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La gramática va en femenino: ¿lenguas sexistas o hablantes sexistas?
Blog | E'px | Yásnaya Aguilar | 07.03.2012 | 10 Comentarios

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Mientras que la relación entre las palabras y el mundo parece más o menos trasparente, la relación entre ese andamiaje oculto de las lenguas que es la gramática y las categorías extralingüísticas es una relación compleja que desata discusiones apasionantes y apasionadas. Una de ellas, de las más controvertidas, tiene que ver con el género. Hace unos días, la Real Academia de la Lengua, a través de un artículo escrito por Ignacio Bosque y suscrito por 26 académicos, fijó postura sobre el sexismo lingüístico y la visibilidad de la mujer mediante el análisis de diversas “Guías de lenguaje no sexista” que se han publicado en los últimos años en diversas instituciones. El artículo, como era de esperarse, desató muchas reacciones encontradas que me provocaron preguntas sobre la manera en la que este “lenguaje no sexista” podría aplicarse a lenguas distintas del español.

Lo que se considera “lenguaje sexista” abarca muchos aspectos de la lengua pero el que más me llama la atención es la marca de género, femenino o masculino, que llevan los sustantivos del español. En aras de eliminar el uso sexista de la lengua, se alienta a utilizar frases como “las niñas y los niños”, “todas y todos” etc. La gramática del español obliga a clasificar los sustantivos en dos grupos, que por ahora llamaré grupo 1 y grupo 2, esta distinción aparece no solo en el sustantivo sino también en el artículo y el adjetivo que pueda acompañarlos: “La niña alta/ El niño alto”. Esta diferencia se aplica a todos los sustantivos del español, no hay ninguno que no pertenezca a uno de estos dos grupos pero hay que hacer notar que de todos ellos, el subgrupo de sustantivos cuyo referente en el mundo tiene sexo es muy, muy pequeño, solo los seres vivos. Gran parte de la discusión tiene que ver con el hecho de que a la distinción entre el grupo 1 y el grupo 2 se le llame “género”, el género gramatical es algo radicalmente distinto del género como categoría biológica o social, es algo distinto del género como sexo. El género en la gramática se entiende más en su sentido etimológico, como clase, como tipo, por lo que podemos afirmar que los sustantivos del español se dividen en dos clases a los que, también desafortunadamente, se les llama femenino y masculino pero ¿qué de “masculino” hay en el sustantivo “suelo”? ¿qué de femenino hay en el sustantivo “pared”? ¿Qué hace que “mesa” y “elevación” sean femeninos y no masculinos? Ciertamente no su sexo.

En la gramática del español solo existen dos grupos y lo que pertenezca a uno u a otro pocas veces tiene que ver con el sexo de su referente en el mundo, el sustantivo “llama” es de género gramatical femenino aunque sus referentes sean animales sexuados tanto masculinos como femeninos. En el mundo pertenecen a dos clasificaciones distintas, en la gramática a una sola. Hay que separar las palabras de sus referentes. Las palabras pertenecen a la gramática, los referentes al mundo y los principios de clasificación no son los mismos en la gramática y en el mundo; de ahí que utilizar “los niños” para referirse a seres sexuados masculinos y femeninos no implica discriminación, se refiere a todo el conjunto porque la palabra “niños” no es masculino en cuanto al sexo, simplemente indica que pertenece a una de las dos clases de sustantivos del español, la misma a la que pertenecen “piso”, “amor”, “ruido”, “cenit”, “lápiz”.

El latín, por ejemplo, dividía los sustantivos en tres clases, a una de esas clases se le llamó “femenino”, a ella pertenecía el sustantivo “nauta” que significa ”marinero”, una ocupación que en esa época estaba totalmente relacionada con el sexo masculino. ¿Esto significa que el latín era una lengua menos sexista? No, eso significa que el género gramatical no tiene nada que ver con el sexo.

