En circunstancias mundiales por demás adversas, América Latina ha crecido. Entre los países de la región, sin embargo, México permanece a media tabla. Los datos económicos lo dicen y la percepción de la gente no hace sino confirmarlo. En términos de progreso económico, la mayoría de los mexicanos se siente estancada.
El 35% de los ciudadanos de 18 países de América Latina y el Caribe percibe que su país está progresando, 45% opina que está estancado y 17% siente que va en retroceso. Estas percepciones reflejan, por un lado, varios años de crecimiento económico en la región, una de las que mejor enfrentaron la crisis financiera internacional desatada en 2008; pero por otro lado reflejan también las señales de desaceleración económica que comienzan a proyectarse para el futuro inmediato.
El Informe Latinobarómetro 2011 (www.latinobarometro.org) reporta que la economía de América Latina y el Caribe creció en su conjunto 5.9% en 2010, y que, con base en las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina (cepal), se espera que el crecimiento para 2011 sea de 4.7%. En este contexto económico, ¿cuáles son las perspectivas de progreso y de crecimiento económico que prevalecen entre los latinoamericanos para los próximos años?
De acuerdo con la encuesta Latinobarómetro 2011, la proporción de ciudadanos en la región que considera que su país está progresando bajó de 39% en 2010 a 35% en 2011. Esto significa que la desaceleración económica se ha comenzado a sentir entre la población. El Informe del estudio señala que la percepción de progreso bajó en 14 de los 18 países en los que se realiza la encuesta.
No obstante, hay cuatro países en donde la mayoría de los ciudadanos percibe progreso (Panamá, Uruguay, Brasil y Ecuador), y otros dos en donde la percepción de progreso está por debajo del 50% pero supera a la percepción de estancamiento (Perú y Argentina). En ningún país la percepción de retroceso representa el punto de vista más numeroso, pero sí el de un tercio de la población aproximadamente en Honduras, Guatemala y República Dominicana. En México, 22% percibe progreso, 56% estancamiento y 20% retroceso. (Ver Cuadro 1.)
¿Quiénes son los ciudadanos que perciben progreso? Según el estudio, en 10 de los 18 países la percepción de progreso se manifiesta más entre los hombres que entre las mujeres, con una brecha en las opiniones de ambos grupos de 6 puntos porcentuales o más. La brecha de género en estas percepciones llega a ser de hasta 11 y 12% en Colombia, Uruguay y Brasil. (Ver Cuadro 2.) En los ocho países restantes la brecha de género en esta percepción no es mayor a los 4 puntos porcentuales, por lo que las diferencias de opinión entre hombres y mujeres no son sustanciales. Honduras es el único país de la región en donde la probabilidad de que las mujeres perciban progreso es ligeramente mayor que la de los hombres, con apenas 2 puntos de diferencia. En México, la diferencia de opinión entre hombres y mujeres es apenas de 2 puntos porcentuales.
La encuesta indica que los jóvenes tienden a percibir el progreso más que los ciudadanos de edad avanzada. Esto se observa en 15 de los 18 países; en 9 países la diferencia de percepción es de 5 puntos o más. En donde mayor brecha generacional se observa es en Nicaragua y Perú, que registran una diferencia de 17 y 15 puntos porcentuales en las opiniones, respectivamente. En contraste, Venezuela es el país donde esta relación es inversa, es decir, la generación de mayor edad percibe más progreso que los jóvenes, aunque la diferencia es de tan sólo 5 puntos porcentuales. (Ver Cuadro 3.) En México se observa una brecha generacional de 8 puntos, con los jóvenes percibiendo más progreso que los mayores.
Acaso las percepciones de progreso tengan más que ver con la clase social que con el sexo o la edad de los entrevistados. De acuerdo con los datos del estudio, efectivamente la clase social genera brechas más marcadas en las percepciones de progreso en la región. De manera casi generalizada, la clase media tiende a percibir más el progreso que las clases trabajadora y popular.1 Éste es el caso en 17 de los 18 países estudiados; en 13 de ellos se aprecian diferencias de opinión mayores a los 4 puntos porcentuales y en 10 de ellos la brecha es mayor a los 10 puntos porcentuales. (Ver Cuadro 4.) Al parecer, la clase social genera diferencias más marcadas en las percepciones de progreso que el sexo o la edad.
En Perú se observa la mayor brecha de opinión por clases. La diferencia es de 24 puntos porcentuales: 63% de la clase media percibe progreso en el país, frente al 39% de las clases trabajadora y popular. Éste puede ser un indicador de que, si bien hay una percepción de progreso en el país (Perú se ubica entre los cinco países con mayor percepción de progreso), dicha percepción varía fuertemente dependiendo de las desigualdades de clase. En Brasil y Uruguay, por ejemplo, también se percibe progreso, pero la diferencia de opinión entre las clases sociales es menor, de entre 9 y 10 puntos, comparada con la brecha de 24 puntos en Perú.
Chile es el segundo país con mayor brecha en la percepción de progreso según la clase social, con 19 puntos porcentuales, seguido por Colombia y Nicaragua (en donde la brecha es de 17 puntos), así como por Panamá (con una brecha de 16 puntos). La brecha de opinión por clase en estos cinco países se ubica por arriba del promedio regional, que es de 14 puntos porcentuales. En México, la clase media también es más propensa a percibir progreso en el país (29%) que las clases trabajadora y popular (18%), con una brecha de 11 puntos porcentuales. Por su parte, Venezuela es el único país en donde las clases medias perciben menos progreso que las clases populares, aunque la diferencia es apenas de 2 puntos porcentuales, por lo que no puede hablarse de una brecha sustancial.
