La lucha contra la delincuencia organizada ha modificado muchos parámetros de la vida mexicana. Las Fuerzas Armadas no son la excepción, pues el primer desafío planteado por el crimen organizado al Estado es disputarle el monopolio de la fuerza. La participación del las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, si bien es apoyada por una mayoría, ha sido señalada como violatoria de los derechos humanos. Hoy abundan las denuncias contra el ejército por este tipo de delitos, lo que amenaza dañar a una de las pocas instituciones que aún gozan de cierta confianza ciudadana. La revista Este País convocó a varios especialistas para revisar los escenarios en que puede desembocar esta lucha y comentar sobre los desafíos a los que se enfrentan tanto el ejército como la sociedad mexicanos.