Thursday, 26 December 2024
Artículos relacionados
El derecho de Este País
Este País | Histórico | Cossío D. José Ramón | 29.09.2009 | 0 Comentarios

Los DIEZ PRIMEROS años de Este País han sido la suma de una serie de confluencias muy afortunadas. No es el caso mencionar ahora los orígenes de la publicación y las causas que permiten mantenerla entre las revistas más prestigiadas de México. Esa narración podrán hacerla de mejor manera quienes estuvieron desde los inicios del esfuerzo y han perseverado en él. Por lo que a mí toca, simplemente quiero dejar mi testimonio y, por ello, dar cuenta de la forma en que me incorporé a estos trabajos, los objetivos que persigo y las razones que me llevan a mantenerlo.

 

Al hablar de mi presencia en Este País espero dejar en claro no sólo mi gratitud, sino de modo mucho más relevante, las características de un equipo de trabajo y de una publicación que dio cabida a un proyecto permanente «sobre derecho». Esta tarea puede parecer común y relevante en la actualidad, cuando muchos de los conflictos sociales buscan adquirir forma jurídica. Sin embargo, hace cinco años, cuando no se veía claro que habríamos de avanzar hacia formas progresivamente complejas de juridificación y de judicialización, no resultaba fácil apostar por una columna cuyo propósito era tratar de describir ese tipo de procesos. La apuesta, además de la materia misma, planteaba otros inconvenientes: ¿por qué abrir una sección especializada en derecho cuando ninguna otra revista lo hacía?, ¿por qué, adicionalmente, hacerlo para comentar resoluciones judiciales cuando las propias revistas jurídicas habían dejado de hacerlo?

 

Las razones, atribuibles por completo a esta casa editorial y en particular a Federico Reyes Heroles, hoy parecen obvias. Se pensó que el proceso de transformación que vive México, sea en su forma de transición política o de cambio social más generalizado, necesariamente habría de pasar por el derecho. Es más, se pensó que la única forma racional de convivencia habría de ser el derecho, y por ello era necesario comenzar a explorarlo mediante una columna mensual. El acuerdo al que llegamos fue muy sencillo: no debía tratarse de una columna para abogados o, al menos, no para abogados tradicionales. Esta convención, por sencilla que parezca, traía aparejada una gran cantidad de compromisos. La columna debía tratar temas de vanguardia, pero al hacerlo no debía utilizar las metodologías de siempre. Por ese motivo, no podía utilizar distinciones dogmáticas a efecto de relacionar los sentidos posibles de los preceptos constitucionales o legales aplicables al caso, ni tampoco debería limitarme a hacer una historia interna de los preceptos en vigor.

 

Si no podía seguir la forma de quienes se dedican al estudio del derecho, ¿qué debía hacer para escribir una columna jurídica? El reto me invitó a pensar sobre mi propio quehacer profesional, donde la solución avanzó prácticamente por sí misma. La elección de nuevos temas a tratar me impusieron una nueva forma de escribirlos. Esta elección estuvo, a su vez, guiada por una idea central. Como dije, el proceso mexicano no es reducible a la transición política que con tanta frecuencia se nos describe, sino que la misma debe verse en términos de un complejo cambio social. La caída del régimen autoritario no se limitaba a una mera sustitución por la vía de las urnas, ni su fundamento estaba dado por las reformas electorales habidas a partir de 1977. Por el contrario, la cuestión relevante consistía en señalar que nuestra sociedad se transformaba para dar cabida a una pluralidad de nuevas formas, tales como las relaciones con las iglesias, la aparición del indigenismo, la pluralidad social, la globalidad, etcétera.

 

 

Si las manifestaciones del cambio eran muchas, la relevante estaba en saber de qué manera las mismas afectaban y eran afectadas por el derecho. En la línea editorial de la revista, lo relevante era tratar de comprender los fenómenos y, de manera primordial, hacer algún tipo de prospectiva. ¿Qué consecuencias traía para México la situación que vivimos? A mi juicio, las siguientes: un aumento de la conflictividad social, de la indeterminación normativa, de la litigiosidad, de la politización del derecho, conflictos en la legitimación de los órganos del Estado y un cambio en los roles sociales que habían venido desempeñando los abogados. Estas notas distintivas tienen como elemento en común la mayor relevancia del papel de los tribunales, particularmente de aquellos que cumplen con funciones constitucionales (Suprema Corte de Justicia y Tribunal Electoral), en tanto árbitros finales de un juego político que busca guiarse por formas jurídicas. La columna mensual en Este País ha estado en relación con el análisis crítico de los problemas y soluciones dado a los temas jurídicos dentro del proceso de cambio social que vivimos.

 

Debo decir que es muy satisfactorio para mí haber colaborado en un proyecto con el que, claramente, coinciden mis intereses de conocimiento y divulgación del derecho. La etapa por venir en México no es más la de apreciación del cambio, sino la de construir soluciones para encauzarlo por formas civilizadas de convivencia. Estoy seguro que Este País habrá de continuar en el esfuerzo de contribuir a esas tareas, tal como yo trataré de hacerlo modestamente desde mi columna mensual

Dejar un comentario



Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (154.339)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (66.502)
...

Con toda la barba (49.323)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.903)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (27.038)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez