La estética burocrática se sustenta en opuestos complementarios; es orden y desorden, exceso y vacío. La yuxtaposición de estos gemelos dispares dentro de un mismo espacio causa desconcierto, como señalaba angustioso Walter Benjamin al escribir de la canasta de costura de su madre. Ahí parecía imposible congeniar el orden meticuloso de la sección superior—la parte interna de la tapa de la canasta, donde agujas y alfileres existían en coordinada penetración de la tela junto a seguritos enfilados e hilos dispuestos cromáticamente—, en contraste a la parte interior de la canasta —donde reinaba un caos de carretes de hilos semivacíos enredados en listones, ligas de hule, paquetes de agujas, y dedales confundidos—. A pesar de que no fuera éste el orden de objetos filosos, terror meter la mano en el desastre. Esta misma angustia surge al abordar la acumulación burocrática: hay exceso, y parece imposible penetrarlo; pero a la vez hay un orden, a pesar de que parezca uno indomable.
El desorden se disfraza de formalidad mientras la bien conocida avalancha de requisitos —necesita usted traer tres copias de su acta de nacimiento, el acta de matrimonio de sus padres, seis fotografías tamaño infantil, y si no quiere que se las devolvamos debe tomárselas en “FotosVioleta”—, que uno siempre parece fracasar en cumplir, funge como quimera del orden. La encarnación física del fenómeno yace en la díada exceso-vacío, que aparece también en la obra de Jan Banning, fotógrafo holandés que se ha dedicado a documentar las diversas manifestaciones de las oficinas burocráticas a través del mundo.
En su obra se pueden explorar fácilmente los opuestos complementarios y contradicciones de la estética burocrática. Fotografiando a burócratas y sus espacios vitales en Bolivia, Francia, Yemen, Rusia, Liberia, India, Estados Unidos y China, las imágenes producidas se agrupan en un proyecto nombrado Bureaucratics, que busca revelar las variantes burocráticas del planeta. Las imágenes pueden consultarse en la página web http://www.janbanning.nl/. Al mirarlas en grupo se descubren contrastes casi tegumentarios entre paredes lisas y arrugas de papel amontonado. Los gestos mismos de los burócratas se vuelven testimonio de la diversidad que se esconde tras el estereotipo. Éste es un mundo donde el pánico puede surgir del exceso o de la carencia.
En el acto de producción de las imágenes, Banning quiso reproducir el fenómeno que es la interacción con la burocracia. “Todas las fotos tienen un formato cuadrado (que combina con los retratados), se tomaron desde la misma altura (la del cliente), con el escritorio —cuyo borde se encuentra paralelo al borde horizontal del cuadro—”, dice Banning. Tanto al tomar como al mirar estas fotografías, el fotógrafo y el espectador toman el papel del burocratizado, si es que hemos de darles nombre a las anónimas víctimas del sistema.
Estamos acostumbrados a pensar que las penurias burocráticas son un fenómeno ligado a la ineficiencia propia del tercermundismo. Pero las fotografías de Banning demuestran que la burocracia es un fenómeno humano y trans-cultural que revela nuestros más profundos e inconcientes deseos masoquistas, no importa dónde vivamos. ¿Cuándo se habrá inventado la burocracia? ¿Cómo es que desarrollamos tan excelente forma de tortura comunal? Éstas son preguntas básicas para los valientes que emprendan el magno proyecto de la “historia de la burocracia”, donde sin duda se revelarían aspectos inimaginables de la naturaleza humana. Por lo pronto, las mejores respuestas las ha dado un escritor, Kafka, por supuesto, en cuya obra se destila a la perfección la desconcertante combinación de orden y desorden, vacío y acumulación, a la par del entendimiento y la desorientación, que caracterizan a la estética burocrática, donde quiera que se le encuentre.
FUENTES:
El texto de la canasta de costura se encuentra en: Walter Benjamin, “Berlin Childhood around 1900”, en Benjamin, Selected Writings, vol. 3, Cambridge, Harvard University Press, 1996, p. 382. Una mínima selección de textos donde Kafka lidia con los opuestos complementarios de la estética burocrática incluiría: los cuentos Ante la ley, Preocupaciones de un padre de familia, El silencio de las sirenas y la novela El Proceso. Jan Banning revela detalles acerca de su trabajo fotográfico en: http://vervephoto.wordpress.com/2009/09/28/jan-banning/; su proyecto se publicó en forma de libro bajo el título Bureaucratics (Nazraeli Press), y la serie de fotografías completa puede verse en la página web: http://www.janbanning.nl/.
Marina Álamo Bryan