Este asunto es aún más interesante en otras lenguas, en ayuujk (mixe) los sustantivos no se dividen en clases, es decir, no marcan género gramatical y desgraciadamente eso no hace que los hablantes de esta lengua tengamos relaciones equitativas y justas entre hombres y mujeres automáticamente. En cierta variante de mixteco los sustantivos se dividen en 5 géneros, 5 clases, en los que el hecho de que el referente tenga sexo masculino y femenino no es determinante para su pertenencia a una clase u a otra, igual que en español. En otras lenguas los sustantivos pueden llegar a dividirse hasta en 14 clases o géneros gramaticales, incluso tal vez más. ¿A qué género pertenecen “niña” y “niño” en ayuujk? A un mismo género gramatical, a una misma clase, mientras que en español pertenecen a géneros gramaticales distintos, aunque en la Ciudad de México y en Ayutla (mi pueblo) los niños tengan sexo masculino y las niñas sexo femenino. Las diferencias en el género entendido como sexo solo pueden ser dos; en el género, entendido como clase gramatical, pueden ser tres como en latín, ninguno como en ayuujk, cinco como en mixteco, 14 como en algunas lenguas mayas o dos como en español. Distintas gramáticas, mismo mundo: las disparidades del mundo se resuelven en el mundo no en la gramática. La disparidad entre hombres y mujeres no se resuelve en la lengua. ¿Cómo sería el lenguaje no sexista en ayuujk, en latín, en mixteco, en jacalteco?

Sin embargo, entiendo que utilizar “todas y todos” tiene como objetivo llamar la atención sobre un fenómeno más complejo que es la relación entre géneros (no gramaticales); si se utiliza para hacer notar la existencia de un fenómeno me parece un uso interesante, el problema es que después el uso de este lenguaje “no sexista” parece convertirse en el fenómeno mismo. Conozco hombres con un impecable uso “no sexista” de la lengua que ejercen cotidianamente distintos tipos de violencia sobre las mujeres.

Alguien me preguntaba si estaba yo de acuerdo con el uso de expresiones como “todas y todos”, si deberían usarse o no. Yo creo que la lengua es uso y si estas expresiones se utilizan, entonces existen. Estoy en contra de la prescripción lingüística, no creo que debiera dejar de decirse “todas y todos”, pero tampoco creo que deba ser de uso obligatorio. No creo en normar el uso de una lengua, no es posible hacerlo. Y como la gramática no es mundo, ni creo que los que utilizan “todas y todos” sean menos sexistas, ni creo que los que utilizamos solo “todos” lo seamos más. En lo personal preferiría superar estas discusiones y adentrarnos en otras que pueden ayudar a establecer relaciones más sanas y justas entre hombres y mujeres. Somos los humanos los sexistas, no las lenguas. A la gramática lo que es de la gramática, y al mundo lo que es del mundo.

10 Respuestas para “La gramática va en femenino: ¿lenguas sexistas o hablantes sexistas?
  1. A dice:

    Bertha González Zárate, me apropiaré de este texto. Es una explicación perfecta.

  2. cftbet dice:

    que juay todo yo estoy aprendiendo un poquo de todo

  3. Francisco Arellanes dice:

    Muchas felicidades Elenita por este artículo tan claro. Tienes la virtud de exponer temas complicados haciéndolos parecer simples. Por supuesto que no todos van a estar de acuerdo con tu perspectiva, pero me parece que para los no lingüistas tu artículo puede ser un punto de partida -si tienen la humildad suficiente para hacerlo- para cambiar su perspectiva respecto de la relación entre gramática y lenguaje, por un lado, y entre lenguaje y sociedad por el otro. A menos que uno realmente se haya ocupado de estudiar las gramáticas de las lenguas, sobre todo de lenguas distintas a su lengua materna y que, idealmente se trate de lenguas de distintas familias lingüísticas (sea como profesor de idioma, como traductor o como lingüista), las diferencias anteriores parecerán demasiado sutiles. Creo que algunas de las críticas que hace el usuario Bertha González Zárate a tu escrito tienen que ver con una postura Determinista (más en el sentido de Whorf que en el de Sapir) que ya ha sido superada ampliamente hace bastante tiempo. Al margen de eso, me parece que abogar porque «niña» sea genérico pretendiendo con eso contribuir a una supuesta equidad de género es como pretender mejorar los hábitos alimenticios comprando un nuevo juego de cubiertos. Un abrazote.

