Lo otro y lo continuo en
un cuento de Carlos Fuentes
Shanik Sánchez
Además de ironizar el consumismo, “El que inventó la pólvora”, último cuento de Los días enmascarados, también nos recuerda a Leonia, una de “las ciudades invisibles” de Italo Calvino. Se trata de dos ciudades que se rehacen a sí mismas cada veinticuatro horas a partir de una dinámica consumista: la acumulación de basura está a un paso de asfixiar a sus habitantes. Incluso, esta basura se vuelve un doppelgänger —ese doble fantasmagórico tan recurrente en Fuentes, por ejemplo en Aura— que, tarde o temprano, superará al original. No importa si en Leonia, a diferencia de la ciudad de Fuentes, hay un aparente orden; la aglomeración de desperdicios implica en sí misma la posibilidad inminente de un derrumbe que “sumerja la ciudad en el propio pasado que en vano trataba de rechazar”.
Entonces “El que inventó la pólvora” se convierte en una parábola de la modernidad; creación y destrucción son necesarias para mantener el equilibrio del mundo: “No hay más muebles en el universo que dos estrellas, las olas y arena. He tomado unas ramas secas; las froto, durante mucho tiempo… ah, la primera chispa…”. Paradójicamente, la modernización en su demencia de progreso, de superar el pasado, como si se tratara de purgar “una recurrente impureza”, se encamina a su propia destrucción. Más aún, está creando aquello que trata de rechazar. Se vuelve, pues, al mismo punto de partida: el descubrimiento del fuego, ese pasado, ese otro, del que el hombre moderno ha pretendido diferenciarse.
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SHANIK SÁNCHEZ es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Apasionada del siglo XIX, ha participado en diversos coloquios sobre literatura mexicana de esa centuria. Recientemente leyó una pequeña semblanza sobre Los días enmascarados en el Homenaje a Carlos Fuentes en el marco de la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Los días enmascarados,
de Carlos Fuentes
Diana del Ángel
Al tiempo que las excavaciones en la Ciudad de México, en vías de modernización, sacaban a relucir vestigios de las culturas previas a la llegada de los españoles, la narrativa de Carlos Fuentes atrapaba esas imágenes en su primer libro de cuentos, de corte fantástico. Los personajes de Los días enmascarados dan cuenta del choque entre la realidad y lo fantástico, entre lenguas de piedra y signos de agua, entre la modernidad y ese pasado al que accedemos con solo ver al jardín. “Chac mool” es una historia nacida de las entrañas de la urbe recién abierta y del desgarramiento interno de un burócrata de los cincuenta. Releí el cuento de Tlactocatzine con el asombro de reconocer en esas líneas lo que creía una leyenda urbana, como si la historia del jardín donde perviven muchos tiempos ya me hubiera sido contada junto con los relatos de mi infancia. Estas historias, cuando menos en mi memoria, se han plantado con la misma fuerza con que se arraigan las historias que llevan siglos contándose.
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DIANA DEL ÁNGEL (Ciudad de México) estudió Letras Hispánicas y la maestría en Letras Mexicanas en la UNAM. Ha publicado Vasija (2007) en la colección Hoja suelta, así como artículos sobre retórica, gastronomía y literatura; y poemas en revistas impresas y electrónicas.
©B.J. Carrick, Serpentine lovers,
lápiz y tinta sobre papel amarillo,
21.6 x 28 in, 2009.
El Cuerpo presente
o la memoria irrevocable
David Alejandro Martínez
Las voces. Tras las paredes de adobe las voces que son ecos de soledad. México anclado a la tierra, cascos de las antiguas haciendas o callada, milenaria ciudad de la que surgen los personajes, el paisaje —fantasma de una geografía indefinida, como todo lo que no existe más que en la idiosincrasia de un pueblo y fluye de la pluma de Sergio Pitol.
Nostalgia que encuentra a los Ferri, rancia estirpe de la colonia San Rafael, por ejemplo —y que nos encuentra también a nosotros—, ante el fracaso de no poder acceder a ese pasado, de las cosas que fueron instantes y ahora, magnificadas por el tiempo, se antojan largas estancias: la superficie limpia de un estanque para ver el propio reflejo. No obstante, y lo atestiguan Jesusa o Amelia Otero, la memoria es la mano o la piedra que irrumpe para revolver sus aguas. Se diluyen los nombres, los objetos: juguetes y libros ante el asedio de las pasiones del cuerpo, errantes, como el alma que lo habita, y que se precipitan para perderse en el vórtice del recuerdo y el deseo.
Así son las narraciones cortas del maestro Pitol en Cuerpo presente, impresiones que ahondan en la psique del lector, como los suspiros que da el alma antes de morir, y confrontan con una memoria irrevocable.
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DAVID ALEJANDRO MARTÍNEZ (Chihuahua, 1987) es licenciado en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Participó en el Encuentro Internacional de Escritores Horas de Junio que organiza la Universidad de Sonora. Ha publicado poesía en distintas revistas regionales. Recientemente participó en el Homenaje a los ochenta años de Sergio Pitol en el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Actualmente es becario en el área de investigación de la Fundación para las Letras Mexicanas.
Una autobiografía soterrada,
de Sergio Pitol
Nayeli García Sánchez
La autobiografía proclama el desdoblamiento y la multiplicación del sujeto. El narrador, el personaje y el hombre recorren en armonioso eco las páginas del relato. Una autobiografía soterrada, de Sergio Pitol muestra su devenir escritor. El viaje a la Cuba prerrevolucionaria es, en reflejo, el momento anterior al comienzo de su ejercicio creativo; los viajes a Europa tienen su resonancia en las traducciones que le revelaron nuevas formas literarias, invitándolo a jugar con ellas en su narrativa de largo aliento. La oquedad del traslado lo llevó a entender el centro de su escritura: ese no hallarse en algún lugar mientras dura el recorrido y encontrarse, al tiempo, en cualquier lugar posible: los colores de la memoria filtran el puerto de salida y el de llegada depende de su invención previa. En el libro se cuentan los avatares del escritor y la vida del hombre: el terror infantil, la candidez novata, el adulto hipnotizado. Sergio, risueño y lúdico, se explica las revoluciones del mundo. ~
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NAYELI GARCÍA SÁNCHEZ (Ciudad de México, 1989) es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Ha impartido varios talleres de español y redacción en esa misma universidad. Trabajó como consultora lingüística en la Academia Mexicana de la Lengua. Actualmente colabora con el proyecto de la Enciclopedia de la Literatura en México en la Fundación para las Letras Mexicanas.
©B.J. Carrick, Dylan 1966,
lápiz y tinta sobre papel naranja,
21.6 x 28 in, 2011.