Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación de una Secretaría de la Ciencia. Este artículo recuerda los pasos que se han dado en las últimas décadas para impulsar la investigación científica y técnica, y alerta sobre los riesgos de la burocratización del sector.
En México, la apertura del Gobierno hacia la ciencia como parte de la llamada “política científica” ha llegado a un grado de complejidad identificable en las premisas de Bernal, Snow, Busch, Polanyi y otros, con una comunidad científica que trata de influir en las decisiones políticas en su propio interés, proponiendo la creación de una secretaría para la ciencia y otros agregados.
México ha pasado por las etapas del modelo de innovación y desarrollo propuesto por Schumpeter hace 100 años. Buscó formar cuadros académicos; creó y fortaleció las instituciones de educación superior (IES); estableció centros de investigación y desarrollo tecnológico; adoptó políticas para promover la innovación tecnológica y el desarrollo técnico; fomentó las empresas innovadoras para que patentaran; intentó crear un “sistema de innovación tecnológica”; enfatizó el uso de la ciencia en beneficio de nuestra sociedad, es decir orientada a la demanda; buscó la vinculación empresarial con el sector educativo, y que los campos teóricos lograran aplicar sus desarrollos para disipar las dudas sobre la utilidad del trabajo científico; se habló de enfocar la política de ciencia hacia sistemas de información y comunicación y en las redes. México siguió las recomendaciones internacionales desde el informe Piganiol (1963); suscribió acuerdos a lo largo de 40 años aterrizando la serie de recetas “Frascati”, cocinadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos desde 1990. Y estamos empantanados en la etapa actual (competitividad tecnológica), fomentando tecnologías enfocadas al consumo, a la permanencia en la cadena de la mundialización de artefactos. ¿Que pasó?
En más de 50 años de esfuerzo, México debió haber creado una educación superior de primer nivel, para que tuviésemos al menos 10 instituciones ubicadas en los primeros 400 lugares en el mundo. Como sabemos, no es así. México ocupa el lugar 22 por el número de organizaciones dedicadas a la investigación y la educación superior, pero solo tenemos cinco centros considerados de importancia internacional. La población adulta con educación superior no llega al 20%, mientras que en Canadá es el 37%, en Japón el 40% y en Inglaterra el 50%. La participación mexicana en la producción científica internacional es prácticamente nula (no llega al 1%); en consecuencia, su impacto es prácticamente nulo. En cambio, Brasil participa con 3%, China con 11%, Estados Unidos con 30%. Estamos en la media de producción de artículos científicos en Iberoamérica, gracias a que la mayoría de ellos son resultado de esfuerzos grupales. El ejemplo personal existe contingentemente.
En México, a diferencia de los países avanzados, la infraestructura científica y tecnológica se ubica, principalmente, en las ies y los Centros Públicos de Investigación. Las ies producen 60% de la ciencia nacional; los centros de investigación del Gobierno y su sector salud, una tercera parte; las empresas, en contraste, un 7%. En cantidad de investigadores, ocupamos un lugar mediocre. El número de personas dedicadas a la actividad científica es muy reducido: uno por cada mil empleos; la República Checa tiene 6; Alemania, 13; Hungría, 6; Japón, 14; Corea del Sur, 9. En la balanza de pagos tecnológica, México es deficitario en 95% de las transacciones. En los países donde la ciencia y la tecnología juegan un rol determinante para el desarrollo, el sector privado aporta hasta 75% de la inversión. En México, la décima parte de esa cifra. Todo ello sin olvidar que nos vamos convirtiendo en país maquilador y de franquicias. No logramos un crecimiento económico donde el factor tecnológico sea definitivo. Las empresas mexicanas actualizan su tecnología en las áreas que les interesa, que más les reditúan, demandando muy poco a la ciencia mexicana, por lo que el índice de patentes nacionales es de 5%: de los más pobres del mundo occidental, apenas una patente por millón de habitantes. En el Ranking de Innovación 2012, México ocupó el sitio 79 de un total de 141 países. Un coeficiente de inventiva muy bajo, nada que ver con la creatividad en la cultura mexicana.