  4. Mariana Gómez del Campo dice:

    Ay César, el que es Neanderthal, ni comiendo libros se lo quita. El término «feminazis» es esencialmente «resentido», es una expresión de odio machista, y lo utilizan los machos que se sienten amenazados por un movimiento que ha venido a quitarles todas sus prebendas. Y seguiremos blandiendo nuestra espada. Aun a costa de machos resentidos, odiadores e ignorantes como tú, «hombre chiquito».

  5. Yasnaya Elena Aguilar Gil dice:

    Muchísimas gracias por sus comentarios, me han hecho pensar mucho y reflexionar más. Aquí va una respuesta.
    Antes de dar la explicación lingüística quisiera aclarar que no estoy en contra del uso de «todas y todos» como tampoco estoy en contra del uso de solo «todos»; en general estoy en contra de normar la lengua, la oralidad, es imposible hacerlo (preguntar a la RAE). Así que la intención de esta nota no fue abogar en contra del uso de «todas y todas» si no explicar la naturaleza de una categoría gramatical acusada de distinción sexista. No creo que haya usos correctos o incorrectos de la gramática, me gusta describir los fenómenos lingüísticos sin prescribirlos. Tampoco estoy de acuerdo en tildar a alguien de sexista si solo utiliza «todos». También quisiera decir que la sociolingüística es una de mis pasiones y he tenido y tengo un interés especial en explorar la relación lengua-mundo, lengua-cultura, lengua-sociedad en diversas lenguas.
    Creo que el problema comienza con una confusión: se confunde lenguaje, lengua y gramática (debí aclararlo aún más ). Como apasionada de la sociolingüística, sé que hay una parte de la lengua que se relaciona directamente con el pensamiento, la cultura, el mundo, pero hay otra parte de las lenguas, la gramática, que no lo hace, por ejemplo, el hecho de que una lengua tenga tres marcas morfológicas de número (singular, dual y plural) ¿quiere decir que hay tres categorías en el mundo? no, es un asunto de la gramática, y creo que lo que se llama género gramatical es eso, gramatical, por eso es posible que en muchas lenguas mexicanas haya 1 , 2, o 3 o 5 o 14 clases distintas de sustantivos aunque en el mundo siempre hay dos sexos: femenino y masculino. Por eso quise hablar de gramática no de lengua. Tendríamos que decir que la gramática del mixeno es sexista mientras que la del español sí?? Es insostenible.
    Si el uso de «todas y todos» se generaliza y ya todos los hablantes de español usamos ese doblete léxico entonces algunas palabras de la lengua habrán cambiando pero no las categorías gramaticales asociadas (porque entonces habría que aplicarlo a sustantivos con referentes no sexuados y decir siempre «los y las lápices»). Si se usa «todas y todos» como estrategia para llamar la atención sobre un fenómeno me parece muy bien, pero de ahí a considerar que la gramática es la sexista… es algo indemostrable, además si se lograra abolir esa distinción gramatical no significaría que se ha logrado más equidad de género, en mixe no hay tal distinción y eso no significa para nada que los mixes ya lo hayamos logrado, incluso el hecho de que el mixe no tenga esa categoría en la gramática no impide que la gente sea sexista en el discurso. Aboliendo la distinción gramatical, si fuera posible, no se estaría eliminando algo más grave: tener discursos enteros sexistas. La lengua es más que gramática pero de toda ella lo que no puede ser en absoluto sexista son las categorías gramaticales. Claro que la lengua se relaciona con el mundo y qué decir del lenguaje, pero la categorías gramaticales no son calcas de categorías del mundo, si no, en todas las gramáticas del mundo tendríamos solo dos distinciones de género gramatical (habiendo dos sexos en el mundo) y la evidencia lingüística, sobre todo en un país tan diverso como el nuestro, demuestra lo contrario. Por eso no dije «a la lengua lo que es de la lengua y al mundo lo que es del mundo» sino más bien, «a la gramática lo que es de la gramática y al mundo lo que es del mundo». En mi lucha a favor de la equidad de género prefiero concentrar los esfuerzo en eliminar «discursos y prácticas sexistas» y no «categorías gramaticales» supuestamente sexistas. Ojalá que al cambiar marcaciones morfológicas gramaticales pudiéramos cambiar el fenómeno mismo, yo prefiero trabajar por cambiar el fenómeno mismo. Muchas gracias
    P.D. En cuanto a lo de «la ignorancia es osada» estoy completamente de acuerdo, seguro que sus comentarios y esta discusión me han hecho aprender muchas más cosas.

