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¿Por qué somos la democracia más cara?
Blog | Política | Fernando Dworak | 12.11.2009 | 15 Comentarios

Como a muchos, me indigna el enorme costo de nuestra democracia. Sin embargo, si deseamos abaratarla sería conveniente cuestionar las razones de ello en lugar de creer que se puede resolver el problema por algo que se ha llamado la “voluntad política” de los legisladores.

De acuerdo a un estudio de la Universidad de California, el voto en México es 18 veces más alto que el promedio de Iberoamérica en términos de financiamiento público. Por ejemplo, cada sufragio cuesta aquí 17 dólares, comparados con 29 centavos de dólar en Brasil, 41 centavos de dólar en Argentina y 2 dólares en Colombia.

El mismo estudio señala que el promedio de gasto electoral en la región es de 123 millones de dólares contra 465 millones en México.

A pesar de las presiones de movimientos ciudadanos, analistas políticos y líderes de opinión por disminuir los costos, la reforma electoral de 2007 fue una simulación. La fórmula de asignación de recursos públicos para los partidos representó un ahorro magro. Además, se transmitieron en 2009 más de 23 millones de spots de febrero a julio, contra 800,000 durante 2006.

¿Cómo llegamos a este punto? Durante los años noventa del siglo pasado, las reformas electorales otorgaron recursos públicos a los partidos para tener condiciones de competencia equitativas. Hoy día el financiamiento sirve, entre otras cosas, para afianzar grupos clientelares al interior de los partidos. Y es ejercido con alta discrecionalidad.

¿Es factible reducir el gasto de los partidos? Desde mi punto de vista podría serlo si pensamos en reformas previas a manera de condiciones necesarias. Lo anterior, por dos razones:

En primer lugar, la fórmula de asignación de recursos está plasmada en la Constitución Política. Su reforma necesitaría la aprobación de las dos terceras partes del Congreso de la Unión y la ratificación de la mitad más una de las legislaturas locales. Es fantasioso suponer que los partidos reducirán su financiamiento si no son responsables electoralmente de cuanto hacen o dejan de hacer.

Deseo recurrir a un principio de mercadotecnia para explicar la segunda razón. Cuando se lanza un producto al mercado, las campañas introductorias son costosas por la necesidad de posicionarse. Los gastos se concentran en exposición mediática y mensajes que capturen la atención.

Una vez ganado el posicionamiento, las campañas subsecuentes son más baratas, basándose en la identificación entre los consumidores. Por ello se usarán frases que recurren a la familiaridad como, digamos, “fórmula mejorada”.

Este principio se aplica para los gastos de campaña en una democracia que tiene políticos responsables. Por ejemplo, si un diputado novato desea continuar con su carrera, debe posicionarse ante el electorado para ganar la identificación y apoyo necesarios para reelegirse. De esa forma presentará iniciativas e ingresará a las comisiones que correspondan a los intereses de su distrito, además de involucrarse en actividades de gestoría para dar resultados. Esto también aplica para otros funcionarios electos, como los alcaldes.

Por lo tanto nuestros candidatos requieren de tantos recursos, los cuales se gastan mayormente en los medios, porque así lo exigen los arreglos institucionales: cada tres años se tienen que realizar cientos de campañas introductorias.

Para concluir, si de verdad se desea un cambio en materia de financiamiento, es necesario pensar en la reelección inmediata de legisladores y alcaldes a manera de precondición. Hay que ser claros: esta reforma no traería en automático los beneficios esperados, pero sin ella garantizamos que nunca se aprueben.

Si tuvieran que presentarse a sus electores para ser nuevamente electos, se verían obligados a acotar sus privilegios. Además los electores tendrían otros elementos para evaluarlos más allá de las dádivas y las promesas. Es hora de centrar el debate si no queremos quejarnos de lo mismo cada tres años.

Fernando Dworak

Maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull, Reino Unido y coordinador y coautor de El legislador a examen. El debate sobre la reelección legislativa en México (Fondo de Cultura Económica, 2003). Contacto: www.fernandodworak.com

15 Respuestas para “¿Por qué somos la democracia más cara?”
  1. sandra dice:

    hola! quisiera saber mas sobre el financiamiento publico de los partidos politicos en mexico…espero me puedan ayudar gracias….

