Gore Vidal, Death Before Bedtime,
Vintage Books, Nueva York, 2011.
Eugene Luther Gore Vidal (West Point, 1925-Los Ángeles, eu, 2012) es sin duda uno de los escritores estadounidenses contemporáneos más importantes. Autor de veinticuatro novelas, seis obras de teatro, dos libros de memorias, numerosos guiones e historias cortas, más de doscientos ensayos y tres novelas policiacas olvidadas hasta que el año pasado se volvieron a publicar.
La coyuntura de su creación es en sí muy ilustrativa: Gore Vidal, nacido y educado en el ambiente de la alta aristocracia política americana, escribió su primera novela cuando tenía veinte años: Williwaw, que cuenta la historia de una embarcación y de su tripulación, navegando por las islas Aleutianas, entre el estrecho de Bering y el océano Pacífico septentrional, durante una tormenta.
En 1948 publica su tercera novela: The City and the Pillar. El tema de esta obra es una relación homosexual que escandaliza y le cierra las puertas de las casas editoriales a fines de la década de los cuarenta. Ante este boicot sigue el consejo de su editor de escribir con seudónimo novelas de misterio sobre lo que él más conoce: la alta sociedad política de Washington. Con el seudónimo de Edgar Box escribe Death in the Fifth Position (1952), Death Before Bedtime (1953) y Death Likes it Hot (1954). En 2011 se volvieron a publicaron estas novelas. “Para mí fue divertido mezclar la política y el asesinato que, por cierto, en este país siempre vienen juntos”, comenta en el prólogo que él mismo escribió para la nueva publicación de Death Before Bedtime (donde también cuenta que a John F. Kennedy le fascinaban las historias de asesinatos).
El protagonista de estas novelas es el joven Peter Sargeant II, de 29 años, publicista de alimentos para perros y reportero del diario neoyorquino Globe. Escritas en primera persona en forma irónica, sarcástica, un tanto cínica pero siempre muy divertida, describe la sociedad americana de los altos círculos políticos de principios de la década de los cincuenta. Sexo, cambio de parejas, adulterios, mucho alcohol, ambiciones políticas y corrupción en las mansiones de Washington.
En Death Before Bedtime, muy a lo Agatha Christie, reúne a sus sospechosos durante varios días en la mansión del senador Leander Rhodes en la avenida Massachusetts, frente al Potomac, en la ciudad de Washington, con todo y mayordomo. Peter Sargeant II había sido contratado por el senador Rhodes como especialista en relaciones públicas para su próxima campaña para la presidencia de Estados Unidos. Coincide en el tren que lo lleva de Nueva York a Washington con Ellen, la hija de su nuevo jefe. Al llegar a Washington, Rufus Hollister, el siniestro secretario del senador, lo conduce al Senado para entrevistarse y almorzar con Rhodes, quien le ofrece hospedaje en su casa mientras encuentra alojamiento. En su primera noche en Washington, ya en la mansión del Senador, Sargeant conoce a la siempre propia Lady Rhodes y a los otros huéspedes invitados: el Sr. Pomeroy, dueño de una fábrica de explosivos de Talisman City y su esposa Camilla; Walter Langdon, novato escritor encargado de escribir el perfil del senador; la abultada Verbena Pruitt, influyente mujer en los círculos políticos; el secretario Rufus Hollister y, por supuesto, la desbocada Ellen. Al terminar la cena explota el estudio a donde se había retirado el senador Rhodes. Las investigaciones a cargo de un despistado teniente Winters descubren que el asesino colocó una carga de explosivos 5-X en la chimenea. Alguien que sabía que el senador tenía la costumbre de prenderla él mismo. También que el Sr. Pomeroy había traído de Talisman City varias cajas de esos explosivos para entregarlos al ejército. Por lo tanto, alguno de los huéspedes es el asesino y, por lo mismo, Winters los obliga a permanecer en la mansión hasta que se aclare el crimen. Pero vendrán más crímenes y envenenamientos. Ante la falta de experiencia del teniente Winters, Sargeant se convierte en el detective de facto relacionando citas de Julio César, de Shakespeare, documentos robados, mensajes crípticos como “la búsqueda de los documentos es el camino al asesino”, encuentros sexuales, comidillas políticas, negocios turbios con el gobierno, burlas sociales como el debut del poodle de la archimillonaria como cantante de ópera, vidas pasadas, testamentos y secretos familiares descubiertos. Edgar Box, como Gore Vidal, aparenta narrar todo con gran seriedad para acentuar así su estilo irónico y sarcástico que en estas novelas se leen como muy sabrosos “chismes”. ~
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MARÍA ELENA BRISEÑO (Ciudad de México, 1952) se especializa en novela negra y de detectives, es voraz lectora de thrillers y gusta de descubrir viejos y nuevos autores del género.