  6. Bertha González Zárate dice:

    ¿Acaso Yásnaya Aguilar se olvida de que la gramática es una creación de los seres humanos para comunicarse y de que al hacerlo -al comunicarnos- nos entendemos y entendemos el entorno –el mundo- en la forma y medida en que ese lenguaje nos permite hacerlo?, ¿considera que el lenguaje no estructura a la sociedad y a sus integrantes? El lenguaje nos construye. Sin lenguaje –incluyo la gramática, por supuesto- no hay sociedad. Me parece que reducir el debate a una serie de precisiones de carácter estrictamente lingüístico es evadir la naturaleza del mismo.

    Este texto me da la impresión de que la autora comprende mucho sobre cómo se estructura el lenguaje, pero muy poco sobre cómo el lenguaje estructura a los seres humanos y a la sociedad. Parece creer que lenguaje y vida humana son dos cosas separadas.

    Dice Yásnaya Aguilar: “somos los humanos los sexistas, no las lenguas”… y, con ello, parece olvidar que las lenguas SON HUMANAS y como tales son reflejo de los seres humanos que las estructuran, las desestructuran y las modifican. Da la impresión de que ignora –o niega- que, a su vez, las lenguas nos estructuran, en tanto son nuestra vía para Existir Funcionalmente en el Mundo al tiempo que, valiéndonos del lenguaje como de tantas otras herramientas, lo creamos y recreamos.

    El lenguaje es el elemento indispensable para concebirnos a nosotr@s mism@s, a l@s demás y a nuestro entorno. El lenguaje estructura las dinámicas sociales: es lo social por antonomasia. SIN LENGUAJE NO HAY CULTURA, SIN LENGUAJE NO EXISTIRÍA LA SOCIEDAD O, AL MENOS, NO TAL Y COMO LA CONOCEMOS… Es lógico entonces que para Conocer Otra Forma de Sociedad, es decir, Una Sociedad con Equidad de Género, libre de Sexismo, para cambiar ese tipo de “Mundo” –como le llama la autora a nuestra vida en sociedad- es indispensable reconfigurar los elementos que le han servido de base, entre ellos, sí, EL LENGUAJE… ése elemento al que la autora plantea ajeno a la vida en el “mundo”.

    La autora pretende simplificar el debate con la siguiente declaración: “Gran parte de la discusión tiene que ver con el hecho de que a la distinción entre el grupo 1 y el grupo 2 se le llame ‘género’” NO, el problema no es con esa distinción entre los usos o significaciones del término “Género”. El asunto se relaciona, más bien, con la influencia que la construcción GRAMATICAL de Lo Femenino y Lo Masculino tiene sobre la construcción SOCIOCULTURAL DE LOS GÉNEROS (de las personas como seres sexuados a quienes se nos construye culturalmente conforme a una dicotomía femenino/masculino).

