Las artes se complacen en dialogar entre sí, evidencian vasos comunicantes y confunden sus lenguajes. Esta ley de la atracción ha dado a luz fusiones estéticas formidables, como la ópera (que para algunos es la más integral: la fiesta de las artes); obras en tensión entre distintos lenguajes, como la de Alejo Carpentier; incluso géneros particulares como la poesía —que es música encarnada en letra.
Hay artistas que logran la síntesis de aparentes opuestos. Otros que se desplazan por un arco del espectro de las artes sin apenas reparar en el tránsito —tan suave es la secuencia y tan delicadas las similitudes. René Capdevielle Licastro fue uno de éstos últimos. Destacado arquitecto, a más de catedrático y director en su momento de la Facultad de Arquitectura de la unam, Capdevielle fue al mismo tiempo un notable acuarelista.
En un libro dedicado a su memoria señaló: “La vida de un arquitecto siempre está vinculada con la observación de espacios y de soluciones”. ¿Pero basta la observación? Los más ávidos y educados arquitectos, ¿no sienten la necesidad de registrar en papel su visión de esos espacios? La línea de la arquitectura es muchas veces una parábola que va de las obras de la tradición al papel, y del papel a la concreción de una nueva obra.
A esta clase de arquitectos, cuyas libretas de apuntes y dibujo son una estación fundamental de su quehacer y un testimonio plástico de su forma de captar el espacio, perteneció Capdeville. Su formación y destreza en el manejo de la acuarela hicieron de esa estación a veces un destino. Las descripciones visuales que proponía de un convento novohispano o de un aspecto de Venecia eran fines en sí mismos, como lo son los cientos de acuarelas con temáticas distintas que legó a sus hijos.
Nos es grato hacer eco de esta doble pasión de René Capdevielle Licastro y rendirle en estas páginas un modesto homenaje.
Definitivamente comparto la opinion de Luzma Herrasti ,recuerdo tambien recuerso con mucho carino a tu Papa Coordinador de taller , yo soy de la generacion 84-88,y tuve el privilegio de conocerte por ahi por los pasillos, tambien tome clases con el y con Lorenza, incredible experiencia aparte de tener el privilegio de hacer mi servicio social al lado de el, que fue algo que me dejo marcado para toda la vida en el campo de la acuarela, incredible el talento de toda esta familia , su padre con los peces , el Maestro en la Arquitectura , y su hija con los arboles,talentosos todos ellos , Saludos y Ojala pudieramos ver mas de la obra de nuestro Maestro.
¡Muchas gracias por publicar esto! “Honor a quien honor merece”. El Arquitecto René Capdevielle, además de lo que usted menciona, fue un gran hombre, intenso, comprometido: ávido de compartir generosamente su conocimiento y ayudar a desarrollar habilidades, por el placer de hacerlo. No sé si lo hizo con otras generaciones, pero a la nuestra (85-89), nos regaló un semestre adicional de enseñanza de acuarela y varios seguimos pintando y exponiendo. Yo me siento inmensamente afortunada de haber sido su alumna. ¡Ojalá publicaran un libro!
Tengo tres acuarelas del Arq. Rene Capdevielle Licastro. Son de los años 1947 y 48. Quisiera conocer
su valor.
Gracias.
Ma. Elena Bujons