México promulgó leyes de ciencia; creó consejos, comisiones y foros buscando una mayor participación, coordinación y vinculación de los actores que proponen y disponen qué hacer con la ciencia. Los científicos han tenido voz y voto en esas decisiones. Con la mutación burocrática de algunos, se formó una pirámide de vanidades y conformidades, con jerarquías sin autoridad que revelan intereses distintos y generan tensiones, gremios, premios y disfunciones en la gobernanza-ficción de la ciencia y la tecnología. Esa burocracia, además, no quedó exenta de la ineficiencia y la corrupción de la administración pública mexicana. Se despeñaron a la trampa que C. Snow criticó en relación con los “intelectuales” o “culturalistas” ingleses de la nomenclatura. Y la entropía administrativa aumentó al intentar reproducir tal esquema en los estados de la República. Sin embargo, ante el embate de la inteligencia tecnológica internacional definida en los artefactos incorporados a nuestra cultura, el Estado debe facilitar la creación de las herramientas críticas con las cuales podamos participar en un ambiente científico-tecnológico turbulento y de rápidos cambios, asumiendo el Gobierno su responsabilidad con una política pública, programada y presupuestada de inversión suficiente para mejorar e inducir procesos de cambio en la educación superior, impulsar la innovación tecnológica del sistema empresarial mexicano y adoptar una estructura de gobierno con procesos eficaces, efectivos y eficientes, porque el financiamiento a la ciencia es solo la tercera parte del problema.
Es necesario realizar cambios radicales en la política científica, en los entes financiados por el Gobierno, incluyendo el Sistema Nacional de Investigadores. También es necesario aceptar las fallas tecnológicas en la mayoría de las grandes decisiones públicas carentes de soporte científico. Lo anterior implica fortalecer los cuerpos de innovación sectorizados a nivel federal y regional que se enfocan en soluciones de calidad, innovadoras y eficientes de los problemas en cada área; agregar los centros coordinados por el Conacyt, crear los que falten y convertirlos en el “banco” del capital intelectual del país, certificados internacionalmente; establecer la educación de cuarto nivel con la respectiva categoría salarial de investigador-tutor. El Conacyt y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia ya cumplieron su ciclo. Después de 40 años, el primero logró influir directamente en la tercera parte de la investigación realizada en México; hay que sectorizar sus funciones de financiamiento a la investigación. Del segundo, no hay razón para su continuidad. Hace falta fortalecer las IES que ofrezcan una verdadera educación superior, desligarlas del nivel educativo previo, aumentar sus presupuestos y dotarlas de infraestructura para la investigación, la formación de cuadros y el desarrollo tecnológico; reclasificar las universidades llamadas “patito”; repensar la política de incentivos y deducibilidad de los gastos dedicados a la innovación tecnológica por parte de las empresas mexicanas, exigiendo mayor capacidad de inventiva y competitividad tecnocientífica; acordar con los distintos organismos empresariales programas de interconexión y corretaje de los servicios tecnológicos que las empresas necesiten; crear centros de extensión y vinculación tecnológica regional con aportaciones tripartitas (Gobierno, IES y organismos empresariales); pensar en tecnopolos regionales. Todo ello como parte de una voluntad real de cambio en este terreno, más que de repetir la vieja solución mexicana a los problemas nacionales: crear secretarías, comisiones y leyes, sin recordar que mucho de los países más avanzados no tienen un ministerio para coordinar la ciencia que ellos se realiza.
1 Con base en datos de la OCDE, la CEPAL, la UNESCO, el INEGI y el Conacyt.
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JOSÉ GAXIOLA LÓPEZ es profesor-investigador titular del IPN. Ha sido profesor visitante en las universidades de La Sorbona, Princeton y Génova, entre otras.
