Mi lengua materna se llama ayuujk en la misma lengua: ‘la lengua de la palabra florida’, según he leído muy frecuentemente. Escucho también muy a menudo que, a diferencia del español, en ayuujk nos expresamos de manera más poética; en lugar de sólo decir ‘tener respeto’ decimos ‘tener temor de la mirada’; a diferencia de la simple frase ‘tener tristeza’, en mixe decimos jotmay ‘multiplicar las entrañas’. Estas afirmaciones también son comunes respecto de otras lenguas indígenas, incluso he leído que estas últimas son definitivamente lenguas más poéticas y metafóricas en comparación con el simple y llano español. A través de ejemplos como éstos se argumenta una supuesta superioridad poética de las lenguas indígenas, como si todos los días, los hablantes de mixe, estuvieramos condenados a ir haciendo poesía al hablar.
Una de las consecuencias de estas afirmaciones es que las traducciones al español de textos cotidianos o funcionales del mixe parezcan obras poéticas en la lengua de llegada. Mediante este mecanismo, una explicación en chatino sobre cómo preparar un guiso puede convertirse en un poema al traducirlo al español. Siguiendo este procedimiento, el nombre de mi lengua materna ayuujk, en lugar de ser traducido al español como ‘mixe’, se tradujera como “lengua de la palabra florida” aunque en realidad no signifique eso; en todo caso, su significado etimológico sería “lengua de la montaña” pero es verdad que cuando utilizo la palabra ayuujk cotidianamente, lo hago sólo para referirme a mi primera lengua; antes de conocer su significado etimológico nunca se me ocurrió que hiciera referencia a la montaña ni aún sabiendolo ahora, hago conciente ese significado cada vez que utilizo esa palabra.
Esto que se hace con las traducciones y afirmaciones sobre el valor poético intrínseco de las lenguas indígenas me parece un claro ejemplo de discriminación positiva. El mismo efecto poético tendríamos si utilizáramos las etimologías del español para argumentar lo poético que es esta lengua, podríamos afirmar que en español para decir ‘recordar’ no decimos vulgarmente solo recordar sino más bien ‘volver a pasar por el corazón’ como su etimología sugiere. Siguiendo este procedimiento, una frase como recuerdo mi hogar podría convertirse en ‘la casa en la que resguardo el fuego volvió a pasar por mi corazón’. En este sentido, también podríamos presumir lo poética y metafórica que es la lengua española.
El significado etimológico puede otorgar valores poéticos pero no podemos decir que los hablantes están conscientes de las etimologías cada vez que hablan, en realidad las desconocemos casi todas y esta afirmación aplica para los hablantes de todas las lenguas del mundo. El significado consciente de jotmay es ‘tener tristeza’, a eso se referie un hablante de mixe cuando la utiliza, aunque no se niega que etimológicamente signifique “multiplicar las entrañas”, algo que los hablantes pueden ignorar perfectamente y que no afecta en absoluto sus capacidades de expresión. Las lenguas indígenas son tan poéticas y metafóricas como todas las lenguas del mundo y, al igual que ellas, pueden ser llanas, prosaicas y groseras.
¿Pero es posible hacer poesía en mixe? Claro, solo que los mecanismos son otros, más complejos, y vale mucho la pena estudiar la manera en la que se construye este lenguaje poético.
[…] 8. Las lenguas indígenas ya de por sí son poéticas. Éste es el clásico prejuicio positivo contra las lenguas indígenas. Bien intencionado en principio, se suele repetir para hablar del valor poético intrínseco, basándose siempre en traducciones literales al español en el que una palabra común como ‘jotkuujk (“contento” en ayuujk) se traduce al español de manera literal como ‘tener las entrañas enderezadas’ otorgándole un efecto poético que no tiene originalmente. Este prejuicio se suele escuchar sobre todo en los medios literarios. La verdad es las lenguas indígenas no son poéticas por naturaleza, igual que todas las lenguas del mundo pueden ser prosaicas, groseras, comunes o sublimes. Según el contexto, podemos usar habla poética o habla común, llana, de todos los días. (Ver http://estepais.com/site/?p=43638 ) […]