el artículo soco-
nuscose modifica y la definición de la
voz queda en los términos siguientes:
“Chocolate especial al que se agrega-
ban los llamados polvos de Soconusco
o pinole, procedentes de la región me-
jicana del mismo nombre”.Esta defini-
ción se conserva sin cambio en la en-
trega del Diccionario manual de 1989.
Finalmente, en la 21a edición del Dic-
cionario académico de 1992, hay otra
modificación: se anotan dos acepcio-
nes,la primera remite al sintagma pol-
vos de Soconusco; en la segunda se ex-
plica que soconuscosignifica también
‘chocolate hecho’ y, con este sentido,
es una voz de empleo familiar.
Lo primero que conviene aclarar es
que, con el significado de ‘chocolate
hecho’, soconuscono parece emplearse
en el español mexicano o, por lo me-
nos, no se cuenta con un solo registro
ni en el Corpus diacrónico del español
(CORDE) ni en el Corpus de referencia del
español actual (CREA).Quizá pasó con es-
te vocablo algo parecido a lo que suce-
dió con tiza(‘gis’) que, originaria de
México, dejó de emplearse aquí y per-
vive en el español de otras partes,par-
ticularmente en el de España. Tampo-
co parece soconuscovoz muy usual en
el español contemporáneo. En el CREA
hay sólo cinco registros,todos españo-
les: dos de Antonio Beltrán, uno de
Luis Landero, otro de Juan García Hor-
telano y otro de Francisco Umbral.Son
poco más numerosas las apariciones
en el CORDE.La más antigua correspon-
de a José Francisco de Isla, en su libro
Descripción de la máscara o mojiganga
(1787): “¡Bueno es eso / para mi pala-
dar culto! / si apostaras un refresco /
de dulces, de agua de fresas / de cho-
colate bien hecho / con polvos de soco-
nusco, / en una sala, y congreso / de
gente culta, eso vaya: / ¿pero a Texa-
res?”. En la cita anterior, soconuscofor-
ma parte del sintagma polvos de soco-
nusco. Con el preciso significado de
‘chocolate hecho’ puede leerse en tex-
tos de Pérez Galdós, Ricardo Palma,
Valle-Inclán, Miró, Varela, Bretón de
los Herreros… Creo que se trata, por
tanto, no propiamente de un vocablo
de uso coloquial o familiar, como lo
califica el Diccionario, sino mejor co-
mo voz al go us ual en el s i gl o XI X y
pri nci pi os del XX y hoy de casi nulo
empleo. Convendría quizá quitar, en el
artículo del Diccionario, la marca co-
loq. (coloquial) y poner la de p. us. (po-
co usado).
Ahora bien, todavía, en la edición
más reciente del Diccionario, persiste
la entrada polvos de Soconusco, expre-
sión que se explica haciéndola sinóni-
ma de pinole. Al principio de esta nota
transcribí la definición que de la voz
pinole aparece en el Diccionario de Au-
toridades. Con insignificantes modifi-
c a c i o n e s e n t r e l a s c u a l e s me r e c e
destacarse el que se escriba, curiosa-
mente, como esdrújula (pínole) en las
ediciones que van de 1780 a 1914, per-
manece esa misma definición hasta la
edición manual de 1985, en la que el
artí culo pi nol e se redacta así : “Amér.
Central y Méj. Harina de maíz tostado,
desleída en agua. Puede añadírsele ca-
cao, azúcar y canela o vainilla y se sir-
ve fría o caliente”. Como se ve, este
pinole, que es el que en México cono-
cemos hoy con ese nombre, tiene co-
mo p r i n c i p a l i n g r e d i e n t e e l ma í z
tostado, de hecho el pi nol e es maí z
tostado. Este importante dato no apa-
recía en las anteriores definiciones. Es
probable entonces que o bien los pol-
vos de Soconusco no sean equivalen-
t es al pi nol e o bi en que l a ant i gua
definición de pinole sea inexacta.
En todos los diccionarios tanto de
mexicanismos cuanto del español me-
xicano que pude consultar, el ingre-
diente que no puede faltar en el pinole
es la harina de maíz, que es lo que en
realidad el pinole es: harina de maíz a
la que se pueden añadir o no otras co-
sas (cacao, canela, azúcar…). En el Dic-
cionario de mejicanismos (1895) de Félix
Ramos Duarte, por ejemplo, se le defi-
n e s i mp l e me n t e c o mo ‘ h a r i n a d e
maíz’. En el Diccionario del español
usual en México (1996), dirigido por
L ui s Fe r na nd o L a r a , s e ha l l a l a s i –
gui ente defi ni ci ón: “Hari na de maí z
tostado, a veces endulzada con azúcar
o piloncillo y mezclada con cacao, ca-
nela o anís. Se come sola o se prepara
como bebida fría o caliente disuelta en
agua”. En definitiva, ¿era o es lo mis-
mo el pinole que los polvos de Soco-
nusco? En ésta, como en tantas otras
cuestiones, ayuda mucho la sabia opi-
nión de Francisco J. Santamaría, ex-
puesta en su imprescindible Diccionario
de mejicanismos (s.v. pinole): “La mezcla
de polvos de vainilla y otras especies
aromáticas, que iba de América a Es-
paña y que servía para echarla en el
chocolate, de la cual habla la Acade-
mi a, no era si no est e mi smo pi nol e,
polvos de maíz, no de vainilla, que só-
lo entraba por añadidura en la mez-
cla, para perfumarla, como ahora mis-
mo s e h a c e t a mb i é n a v e c e s ” . E n
efecto, la primera acepción de pinole,
en la más reciente edición del Diccio-
nario de la Academia, la 22a de 2001,
sigue siendo la siguiente: “Mezcla de
polvos de vainilla y otras especias aro-
máticas, que venía de América y ser-
ví a para echarl a en el chocol ate, al
cual daba exquisito olor y sabor”. La
segunda, de acuerdo con Santamaría
la correcta, dice, calificándola previa-
ment e de mexi cani smo: “ Hari na de
ma í z t o s t a do, a ve c e s e ndul z a da y
mezclada con cacao, canela o anís”.
En resumen, en relación con el Dic-
cionario, puede proponerse: 1) Que en
l a ent rada soc onusc o, en l ugar de l a
marca c ol oqui al , se anot e l a de poc o
usada. 2) Que se elimine la actual pri-
mera acepción de pinole y quede, como
única, la que hoy es segunda.
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