Como puede verse en todos estos datos, las percepciones de progreso varían de país a país y dentro de cada país dependiendo de las características de las personas. La clase social parece producir diferencias de opinión más marcadas que el sexo o la edad de los entrevistados. Casi de manera generalizada, las clases medias en la región perciben más progreso que las clases trabajadora y popular. Pero la imagen de progreso puede reflejar distintas facetas y no solamente el ámbito económico. En ese sentido, ¿qué percepciones de crecimiento económico para los próximos años predominan hoy en América Latina?
Según los datos del estudio Latinobarómetro 2011, 31% de los latinoamericanos cree que la situación económica de su país va a mejorar mucho o algo en los próximos tres años, frente al 24% que opina que la situación económica va a empeorar. La brecha de expectativas es de 7 puntos porcentuales en favor de la postura optimista. (Ver Cuadro 5.) El optimismo económico futuro se observa en 12 de los 18 países, liderados por Argentina, en donde por cada pesimista hay cuatro optimistas. Otros países en donde impera un optimismo económico por arriba del promedio regional son Uruguay, Perú, Paraguay, Panamá Venezuela, Colombia, Brasil, Chile y Ecuador. En Nicaragua también hay una proporción de optimistas ligeramente mayor, pero por debajo del promedio regional.
En contraste, hay 7 países en donde predomina el pesimismo económico, es decir, en donde la proporción de gente que opina que la economía va a empeorar supera a la proporción que opina que va a mejorar. Entre esos países se encuentra México, con un balance de dos puntos que inclina la balanza de expectativas hacia el pesimismo. La República Dominicana aparece como el país más pesimista con respecto al comportamiento de la economía del país en los próximos tres años, con un 56% de personas que esperan que ésta empeore y un 20% que espera que mejore: una diferencia de 36 puntos que claramente inclinan la balanza al pesimismo.
¿Están las expectativas subjetivas de crecimiento económico ligadas al desempeño objetivo de las economías de los países? Según la información que se muestra en la Gráfica, las expectativas manifestadas en la encuesta sí reflejan o se relacionan de manera importante con el comportamiento económico objetivo, en este caso el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB). Como puede apreciarse, entre mayor es el crecimiento económico registrado en 2011, mayor es el porcentaje de gente en cada país que espera mejoría económica para los próximos tres años. La correlación simple entre estas dos medidas es de .69. Argentina y Panamá destacan como los países con mayor crecimiento económico (objetivo) y mayor optimismo económico futuro (subjetivo), mientras que El Salvador registra el menor crecimiento y el menor optimismo.
Esta gráfica evidencia con toda claridad que las percepciones económicas de los latinoamericanos no son producto solamente de la subjetividad o de expectativas ajenas a la realidad, sino que reflejan muy bien las condiciones objetivas de los países. México se ubica en un grupo de países en donde el crecimiento económico fue comparativamente bajo (en relación a la región su conjunto) y cuyo optimismo económico también es comparativamente menor. El 4% de crecimiento del PIB proyectado para 2011 en el país se asocia con poco menos del 30% de mexicanos que esperan una mejora económica para los próximos tres años. En contraste, poco más de 8% de crecimiento del PIB en Argentina produce que poco más del 40% de los argentinos manifieste optimismo económico. Si bien no es posible establecer una relación aritmética, pareciera que un punto porcentual de crecimiento económico en el país genera un crecimiento de aproximadamente 4 puntos porcentuales en el optimismo económico con estos datos.
En suma, América Latina enfrenta una desaceleración de sus economías nacionales, y los latinoamericanos parecen estar conscientes de ello al expresar menos optimismo económico en este año que en 2010. Como se ha mostrado aquí, las expectativas económicas reflejan de manera muy certera las condiciones económicas de crecimiento, lo cual probablemente ha abonado a las percepciones de progreso que hoy prevalecen en la región. Mientras que 35% de los latinoamericanos cree que su país está progresado, 31% también cree que la economía nacional mejorará en el próximo trienio. Esto quiere decir que aproximadamente un tercio de la población de la región percibe progreso y espera con optimismo los próximos años. Aunque no exclusivamente pero si de manera notable, las clases medias latinoamericanas son las que suelen percibir más el progreso y a manifestarse con mayor optimismo. Venezuela es una clara excepción. Habrá que estar atento a la evolución de estas actitudes y expectativas de los latinoamericanos, así como a la confianza del consumidor en la región.2
ALEJANDRO MORENO es profesor de Ciencia Política del ITAM y Director Operativo del Estudio Latinobarómetro 2011.
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1 Para generar un indicador de clase media, el autor de este artículo combinó las variables de escolaridad, ingreso subjetivo y clase social subjetiva. El porcentaje de entrevistados clasificados como clase media es de 37% a nivel regional, y varía en un rango que va desde 52% en Argentina hasta 19% en El Salvador. En México, el porcentaje de clase media según esta medida es de 36 por ciento.
2 Por primera vez, el Estudio Latinobarómetro incluyó en su encuesta de 2011 preguntas para calcular el índice de confianza del consumidor, el cual puede ser consultado en el Informe 2011 .