La actitud que se asume cuando no hay suficiente dinero en los bolsillos hace de México un país con la mirada puesta en el porvenir. En este estudio, el autor analiza los resultados que, en materia de optimismo, revela el Latinobarómetro.
Los mexicanos muestran una desconexión entre un bajo optimismo respecto a la economía actual y un fuerte optimismo por el futuro, a pesar de las proyecciones a la baja del Banco de México (BM).
Al iniciar un nuevo año, una pregunta obligada es qué expectativas tiene la gente acerca de la situación económica, qué tan optimistas o pesimistas se sienten los mexicanos respecto a lo que les depara el futuro cercano. El estudio Latinobarómetro 2013 ofrece un comparativo de opiniones en 18 países de América Latina y el Caribe que permite saber el grado de optimismo o pesimismo mexicano, y qué tanto este depende de la valoración de la economía actual.
Según el estudio, México se ubica entre los cuatro países de América Latina con las evaluaciones sobre la economía nacional menos favorables. Apenas uno de cada 10 mexicanos afirma que la situación económica actual del país es muy buena o buena. Esto representa menos de una tercera parte de lo que se expresa en Chile, y menos de una quinta parte de lo que se observa en Ecuador.
Hace 10 años, las evaluaciones económicas favorables de los mexicanos eran muy parecidas a las que se observaban en toda la región latinoamericana, y en ambos casos se registró un ascenso importante en 2006. Sin embargo, a partir de 2007 México ha quedado rezagado. Por cada mexicano que opina que la situación económica del país es favorable, hay por lo menos dos latinoamericanos que opinan lo mismo.
Aunque en 2013 México registra un leve aumento en el optimismo, solo fue para situarse en un 10%, 15 puntos por debajo del 25% promedio que se registra en toda la región. Esta es la brecha en sentimiento económico más marcada en los últimos 10 años.
Bajo este panorama, no se esperaría que el optimismo a futuro fuese nutrido en el país. Sin embargo, los mexicanos no dejan de anhelar que las cosas mejoren. El 47% de los mexicanos espera una mejora económica en su situación personal y familiar, apenas 4 puntos por debajo del promedio regional y superando a Uruguay, donde la situación económica actual se mira con mucho mayor optimismo. No obstante, el optimismo nacional es mucho menor que el que se observa en Brasil, donde, por ejemplo, el 65% de entrevistados espera una mejora económica en los próximos 12 meses.
La aparente desconexión entre las evaluaciones poco optimistas que hacen acerca de la situación económica actual y el amplio optimismo que muestran respecto a su situación futura, muestra una faceta interesante de los mexicanos. Hay pesimismo pero a la vez hay esperanza. Una esperanza que contrasta con la realidad: el BM prevé menores tasas de crecimiento en el futuro cercano, una menor creación de empleos de lo que se anticipaba hace unos meses, y ha divulgado la idea de que el PIB estará por debajo de su potencial por lo menos durante año y medio.
En Honduras, el optimismo a futuro también supera a la evaluación positiva actual, pero, a diferencia de México, ese país permanece en la parte baja de la tabla de evaluaciones económicas. En Chile, la conexión entre la evaluación favorable actual (34%) y la expectativa optimista a futuro (39%) es todavía más consistente. Para los mexicanos, al parecer, el futuro siempre será mejor.
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ALEJANDRO MORENO es profesor de Ciencia Política en el ITAM. El autor agradece la colaboración de Yuritzi Mendizábal en la realización de este trabajo.