Friday, 22 November 2024
Artículos relacionados
Antoine D’Agata
Mutt | | 28.11.2013 | 0 Comentarios

BartolomeBarra
La obra de Antoine D’Agata trata de cuerpos humanos que se retuercen. Con la profundidad, y todas las implicaciones, que el retorcerse conlleva: retorcerse del cuerpo porque el dolor, o el placer, son demasiados y están a punto de destruir; retorcer los límites con los que una persona puede trascender lo humanamente moral, lo humanamente decente; retorcer a la mente y lo que concibe de la muerte, la violencia y lo meramente decadente. La obra de D’Agata es una experiencia de nuestros propios límites.

Se disfraza como un fotógrafo editorial, como un archivista de sus tiempos, pero nadie se engaña: por más que muchas de sus imágenes retraten un momento particular de la historia, la suya es una obra fundamentalmente personal: sea con prostitutas del Sudeste asiático, drogadictos continentales o albergues en destrucción, la rúbrica de D’Agata es evidente y uno supone responde a sus deseos, y a sus terrores, más íntimos.

Aunque quizá sea más asunto de sus terrores, o del terror que es su realidad.

Porque en la fotografía del español no hay espacios de luz que nos regalen respiro. No existen movimientos claros, o poses fijas, que nos aclaren los panoramas. No se integran ni se separan vivos de muertos, mujeres de hombres, jóvenes de viejos o asiáticos de latinoamericanos. Lo que hay son hoteles abandonados, mujeres cogidas hasta la violencia, sufriendo, cuerpos amorfos, drogas, desolación, muerte, olores fétidos, dolor y encierro.

Hasta en sus paisajes encontramos una angustia claustrofóbica que no se borra ni con su probable viento ni con la calma de un prado. No hay concesiones, ni debe de haberlas; en una operación tan redonda como la de D’Agata, una sola falla sería fatal para su obra en conjunto: de sus imágenes nadie puede salir vivo.

Como en aquella serie en donde una mujer o un niño rapado se inyectan para después ser víctimas de alguna violenta actividad sexual, misma que produjo imágenes de cuerpos borrosos y sexuados e indistinguibles en esa cama roja que parece una tumba, una tumba caliente y texturizada de la que nadie escapa. El que violenta a la muchacha y al niño es el propio fotógrafo.

Porque D’Agata, a diferencia de la idea clásica del fotógrafo, no es un voyeur. Más bien, somos nosotros los que estamos espiando su vida, que parece tan improbable que asumimos que él es una suerte de sacrificio humano para que nosotros conozcamos la tragedia del mundo. Y no es una tragedia metafórica, ni material – aludimos ya a que lo suyo es la miseria, el mundo olvidado, el mundo pobre, el mundo mutilado y marginado.

En este contexto D’Agata se salva también de ser un “poeta maldito”, un enfant terrible que utiliza sus joyas de rebeldia como su principal herramienta de venta: aunque aparezca, no aparece en sus fotos. Nunca se distingue su rostro ni su cuerpo, y su humanidad (que es lo único que entendemos) es la Humanidad de todos nosotros; más que un fotógrafo, un voyeur, un marginado, es un emisario.

De ahí que lo grotesco no sea D’Agata, sino su obra. Un impuro y un desgraciado que en ningún momento denigra el ser impuro o desgraciado. Lo vive. Lo asume. No se regodea, porque tampoco es la idea; regodearse en la miseria y en su propia decadencia es asunto de adolescentes rebeldes que en realidad no entienden la tragedia. D’Agata es la tragedia, y su obra es su retrato.

Ahí nos encontramos con verdadera bondad: bondadoso el que puede asumirse como parte del otro (la calva violada, el junkie, el desplazado) sin pedirle nada a cambio más que compartir su otredad. Fundirse, como se funde D’Agata, en los cuerpos. Que suden juntos. Y que juntos sufran y necesiten escapar.

No ha existido en la historia de la fotografía alguien con tanta ferocidad y entrega. Si el fotógrafo es un espía de las realidades ajenas, D’Agata es todo menos un fotógrafo: él existe en los más profundos de nuestros rincones.

Dejar un comentario



El rostro del misterio
De no existir las imágenes fotográficas, estaríamos condenados a padecer la frustración del aposento doble, fenómeno de la percepción o estado psíquico descrito con delectación y abatimiento por Baudelaire en uno de sus Pequeños poemas en prosa. Ahí el poeta narra la fugaz ensoñación que lo impele a ver el cuchitril donde vive como “una […]
Las mujeres de los escombros
Ziegelstein-Lager in der Berliner Möckernstraße (Almacén de ladrillos en la Möckernstraße de Berlín), Gerhard Gronefeld / Deutsches Historisches Museum, Berlin, diciembre de 1945.   La fotografía no es tan antigua como aparenta. Es el primer invierno tras el final de una guerra que ahora parece distante porque los que la miraron de frente ya no […]
Fotografía
Desde tiempos prehistóricos, el hombre recurrió a la creación artística con fines rituales, mágicos y espirituales. Lo primero que plasmó en las pinturas rupestres fueron animales: sabía muy bien que eran su sustento y, al mismo tiempo, sus iguales. Que les debía veneración y respeto. En la actualidad, la mayoría de nosotros ha perdido esa […]
Juntos
  Elliott Erwitt, Belgium. Brussels. 1957. De la escena, la expresión del perro es lo que me atrapa. La vida de los perros me fascina, me intriga, me desespera. Su relación con nosotros es difícil de describir con palabras, pero la imagen que vemos ahora podría resumirla muy bien y ser el pretexto para una […]
Las sorpresas de la modernidad
Mucha de la modernidad ha resultado sorprendernos; quizá esa sea parte de la lógica de la modernidad (que aún no termina, por más que así se piense), la de sorprendernos a nosotros los blancos y occidentales, de forma casi permanente. Es una suerte de adicción, un fetiche inconfesable a nuestro propio ingenio, talentos y descubrimientos. […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (153.127)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.908)
...

Con toda la barba (48.014)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.521)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.617)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez