A partir de octubre de 2005, fecha de su nacimiento, EstePaís | cultura ha contado con el favor de un buen número de lectores asiduos que han acompañado su desarrollo hasta el día de hoy, cuando ya ostenta seis años cumplidos. Estos lectores han podido atestiguar la diversidad y versatilidad de la obra de Claudio Isaac, porque Claudio —desde que este pequeño proyecto editorial se comenzó a gestar, en la convicción de que la revista necesitaba construir un espacio de cultura— ha compartido con nosotros el sentido del suplemento y ha contribuido con su generosidad a edificarlo.
Hombre renacentista en pleno siglo XXI, Isaac es artista de múltiples talentos.
Quienes nos siguen saben de su talante polifacético. Es un poeta de altos vuelos y un espléndido narrador. En estas páginas hay constancia tanto de sus versos como de la sensibilidad de su prosa, que aquí ha tomado formas distintas: la expresión de su arte poética en una suerte de manifiesto artístico, y un Mirador donde plasma su percepción de una imagen fotográfica, entre muchas otras. De su obra plástica hemos publicado en entregas anteriores tanto retratos como dibujos.
Hoy, el renovado diseño de la revista permite desplegar otra veta de su trabajo como pintor: la obra de color.
Ésta es una galería en su mayor parte femenina, una serie en la que cada cuadro es una ventana por donde Claudio se asoma a la vida de sus personajes. Y se asoma con enorme discreción, porque al tiempo que nos entrega un retazo de las vidas que pinta y se coloca en posición de diálogo con los seres que emergen de su mano, también se mantiene elegantemente afuera, como observador respetuoso, y consigue que sus cuadros retraten la intimidad, la reflexión, la soledad e incluso el pasmo de estas mujeres ante aquello que está más allá del lienzo que las contiene. El pintor crea para cada escena una atmósfera de texturas cromáticas que constituye el soplo vital, el aliento de sus personajes.
He aquí pues un nuevo aspecto creativo de la obra de Claudio Isaac que para deleite de nuestros lectores se suma a los ejemplos mencionados. Así, acomodando las diversas piezas, se podrá componer una experiencia personal de su arte.
claudio mi interior