Friday, 27 December 2024
Artículos relacionados
Por qué nunca fuimos a ver la película mexicana (primera de cuatro partes)
Blog | Manzanas Verdes | Abel Muñoz Hénonin | 03.06.2010 | 3 Comentarios

1_Hollywood

Hace unos meses recibí una invitación para moderar una mesa de discusión sobre el estado del cine mexicano.* Cuando nos sentamos a planear los puntos que nos interesaba abordar pensábamos en hablar de la buena recepción del cine nacional en el extranjero, de sus posibilidades estéticas y de la importancia creciente del documental en el cine mexicano. Pero decidimos que fueran guías y que la conversación fuera más o menos libre. El resultado fue que las exposiciones de los invitados se concentraron casi en un único aspecto: la exhibición.

Se habló de los (malvados) gringos que dominan el mercado siguiendo prácticas monopólicas; de los (malvados) exhibidores mexicanos que no sólo inhiben al cine mexicano poniéndole condiciones draconianas —como un cierto número de ventas en una semana—, sino también boicoteando la asistencia de los espectadores a las salas; de la necesidad de renegociar el Tratado de Libre Comercio; de que el cine mexicano no apela a los espectadores. También se pidió ir a ver las películas mexicanas el mismo fin de semana que entren a cartelera. Además, parecía haber un cierto resquemor con respecto a las películas y las personas que consiguen éxito a pesar de todo lo expuesto. Yo, como me tomo en serio el papel que me toca jugar, intenté motivar algunos otros temas sin éxito, pero me reservé mi opinión porque no estaba en mi papel, como lo entiendo, discutir en esa ocasión. Como sea, me quedé pensando en el tema y quiero tratarlo. Sin duda es relevante.

Punto de partida: Hollywood

Aunque en realidad llamamos Hollywood a toda una cinematografía nacional —es decir, a la suma de productoras, en su mayor parte independientes, de todo el territorio estadounidense—, cuando alguien dice “Hollywood” todos entendemos que se trata de un grupo heterogéneo de películas que abarca desde la comedia más nefasta hasta los guiones sesudos y personales de Charlie Kaufman. En general, se trata de películas domingueras: técnicamente incuestionables, centradas en personajes con quienes los espectadores se identifican, divertidas —al menos como premisa— y que cumplen con las expectativas del público (en ocasiones ser sorprendido por la trama o los efectos es parte de esa expectativa). Al mismo tiempo entendemos que se trata de una industria enorme, quizá sin considerar automáticamente la cadena de intereses involucrados.

Los intereses a los que me refiero pueden dar rienda suelta a teorías del complot basadas, por ejemplo, en la transculturación; sin embargo, los intereses más claros son monetarios y pragmáticos. Lo que llamamos Hollywood es un sistema que controla las interrelaciones entre la producción, la distribución y la exhibición —que implica incluso qué tipo de proyector se utiliza (pensemos en la moda 3d). Curiosamente, este sistema, en apariencia tan poderoso, reporta un rendimiento de apenas un 2.6% para las majors, cifra que está abajo del umbral que en Wall Street se considera viable.1

Lo que pasa es que la taquilla en Estados Unidos no va demasiado bien “fuera de las metrópolis más importantes” y los otros mercados tampoco brillan: el “dvd [es] un mercado que declina agudamente, la televisión […] cada vez proyecta menos y menos películas, y las descargas [aunque] promisorias [son] aún difíciles de monetizar”2. En México, en particular, las distribuidoras tienen la práctica monopólica de vender películas por paquetes: si quieres exhibir Avatar tienes forzosamente que adquirir derechos por una chick flick sin interés y algo que se supone que es una comedia y no hizo reír ni a los guionistas (un engendro tipo Hada por accidente). Una garantía forzada de ingresos para una industria —la estadounidense— urgida de las taquillas exteriores para superar sus costos de producción.

No podemos ignorar que las prácticas permitidas en México son anteriores a la crisis actual del sistema Hollywood, pero tampoco que ese sistema lleva varias crisis seguidas: el mercado estadounidense dejó de rendir como para recuperar las inversiones hace mucho, los videocassettes los pusieron en jaque, los videoclubes y el dvd también; las descargas ponen en riesgo la misma existencia del cine como lo conocemos. Ante las crisis, los empresarios del cine han buscado asegurarse recursos donde han podido y si la legislación mexicana o las concesiones de nuestro país en el Tratado de Libre Comercio se los han permitido, ellos no van a desperdiciar la oportunidad de hacerse de esos recursos. Los grandes empresarios buscan hacer dinero y sus fines son transparentes y conocidos por todos los que pagamos por sus películas o las rentamos.

Pero, ¿por qué los exhibidores mexicanos bailan su son?

Ir a la segunda parte

* Se trató del primer encuentro de las Noches del Legado organizadas por Buchanan’s y La Tempestad. Agradezco a mi tocayo, Abel Cervantes, jefe de redacción de la revista, por permitirme hacer referencia al evento, aunque sea tangencialmente, en otro medio.

1 Nick Roddick, “End of the World: Part One”, en Sight & Sound, marzo de 2010, pág. 17.
2 Cito de nuevo a Nick Roddick, pero ahora: “End of the World: Part Two”, en Sight & Sound, abril de 2010, pág. 15.

Entregas siguientes

Parte 2
Parte 3
Parte 4

3 Respuestas para “Por qué nunca fuimos a ver la película mexicana (primera de cuatro partes)”

Dejar un comentario



Cine, género y derechos humanos
Se presentan en distintas sedes del país dos excelentes opciones para disfrutar del cine y asomarse a las temáticas actuales en los ámbitos del género y los derechos humanos; la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género y el 7º Festival Internacional de Cine y Foro de Derechos Humanos de México.   dhfest El […]
Detrás de Hollywood
Las películas de Hollywood tienen una fascinación eterna con el éxito, con la grandeza. Se nota, por supuesto, en la preferencia casi absoluta por el final feliz. En películas como Argo, 12 años de esclavitud, y El Señor de los Anillos (cada una ganadora del Oscar para mejor película), los horrores y tragedias sirven para […]
El arte del gesto ínfimo: Pina de Wim Wenders y la Gira de Documentales Ambulante 2012
Lo que más sorprende de la danza es la ilusión de una libertad física absoluta que, sin embargo, se logra únicamente a través del control más extremo del cuerpo. Esta paradoja es sólo una de las fuerzas que entran en discordia en la danza. Sobre el escenario polos en pugna se encarnan en los cuerpos […]
Cultura pirata
Tarantino trabajó durante su juventud en un negocio de renta de películas. Había crecido en un barrio multiétnico en el que los filmes de Bruce Lee fueron objeto de culto y que nutrieron desde su infancia la imaginación y maestría técnica que le llevaron más tarde a la fama. El que hubiera trabajado en los […]
Listas Fundamentales de la Cultura Mexicana
Con esta primera de tres entregas cumplimos el compromiso de publicar algunas de las más de seiscientas listas del lector registradas hasta el cierre de esta edición. He aquí una pequeña muestra de las que nuestros lectores, a partir de las quince categorías disponibles, consideran obras fundamentales de la cultura mexicana. Agradecemos su valiosa participación […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (154.356)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (66.516)
...

Con toda la barba (49.400)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.912)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (27.051)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez