Marinela Servitje pone el acento en la educación formal. Sus pasos rotundos acortan la distancia entre la palabra y la acción, siempre con varios proyectos en la mano. Uno de los principales: el Museo del Niño. Lo creó en 1993 y lo dirigió desde entonces y hasta abril pasado. El resultado es un museo que se cuenta entre los mejores, no sólo del país. Ahora Marinela, nombrada la mujer mexicana del año en 2007, se despide del Papalote y saluda con entusiasmo y vigor su misión como Presidenta de Compromiso Social por la Calidad de la Educación. OG
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MARINELA SERVITJE: Al Papalote siempre lo vi como un espacio de educación no formal, atractivo, divertido, con un potencial impresionante, pero de repente me di cuenta de que —y fueron mi papá y un tío los que me lo dijeron— me tenía que dedicar más a la parte formal de la educación.
Mi padre [Lorenzo Servitje] fue el primero en presidir Compromiso Social por la Calidad de la Educación (CSCE), en el sexenio del Ex Presidente Vicente Fox. CSCE fue fundado en 2002 con el objetivo de buscar el detonador del cambio en la calidad educativa y de promover esta transformación. Después, en el gobierno del Presidente Felipe Calderón, lo presidió Alfredo Harp Helú, y de 2009 a la fecha, yo”.
OLGA GARCÍA: Mediodía. En el despacho de Siete Colores Diseño Interactivo —otro de sus proyectos—, Marinela deja asomar un tono lúdico, fresco, y se acomoda cada vez más en el tema.
CSCE ha tenido sus etapas: conocer cómo estaba la política educativa, qué pasaba con Enciclomedia, cuáles eran los programas de las escuelas, y empujamos mucho para que se hiciera el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que ojalá fuera más independiente. Después, con don Alfredo Harp, nos damos cuenta de que tiene que haber una agenda donde veamos bien qué pasa con la Alianza por la Calidad de la Educación, y nos enfocamos, con Josefina Vázquez Mota, en hacer que se cumplan los compromisos.
De una de las carpetas que tiene enfrente toma la agenda prioritaria de CSCE, la aparta de otros asuntos y, como a punto de amonestar, la deja caer sobre la mesa…
Cuando entro yo, veo que se está cumpliendo la Alianza, pero a medias, a veces con lentitud, en infraestructura por ejemplo. En lo que toca al concurso de plazas sí se ejecutó en 80 ó 90%. En evaluación educativa, con ENLACE, no se remedia lo suficiente: 70% de los estudiantes que hacen esta prueba se ubican en los niveles de insuficiente y elemental, y los resultados son muy similares año tras año, está estancado. En la carrera magisterial ha habido un avance. Hoy en día se toma más en cuenta el aprovechamiento de los alumnos que la antigüedad del maestro. Creo que hay una mejor relación con el Sindicato y se ha abierto al diálogo considerablemente. La transformación ha sido paulatina, son reglas de juego de muchos años, pero hay cambios, lo veo en la carrera magisterial.
Y sin dejar caer la sonrisa, añade palabras con un dejo grave.
En CSCE hemos utilizado un método que se llama: “Ver, juzgar y actuar”.
VER
El modelo pedagógico cambió en estos 9, 10 años: primero en preescolar, luego en los últimos cursos de primaria, después en secundaria. El modelo no se introdujo al mismo tiempo en todos los grados, por eso esta década ha sido tan difícil —yo también me tardé mucho en aprenderlo. Y claro, los maestros no estuvieron preparados. Mientras algunos seguían promoviendo el conocimiento, la repetición, otros ya estaban fomentando el razonamiento. El sistema no se alineó durante 10 años.
La deserción de los jóvenes en la educación media superior es muy alta. Gracias a un análisis del inee, se está entendiendo qué pasó. Encuestaron a los muchachos que estaban desertando y muchos decían: “No le veo sentido a seguir estudiando, mejor me incorporo al mercado laboral o me voy con mi tío al campo o a Estados Unidos, o me quedo en mi casa”. El otro día platicábamos con Margarita Zorrilla, directora del inee, y decía que son cuatro, cinco, seis millones de chicos que no continuaron su educación media superior. El abandono de las aulas es preocupante: de 100 niños que ingresan a la primaria, 61 egresan de la secundaria, 51 del bachillerato y 17 de la universidad.
Falta vocación por la enseñanza. Buena parte del problema está allí. En el sistema educativo importaba más el avance personal que el de los alumnos. El gobierno deja solos a los maestros, sin cambios de infraestructura, con aulas que no son dignas, sin agua, sin baños, sin luz, sin tecnología. Los padres no ayudan al niño a que haga la tarea, lo abandonan junto al televisor, a veces no saben interpretar las calificaciones, menos aun la prueba ENLACE. Para ellos lo importante es que pasen de grado, aunque sea de panzazo. En algunos casos esto se explica por el bajo nivel de escolaridad de los padres o por el nuevo rol de la mujer, que al vincularse con el mercado laboral no tiene tiempo para estar con sus hijos.