Sólo le falto mencionar algo más importante que todo eso que hace que la ciencia y la tecnología avancen : El trabajo en equipo. No se puede entender la ciencia actual como algo individual y el problema con muchos científicos es no saber trabajar científicos .
Me interesaría mucho conocer las fuentes que utilizaron para este artículo. Gracias
Saludos Dr. Gaxiola
En Sinaloa se le recuerda por lo ejemplos en educacion, en ciencia y en cultura. Se le extraña y le desea conserve la claridad de siempre. Saludops
El cambio siempre requiere de conjunto, tomando la iniciativa en razón de la necesidades básicas, es importante saber que las peticiones hechas por los ciudadanos no siempre pasan a ser más papeleo. Por otro lado es importante denotar el nivel de educación de un país que muchas veces es de lamentar porque repercute en las acciones de su pueble.
Saludos Osmar c:
Buen articulo, analisis integRADOR, mejores propuestas, las prepaS SON el ejercito de reserva de las unis para meter presion al gobierno, algunas son una gran preparatoria, realmebnte.
Feliz bienvenida jefes de la educacion y de la ciencia en México.
Hola
Yo tome el seminario que el Dr. Gaxiola impartió sobre el tema. Los datos que correlaciona son apabullantes, los ejemplos sofocraticos indignantes, pero la critica que hace a la burocracia cultural, educativa y cientifica son muy buenos.
El panismo no supo que hacer en el area, pero los actuales tampoco ya que reciclan funcionarios en ellas, y no lo hicieron también para que tengan otra oportunidad.
Es todo lo que debe hacerce pero no se que pasa en nuestro pais.
Hola Pepe:
Coincido en gran medida con tus observaciones. Existen varias situaciones que fomentan las incongruencias entre la realidad y la accion, asi como entre la urgencia de actuar y necesidad de analisis profundo y completo. Se ignora lo profundo porque pocos lo entienden. Ah, pero si todos actuan.
Se parece a un juego de niños en el que lo importante es la diversion y no el mejoramiento.
Ademas, lo simplista se impone sobre lo complejo, aunque la realidad sea intrinsicamente compleja.
Que flojera analizar causas y consecuencias cuando muy pocos las entienden. Parece ignorarse que los paises avanzados han desarrollado TODOS sus sectores en forma armoniosa. AQUI nuestros esfuerzos solo alcanzan para lo MAS urgente . . . . para el que decide. Aunque frecuentemente los resultados resulten peores que la enfermedad. Anyway, siempre le podemos echar la culpa a los que nos heredaron el CAOS actual.
Si entran a la pagina de Agenda Ciudadana donde consultan sobre la ciencia a votacion de los temas a investigar veran lo garafal de la relacion entre politica y ciencia.
Todos los temas ahi propuesto deben investigarse, no solo aquellos tres que tengan mas votos. No son los votos lo que le daran valides a los principios cientificos y teoricos. Sino que existan en mexico investigadores interesados y fuertemente formados en las areas de esos temas, que tengan demanda de utilizacion practica y que exista presupuesto y dispocision politica para la ciencia.
No por la cantidad de votos vamos a cambian la composicion quimica de algunos gases, ais es que en demosle un si a la ciencia, alguien tinó a los artistas con esa publicidad.
Lo que comentan en este artículo es muy interesante. La falta de una mayor inversion por parte del gobierno y de la iniciativa privada mantine estancado el avance de las investigaciones en las instituciones educativas y gubernamentales. El problema, piensao yo que no esta en la falta de dinero en el país, si no que los políticos no centran interes en la linea de investigaciones, y nosotros como sociedad no exigimos que se cumplan ciertos puntos que benefician a nuestro país.
Si la propuesta es viable, solo hay que meter voluntad politica para poner en orden las universidades patito, que desaparezca el CONACYT sectorizandolo, darle mas apoyo a los centros de investigacion y lo que propone el Dr. GAxiola. Siempre tan documentado acertado con vision internacional e integradora.