    También me sorprendió mucho leer lo siguiente: “Hay que separar las palabras de sus referentes. Las palabras pertenecen a la gramática, los referentes al mundo” Yo me pregunto, ¿Cómo se puede separar a la palabra de su referente?, ¿qué es el referente sin su palabra… y viceversa? Palabra y referente se construyen mutuamente y no existen el uno sin el otro. Sólo así podemos acceder a una comprensión de los mismos… y del mundo.

    Esta visión propone así una partición artificial –pues es sustancialmente imposible- de la realidad humana, realidad compleja conformada indisolublemente por palabras y existencia (circunstancias, interacción social, etc) Al designar la existencia en sus infinitos aspectos, las palabras también la construyen… y la existencia da origen y transforma las palabras que pretenden descifrarla. En este juego, las dinámicas sociales también se construyen y se transforman…. sí, el lenguaje, con todo y su gramática, tiene un papel fundamental en ello.

    La esencia del debate sobre el genérico masculino -al menos por parte de quienes pugnan por eliminar su uso- no es sobre la naturaleza gramatical del mismo, sino sobre la Función Estructurante de lo Social que, como herramienta lingüística, le está implícita. Esta función es particularmente revelante desde una Perspectiva de Género, pues incide en la Invisibilización de la Existencia Social de las Mujeres, a quienes pretendidamente hace alusión simplemente subsumiéndolas en Lo Masculino, elemento que lingüiística y culturalmente identifica a los hombres (cuando se refiere a ése grupo tan ‘pequeño’, pero tan significativo: las personas). De este modo, el sujeto masculino se constituye como El Referente Universal para la humanidad…. y las mujeres se construyen como lo específico, sujetos a quienes no es necesario aludir aún si forman parte del grupo al que se alude.

    Analizando cómo se plantean las dinámicas de relación entre personajes femeninos y masculinos en un libro de cuentos, he encontrado múltiples ejemplos interesantes sobre la relevancia del genérico masculino, entre los cuales está el siguiente:
    “Antonio convive mucho con sus amigos de la escuela”…
    Me pregunto, ¿Antonio tendrá también AMIGAS?… mi duda queda sin resolver. Pero sí tengo certeza de que tiene amigos varones. Pueden conceder o restar importancia a esto… pero no creo posible negar que el lenguaje sí influye determinantemente en la concepción y construcción de un mundo con género. Inexplicablemente, Yásnaya Aguilar parece ignorarlo

  7. Luz Cirenia Ontiveros dice:

    Es gratificante leer artículos tan ilustrativos y a la vez, amenos. ¡Felicitaciones!

  8. lg dice:

    denominación

  9. lg dice:

    Interesante la distinción género gramatical/sexo y el énfasis conclusivo en la existencia de prácticas sexistas y no de lenguas sexistas. Sólo que la lengua es también una práctica (‘mundana’); y aunque se distingue la dominación de su referente en el mundo, es «en el mundo» que la gramática se produce (en contexto). Ya la socio-lingüística había avanzado en este sentido: que el estudio de la gramática sirva para develar sus conexiones con el mundo y no para negar su significación histórica y social. Nota: sí, llama es femenino, pero niño es masculino y niña femenino (gramaticalmente), si es admisible la inclusión de los unos en los otros por que no decir niñas en genérico en vez de niños? no sería gramaticalmente tan correcto como hablar de «las llamas» siendo animales sexuados ‘femeninos’ y ‘masculinos’?

  10. César dice:

    Felicidades, hasta que leo un artículo inteligente sobre el género en nuestra lengua. Efectivamente, como si utilizar «todas y todos» cambiara la realidad que vivimos. Eso, por desgracia es una espada de cartón con la que pretenden luchar muchas «feminazis» resentidas sin darse cuenta que están blandiendo su espada al aire. En hora buena.

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