¿Por dónde empezar a escribir una nota breve en celebración de los primeros 20 años de vida de Este País? 20 años: qué rápido, pero al mismo tiempo qué largo. Dos décadas en que, sin duda, han cambiado muchas cosas en este país, pero otras han permanecido iguales, con una tenacidad deprimente. Quienes vivimos los inicios de Este País recordamos la expectativa que despertó, mezclada con el ambiente relativamente inhóspito con que se recibieron los primeros esfuerzos serios para socializar cifras y datos que describían el estado de cosas en una gran variedad de rumbos de la vida nacional. Un ambiente que terminó en tristes asedios físicos a la revista. Pero al final, Este País se ha establecido como un referente nacional, no solamente por sus cifras y estadísticas sobre el amplio espectro de actividades que constituyen la vida de México, sino porque ha ido mucho más allá: ha provisto a sus lectores de información e inteligencia acerca de esas actividades, de entendimiento de los entresijos que constituyen muchos de los temas que se han tratado.
Lo anterior es especialmente relevante en este país tan significado por su falta de información, palpable en la pobre señalización urbana y de carreteras, la carencia de buenos mapas para recorrer el largo y ancho de México, en cuestiones tan básicas como las estadísticas de actividades económicas —agrícolas, industriales, etcétera—, donde las series de tiempo para entender con certidumbre qué ha pasado casi no existen, o hasta en información fundamental, como la que debería proveer una verdadera y sólida red de estaciones meteorológicas, información estratégica que ahora, en tiempos de necesidad de predecir escenarios posibles por el calentamiento global, es ineficiente.
Por ello, Este País ha jugado un papel realmente importante para la comunidad interesada en entender este país de mejor forma, en discutir sus potencialidades y limitaciones, en sugerir formas de conducir mejor la vida de nuestra nación.
Las frases de que no se puede valorar lo que no se conoce, de que lo que no se valora no se cuida y de que para conocer hay que medir y contar, han sido la norma que ha guiado a Este País, que además ha incluido en su más reciente fase una espléndida sección sobre cultura que ya se ha ganado un espacio propio entre la literatura de este género en México.
Podría extenderme mucho más en describir las aportaciones de nuestra revista a la información de la vida de México, pero hay que dejar espacio para los muchos más colaboradores que contribuirán con sus comentarios. No resta, por lo tanto, más que desear una muy larga y fructífera vida a Este País para que siga contribuyendo al bien de este país.
José Sarukhán es doctor honoris causa por las universidades de Lima, Gales, Nueva York y Chapingo. De 1989 a 1997 fue rector de la unam. Es miembro de la Royal Society y se cuenta entre los mayores ecólogos de América Latina.