Hay alguien ahí, en la presidencia?
Es acertado el hecho de que la ciencia se deja de lado en este país, pues el interés mostrado por los estudiantes universitarios es muy poco e incluso nulo, además el tiempo necesario para continuar con un posgrado es un sacrificio que muy pocos están dispuestos a dar.
Dr. Gaxiola,
Estoy de acuerdo con usted en que para que la Ciencia y la Tecnología avance en nuestro país necesitamos de un tercio (Estado, IES, Empresas), ya que de esta manera estaremos contribuyendo (no en su totalidad, porque el pilar está en nosotros) al desarrollo como México.
Necesitamos analizar a detalle y sobre todo “ACTUAR”, como menciona usted, que no sólo quede en Leyes, Reformas o Secretarías que no son más que simple ‘papel burocratizado’. Desde luego que urge una doctrina de Sofocracia-Democracia, donde el pueblo elija a su representante, no al portavoz de un partido político sino a los ‘mejores’ hombre y mujeres de país. Para mí todo radica en nuestro Sistema Educativo, ya que no hay una erudición de divulgación de la Ciencia y la Tecnología. Nuestro Poder ejecutivo es egoísta, todo lo quieren hacer en su sexenio, no hay una formación en pensar a futuro, en trabajar en Pro del desarrollo continuo. En opinión personal, México sufre de un Representante en el Ejecutivo que no creo que sea un digno representante del sistema que Platón un día idealizó. ¿Pero realmente, alguien con un intelecto muy alto y una preparación de posgrado desearía gobernar un país y convertirse en un verdadero Estadista? Quizás la respuesta está en la ‘fuga de cerebros’ o… ¡en el sueldo de los políticos!
Te felicito estimado Dr. Gaxiola, como siempre, tu crítica fundamentada y certera, aunque incómoda en un país de omisiones gubernamentales e indiferencia social. Tus aportaciones son muy útiles y pertinentes para el momento que esta viviendo el país. Te felicito de nuevo y te deseo lo mejor para el año que apenas inicia.
Excelente nota Dr. Gaxiola.
Es un acto noble dar fuerzas y esperanzas a una sociedad que esta en agonía a causa de nuestros representantes. No digo con esto que estemos lejos de alcanzar una utopía como la que dibuja; pero cada vez que abro un periodico o veo las noticias siento que nos alejamos.
Si realmente quisieramos un cambio, hay que arrancar el cancer de raíz. Quitar a esa gente que ocupa puestos gubernamentales sólo para satisfacer sus intereses personales.
Fortalecer la educación desde su base, porque toda la delincuencia que está desatada es por la falta de principios y valores morales.
Reducir los impuestos, porque cada año se eleva el precio de los productos y el salario minimo sube menos de 7%.
Por ahora, y en los proximos 5 años la palabra sofocracia no existirá en México. Y con Elba Esther como Presidenta de Educación, menos.
Usted tiene toda la razon.Sin duda alguna en México falta mas interes de la iniciativa privada por invertir en investigación y generar su propia tecnologia. Personalmente he escuchado a investigadores decir que ellos solo consiguen empleos en instituciones públicas o de gobierno.
Tambien en el aula yo como estudiante he observado el poco interes de mis compañeros e incluso mio por estudiar un posgrado para fungir algun dia como investigador ya que no nos vemos a futuro trabajando en una empresa importante que no sea un centro de investigación o una ies..
Los politico incultos y sin preparacion cientifica siempre consultan a los mismos. No leen, no indagan en todo el pais sobre gentes. Sus head hunter han sido un fracaso.
Las asociaciones y academias de profesionistas, que las hay tambien patito, eestán prestas al juego politico, por eso todo se reparte en chilangolandia, los presupuestos de ciencia, los premios, los cargos, asi lo vemos en quienes les han dado los cargos en cultura, ciencia y educacion superior.
