Thursday, 14 November 2024
Artículos relacionados
Crisis de desigualdad
Correo De Europa | Este País | Julio César Herrero | 01.09.2013 | 0 Comentarios

A pesar de la creciente y alarmante desigualdad, el Gobierno español sigue empujando las medidas de austeridad dictadas por la Unión Europea. Rajoy olvida que se debe ante todo a la gente, a esa población cada vez más vulnerada y escindida.
©iStockphoto.com/Kayann

Transcurrido un lustro desde que comenzara la crisis económica mundial que, en el caso español, se unió al estallido de la burbuja inmobiliaria, comienzan a observarse datos preocupantes que solo afloran con el paso del tiempo. Las consecuencias tanto del aumento del desempleo como de los recortes impuestos por algunos Gobiernos son evidentes y tienen un carácter inmediato. Sin embargo, existen otras que se van consolidando calladamente y que modifican la estructura social de un país, solo perceptibles cuando se toma distancia.

Entre 2007 y 2010, España fue el país donde más aumentaron las desigualdades en ingresos disponibles, según la OCDE, y es donde mayor desigualdad existe de toda la Unión Europea. El incremento ha sido de 2.9%. Siguen Eslovaquia (1.4%), Francia y Suecia (con 1% ambos). Si no se tienen en cuenta las ventajas de las políticas sociales, Irlanda es el país donde la brecha es más considerable.

En España, la diferencia entre las rentas del trabajo y las rentas del capital es cada vez más abultada (la mayor parte de la sociedad obtiene sus rentas del trabajo). Esa diferencia se debe, entre otras cosas, a los resultados de una reforma laboral —aprobada sin el consenso de los agentes sociales y con la mayoría absoluta del Partido Popular— que facilita el despido y el abaratamiento de los salarios. Otra consecuencia de esta reforma es el aumento de los trabajadores pobres, es decir, aquellos que tienen empleo pero cuyos salarios no les permiten salir de la exclusión.

Al informe de la ocde se une el de Cáritas. La entidad dependiente de la Iglesia asegura que hay tres millones de personas que viven en la pobreza extrema (6.4% de la población total) y diez millones (21.8%) en la pobreza relativa. Desde el año 2007, la diferencia entre los más ricos y los más pobres ha aumentado 30 por ciento.

La situación que atraviesa España es inquietante por la agresiva política de recortes del Gobierno de Mariano Rajoy, que sufren especialmente los más desprotegidos. El aumento de las colegiaturas para estudiar en la universidad, la subida del impuesto sobre la renta de personas físicas, el fin de la financiación pública a más de 400 medicamentos, las tasas judiciales y la no revalorización de las pensiones son algunas de las decisiones que afectan, principalmente, a quienes disponen de menos recursos. Y sitúan en un notable riesgo de exclusión social a buena parte de esos tres millones de personas.

En el año 2006, 408 mil personas recibieron atención en los centros de acogida de Cáritas. Cinco años después, la cifra superaba el millón. El avance de la pobreza supone el afianzamiento de una brecha social que, además, hará aún más difícil, si cabe, la salida de la crisis. Cuanto mayor es la desigualdad, más dificultades tiene el Estado para combatir la pobreza.

Se trata de solo algunos efectos previsibles, aunque no reconocidos, de una política de austeridad que únicamente ha pretendido alcanzar las cifras de déficit y endeudamiento marcadas por la Unión Europea. Da la sensación de que para conseguir ese fin se han justificado todos los medios y que los números han prevalecido sobre las personas. Parece evidente que el Estado de bienestar, tal y como se concebía hasta ahora, no era sostenible. Sin embargo, la solución no pasa por dinamitar todo y empezar de cero a costa de quien sea.

Un Estado avanzado y socialmente responsable no se puede permitir abandonar a su suerte a millones de personas. No hay duda de que, antes o después, España superará este calvario. La pregunta es: ¿a qué precio? De momento, lo que ha quedado demostrado es la incapacidad de la Unión Europea para exigir la aplicación de una serie de políticas posibles en los plazos establecidos, toda vez que se ha visto obligada a ampliarlos. Todas las predicciones han fracasado estrepitosamente. La propia Unión y diversos organismos internacionales han reconocido el error de no haber previsto las terribles secuelas de medidas extremadamente austeras. Por el momento, nada ha importado más que lograr ciertos objetivos, aunque ello supusiera dar la espalda a millones de ciudadanos. EstePaís

_______________________________________________________________

JULIO CÉSAR HERRERO es profesor universitario. Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Camilo José Cela, combina su actividad docente e investigadora con el ejercicio del periodismo. Escribe una columna semanal y es analista en TVE. Especialista en marketing político, ha asesorado a numerosos políticos latinoamericanos y publicado varios libros y artículos científicos sobre esa materia.

Dejar un comentario



La audiencia ausente
Este texto estará disponible en el transcurso del mes. Por favor, visite el sumario general o el sumario del suplemento de Cultura regularmente. Los títulos subrayados indican que el artículo completo ya está disponible. Suscríbase a Este País y reciba la versión impresa cada mes a la puerta de su casa o cómprela con su […]
Notas sobre el problema catalán
Un recorrido exprés por la historia geopolítica ibérica con el fin de entender el lugar que ocupa Cataluña en la España actual y la efervescencia de las intenciones independentistas. La vieja Europa occidental, embarcada en un interminable proceso de integración política y económica que avanza a un ritmo cansino y que sin embargo ha superado […]
Cinco razones reales
La situación política de España, los escándalos en los que se ha visto envuelta la familia real y la precaria salud del monarca permiten barajar algunas hipótesis sobre la inesperada sucesión. Dos de junio de 2014. Esa es la fecha que pasará a la historia de España. Ese es el día en el que Juan […]
La otra mitad: elecciones en el viejo continente
La memoria histórica también falla. Europa atestigua la expansión de los grupos extremistas, muchos de ellos xenófobos y racistas, y lo hace con la venia de grandes porciones del electorado. ¿Una consecuencia previsible de la mala economía? ¿Problema congénito? “El temor a que el avance de los movimientos populistas y euroescépticos encuentre un reflejo en […]
El reto de la desigualdad
El capitalismo y, con él, las viejas recetas para paliar el empobrecimiento de grandes sectores sociales y la grave desigualdad que el modelo ha traído consigo, dan muestras de agotamiento. Papell, autor invitado de esta columna, comenta el problema y reseña a Piketty. En Europa, la salida de la gran crisis económica, que está teniendo […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (152.722)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.675)
...

Con toda la barba (47.622)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.405)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.496)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez