En el año 2006, durante las últimas semanas de su gestión como director de Canal 22, Enrique Strauss llamó al experimentado cineasta Jaime Kuri para realizar un trabajo con Carlos Fuentes. Generosamente, Kuri a su vez me invitó a colaborar a mí en este proyecto fraguado al vapor: como de costumbre, el escritor debía partir hacia Europa en un par de días, de modo que al día siguiente de la primera junta de producción dispondríamos de tres horas con él y nada más. Así, la situación misma estableció un clima de reto que nos dictó el único modo viable de aproximarnos al encargo: sin mayores preparativos y basándonos en el espíritu confesional y a un tiempo juguetón que nutre el libro En esto creo (2002), abecedario personal donde Fuentes, avanzando de la A a la Z, va haciendo un recorrido de ideas y vivencias, estableciendo una especie de declaración de principios. Nosotros lo abordaríamos con una lista de nuevas palabras, tres por letra del alfabeto, para que él escogiera una de cada una. Dadas las condiciones apuradas del acuerdo con Canal 22, ya se estaban posicionando la iluminación y el equipo cuando apenas le participábamos al escritor que la idea sería que él desarollara los temas frente a la cámara, sin cortes de por medio. Él mismo dio un paso más adelante, excitado por el desafío, y propuso: “Ya entendí, pero entonces no quiero saber de antemano cuáles son las palabras, mejor me las dicen a boca de jarro y yo las escojo sobre la marcha”. Y así lo hizo. El resultado es En esto también creo, un tour de force que nos entrega a Carlos Fuentes en la cúspide de su lucidez.
Procurando que el testimonio mantuviera verdadera frescura y una fluidez inconsútil, la lista de palabras se construyó de manera azarosa, casi como si se tratase de la escritura automática propuesta por los surrealistas, por ejemplo: Ardor, Ataduras, Amenaza. Ya en pantalla, Fuentes pondera su elección y, en unos cuantos instantes, elige su palabra, la asignatura a desarrollar. Así, nos dice: “La amenaza es insoportable…”.
Concluye el primer tema y ya tiene —sin haber tomado agua, sin respiro de por medio— su siguiente tríada de opciones: Beatitud, Buñuel, Burma. La mecánica a la que obedece la entrevista —aunque pudiera parecer previsible, pues necesariamente la C sigue a la B, y después tendrá que llegar la D— no deja de resultar intrigante y gratificante: estamos muy de cerca ante un espontáneo proceso mental, el fascinante trayecto de una inteligencia. Fuentes entrecruza su experiencia vital con sus convicciones más hondas, su credo. Pasa fluidamente de un asunto a otro. Verdadero histrión, el hombre calibra cada frase y nos mantiene en algo muy parecido al suspense cinematográfico.
Respecto a la idea de trascender, nos avasalla con una sentencia inesperada: “El afán de perennidad es la muerte del artista”. Al vuelo, en continuo, en un prodigioso ejercicio ininterrumpido que dura 29 minutos, va de una materia a otra, de una tónica a otra, y concluye con una declaración respecto a su infancia fantasiosa: se describe disfrazado de El Zorro, dibujando zetas en el aire con un florete imaginario. No es difícil entender que está describiendo sus primeros pasos en el terreno de la ficción.
Tal vez lo que acabe distinguiendo este breve documento de entre tantas y tan lúcidas entrevistas concedidas por Fuentes es la permanente sensación de estar ante un discurso a contrarreloj. Detrás, solo muy detrás del destello mental, se sugieren fisuras, dolores, ausencias que nos completan el perfil humano. Por lo demás, hay algo de prueba deportiva, de juego virtuoso en el mejor sentido, de desempeño heroico: las palabras que el escritor improvisa ante la pantalla poseen un alto contenido lúdico, el hombre emplea sus mejores cartas y logra ser a un tiempo jocoso, íntimo, profundo y, muchas veces, celebratorio.
CARLOS FUENTES – En esto también creo (ACRÓNIMO)
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CLAUDIO ISAAC (1957) es escritor, pintor y cineasta. Ha publicado Alma húmeda, Otro enero, Luis Buñuel: a mediodía, Cenizas de mi padre y Regreso al sueño, poemas reunidos 1993-2011, entre otros libros. Su novela El tercer deseo circulará en breve.
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