ENLACE tiene más peso en la carrera magisterial. Ahora, si los estudiantes sacan buenas calificaciones, los maestros suman puntos. Por eso estoy impresionada con un dato que acaba de salir: en la última evaluación 600 mil niños copiaron la prueba. Hay 14 mil escuelas comprometidas con esto.
Su discurso, sin atajo y con voz exaltada, prosigue.
JUZGAR
Los estudiantes no pasan la evaluación de PISA. La prueba es de competencias y evalúa razonamiento, solución de problemas, análisis, reflexión, comprensión, y nuestros chicos no venían preparados para esto.
La Normal debe adecuarse a los tiempos modernos en todo, y una vez que los maestros obtienen la plaza, la Secretaría de Educación Pública (SEP) los tiene que acompañar en su quehacer, capacitándolos y apoyándolos con buena infraestructura. Que el gobierno ponga de su parte y no los deje solos.
Los profesores tienen que motivarse, prepararse y trabajar lo más que se pueda. De ser necesario, laborar horas extras con los alumnos.
No se puede recortar el presupuesto para la educación. El Ejecutivo redujo el presupuesto para infraestructura. A veces entiendo a los maestros y al Sindicato. ¡No es posible que hagan esto! Espero que los diputados no pasen por alto esta propuesta.
Los papás deben estar más atentos a la educación de sus hijos, tienen que apoyarlos, acompañarlos cuando llegan de la escuela. En esta época moderna, en esta crisis estructural –económica, educativa– hubo un cambio de valores: se devaluó la educación, le dimos más valor al dinero. En generaciones pasadas, en todas las familias, la educación se tomaba en serio. De repente, los papás se vieron afectados por el consumismo, ganar más para comprar más. Eso lo vemos en muchas familias de clase media. En nuestro modelo económico trabajas, trabajas y trabajas para cambiar el coche, tener la pantalla de plasma, la Blackberry. En esa lucha por tener se sacrificó el ser.
No hay que dejar solo al Sindicato, tenemos que sentarnos a dialogar con ellos. La apatía de los empresarios, de la SEP y de la sociedad civil son parte del fracaso.
Todos tenemos que remar juntos, como dice Wendy Kopp, de Teach for America: “Todos tenemos que remar en la misma dirección”. El gobierno, los maestros, los padres de familia, el sindicato y nosotros.
Sin cejar en su nuevo reto, Marinela afila y ajusta la mirada a las tareas que cumplirá en CSCE.
ACTUAR: HACER NUESTRA TAREA
¿Cómo? Siendo proactivos, no pasivos, con metas a nivel de cada estado, de cada municipio del país. Proponiendo objetivos numéricos: cuántos muchachos tienen que pasar de la primaria a la secundaria, de la secundaria al bachillerato, y del bachillerato a la universidad.
Vigilando, haciendo cabildeo. Parte de nuestra labor es trabajar con los diputados, decirles: “¡Ojo! ¡Cuidado! No se les vaya a ir”. Esa es la tarea de acompañamiento que tenemos que hacer. Hay que promover que la educación esté en la agenda legislativa. Hasta ahora los partidos la están volviendo a considerar. Los partidos políticos también tuvieron mucho que ver en la decadencia que empezó hace alrededor de 20 años, no era “sexy” pertenecer a la comisión de educación.
Ríe, como si advirtiera en su expresión una travesura.
Hay que estar atentos para que los consejos estatales de Participación Escolar, que están en la ley desde hace más de 20 años, se terminen de reactivar y cumplan sus funciones. Hoy en cada escuela hay un consejo de participación. Los papás pueden utilizar ese instrumento, informarse sobre la prueba de ENLACE, por ejemplo. El otro día llegamos a Sonora y nos dijeron: “Ya está constituido 90% de los consejos”. A nosotros no nos importa si están constituidos. ¿Funcionan? Ésa es la tarea que vamos a hacer nosotros.
Del Papalote al salón de clases
El Papalote fue la cuna de un haz de proyectos. Uno de ellos, Siete Colores, tiene en sus activos varios museos, parques y el Acuario Nacional, para el que se requieren 200 millones de dólares. Un desafío manejable para Marinela quien, avezada en estos asuntos, consiguió 40 millones de dólares para renovar el Museo del Niño.
Lo que aprendimos en Papalote fue hacer el aprendizaje más atractivo y relevante. La escuela tiene que ser divertida, participativa. El libro de texto es un apoyo pero no es todo. Las escuelas tienen que salir de sus muros, usar el entorno para aprender: llevar a los niños a un mercado, que vean los precios, las frutas, los cultivos, cómo crece la mazorca, si conviene meter fertilizantes, si el agua está contaminada o no, que vean lo que existe. Que el niño haga preguntas, que investigue. Para los chicos tiene que ser fascinante ir en la mañana a la escuela a aprender. Hay muchos recursos, no todo es tecnología. Como dijo el doctor Milton Chen en la Cumbre de Líderes en Acción por la Educación (clase): la pobreza se alivia desde un buen salón de clases.
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OLGA GARCÍA-TABARES es escritora y periodista.
[…] Fuente: Estepais.com Por: Olga García-Tabares es escritora y periodista. Publicada: Noviembre de 2011. Comparte en Twitter Comparte en Facebook […]