  2. Monica Aspe dice:

    Fernando, felicidades por tu artículo. Quisiera consultar el estudio de la Universidad de California al que haces referencia. Me puedes orientar en cómo encontrarlo?

    Saludos, Mónica

  3. Rigo dice:

    Excelente articulo.

  4. Gracias por el comentario, Observador.

    En efecto, la reelección inmediata de los legisladores no es la panacea. Lejos de ello es la condición necesaria para que, por los cambios que impondría en su dinámica, empuje a otros cambios como el cambio en las reglas internas de los partidos.

    Sobre el segundo párrafo, lo invito a pensar en lo siguiente: son precisamente aquellos legisladores que “brincan” a otros puestos legislativos quienes más se oponen a la reelección inmediata.

    ¿Por qué? Son quienes controlan el acceso a las candidaturas y gracias a ello se colocan en lugares privilegiados en las listas. Un sistema de reelección, al hacer que los legisladores le deban el puesto a sus electores, haría que esos líderes sean los primeros en desaparecer de la escena política.

    Saludos.

  5. Observador dice:

    Es un buen argumento en favor de la reelección. Esta última también obligaría a los partidos a cambiar sus reglamentos internos y establecer las condiciones para que un representante pudiera reelegirse ya fuera en automático o en competencia interna para repetir la candidatura. Una consecuencia podría ser el cerrar el acceso a estos puestos pero esto ya sucede de hecho pues muchos legisladores pasan de un puesto de elección popular a otro, por ej., de diputado a senador, o de diputado local a diputado federal, etc.

  6. Como lider de opinión, lo estoy invitando a que visite el sitio Web siguiente:

    http://constituyentecivil-mexico2010.blogspot.com

    Saludos.

    Alfredo Loredo.

    S. L. P. 24 noviembre, 2009

  7. mariano ahuatzi dice:

    Fernando: totalmente de acuerdo contigo. espero en un articulo posterior, si se puede, hables de esos grupos que viven a expensas de los partidos y visceversa.

    saludos

  8. ¡Gracias, Eric! Es necesario abrir bien el debate. Hay un grave problema cuando la gente piensa que la solución consiste en ese escenario fantasioso que llaman “voluntad política” por parte de nuestros representantes.

    ¡Saludos!

  9. eric magar dice:

    Buen artículo. Aunque creo que el problema es menos por qué las campañas cuestan tanto que cómo se financian. Para otra perspectiva bit.ly/4hBBKb

  10. Estimado Mario:

    Gracias por tus comentarios. No estoy diciendo que hayan sido innecesarias las reformas de los últimos años. Es más, reconozco su valor junto con lo necesarios que fueron para genrar condiciones de equidad.

    Más bien me enfoco al hecho de que, para seguir adelante con la consolidación de la democracia, es necesario plantearnos los “por qué” de los fenómenos en lugar de creer que todo se resuelve por simple voluntad política.

    En este sentido, la reelección inmediata de legisladores y alcaldes sería el siguiente paso para modernizar nuestro sistema electoral.

    Tal vez, y si avanzamos en este sentido, comenzaríamos a realmente abaratar los costos de las campañas.

    Saludos.

  11. Mario Palma dice:

    Reconozco que eres un demócrata, un ciudadano pues en toda la extensión de la palabra. Aún más, hemos visto que para nada hicieron falta ni un instituto como tampoco algún tribunal. Si nos enteráramos que mientras más apegados estemos no tan solo los ciudadanos, sino la totalidad de habitantes (juventud con menos de 18 años) de este poderoso país en los principios democráticos, los costos de la democracia serían simbólicos. Recibe un triple abrazo fraternal.

  12. alejandro dice:

    Tienes razón, Mario. La imagen ya está afuera.

  13. Mario Palma dice:

    Hola, hubiera sido conveniente que no se aludiera, como lo hace la imagen, a organismo político alguno, aún así que tuviera alguna historia con errores financieros. Eso para mí es tolerancia. Un abrazo fraterno.

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