¿De quién es el poder en México? ¿Del ciudadano? ¿Del político? ¿De la prensa?
El poder es de quien tiene la información. Hoy más que nunca, las nuevas tecnologías han permitido que la información esté al alcance de casi cualquiera, que se difunda sin límite; cada vez es más difícil esconder, maquillar o tergiversar datos. ¿A quién le conviene esto? A los ciudadanos, sin duda.
Durante muchos años, el poder en México se concentró en la clase política, específicamente, en la figura del presidente. ¿Cómo olvidar la era del presidencialismo hegemónico que sufrió no solo nuestro país sino toda Latinoamérica? Para no repetirlo, Ricardo Pozas Horcasitas nos ofrece un análisis cronológico tanto de sus causas como de sus consecuencias.
La transformación de la sociedad en conjunto también ha forzado a la transformación de la clase política y Miguel Limón Rojas dialoga con Ariel Ruiz Mondragón acerca de cómo, a partir del 2000, se vive una constante reorganización de las estructuras del poder dentro la cultura política en México que cada vez más y, quizá a regañadientes, incluye y da voz a la ciudadanía.
Así, el poder se ha trasladado poco a poco hacia el ciudadano de a pie. Es el individuo como parte de una comunidad quien tiene la última palabra; los gobiernos y las empresas lo viven y tratan de tomar ventaja. Edmundo Vallejo Venegas analiza la nueva era de la participación ciudadana en ámbitos antes reservados para unos cuantos. Es un momento histórico y Vallejo nos ofrece su análisis desde cinco tendencias sociales que apuntan hacia un nuevo humanismo: el del individuo como protagonista.
Dentro del nuevo sistema de poderes que se va formando en el mundo, los intelectuales han encontrado un lugar desde donde pueden participar y a la vez ser críticos del mismo sistema. José G. Moreno de Alba nos ofrece su reflexión acerca de Los intelectuales y el poder o el poder de los intelectuales.
Si el poder es ahora propiedad de los individuos, es importante saber quiénes somos, cuántos somos y cómo se reparte ese poder. Guadalupe Espinosa elabora un importantísimo Perfil demográfico de México con el cual demuestra que el poder silencioso de las tendencias poblacionales dictará lo que suceda en los próximos 50 años en nuestro país. De un buen análisis depende si México se beneficia de sus recursos humanos y deja de desperdiciar el talento joven, así como lo ha hecho en los últimos años: Jóvenes que no estudian ni trabajan: ¿Cuántos son?, ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, Rodolfo Tuirán y José Luis Ávila discuten y proponen estrategias que permitan que el fenómeno de los ni-nis termine a corto plazo.