Por eso estamos como estamos. Saludos a los asesores del presidente.
Me parece muy acertado todo lo que comenta el Dr. Gaxiola. Sin embargo, que hemos hecho nosotros para mejorar, creo que hemos sido conformistas y no exigimos lo que realmente nos toca. Así que propongo que todos los intelectuales del país trabajáramos algún documento y se lo hagamos llegar personalmente a nuestro Presidente de la República y al Director del CONACyT. Así que creo que es hora de cambiar la HISTORIA. Qué opinan los demás?
Saludos a todos y feliz año 2013.
Estimado Dr. Gaxiola:
Habra que seguir insistiendo, en cada oportunidad, en profundizar y socializar su importante reflexión y propuesta… en aras de lograr más y mejores avances en el desarrollo integral y sustentable…
Reciba un abrazo, con afecto y respeto
Losw directores del CONACYT de los últimos tres sexenios se dedicaRON A PROFITAR el cargo, ninguno hizo una propuesta estructural como la aqui presentada.
No oyeron, no dijeron nada sobre la corrupcion en el SNI, la greacion de grupusculos beneficiadps de presupuesto. envio saludos
De acuedo en todo; solo falta señalar que es el modelo de país el que define el SCyT; es decir son las politicas implicitas que se derivan del modelo socieconómico las que veraderamnete importan y son las que realmente impactan el SCyTnacional y no las politicas explicitas, declarativas, parte de las cuales tienen casi 50 años diciendo que subiran el presupuesto hasta el 1% del PIB; o que el CONACYT solo tiene influencia en el 20% del gasto nacional en ciencia y tecnología. Conviene más dialogo sobre esto para hacer estudios sobre las raices de nuestro atraso en ciencia y tecnología. Gracias
me parece muy importante la publicación.
pero también muchas universidades no cuentan con los recursos para poder hacer investigaciones y/o los propios encargados del dinero se los gastan en otras cosas, así que por mas que se quiera avanzar nosotros mismos complicamos las cosas.
Me parece muy importante los temas que se abordan, pero me gustaría dar una opinión en particular.
Muchas veces las universidades no cuentan con los recursos para la investigación, ademas de que la cultura de nosotros no es muy pulcra.
en conclusión es muy importante el desarrollo de la tecnología y esperemos que pronto seamos unos de los países que intervienen en ello.
Muy bien por mi profe de analisis social del posgrado (se niega a dar clases a menos de 5) tuve la suerte con él de conocer más sobre ese tema (corrupción, ética, burocracia, filosofia y antropologia) espero pronto publique su libro.
Y que hable más sobre la Sofocracia es un fenómeno interesante. Felicitación.
Gracias por poner a disp. el articulo en linea. Aqui en Zamora es dificil encontrar la revista. Mi hermano en Xalapa dice lo mismo. Gaxiola es conocido en medios cientificos e intelectuales de Michoacan y Veracruz. El articulo me logro situar como tecnologo en este pais de politicos,
saludos. buen año para todos, desafortunada mente todos los que nos dedicamos un poquito a la investigación, sabemos que el conocimiento académico y científico en todas las partes del mundo es ignorado por los gobiernos, y lo que dicta las políticas publicas hoy en día son los interés del dinero, con la corriente del neo liberalismo que no acaba, sin embargo que bueno que insista usted Doctor Gaxiola
Felicidades Dr. José
Desgraciadamente antae será necesario cambiar nuestra forma de pensar; como ciudadanos intelecuates y como autoridades intelectuales para movernos de lugar en ese indice.Pero no es imposible hay que empezar a visualizar nuestro crecimiento.
Saludos, que tengas un bonito 2013
DESEO DE AÑO NUEVO AL GOBIERNO ENTRANTE: Que los asesores inteligentes que rodean a las autoridades oficiales, responsables de las politicas y estrategias del desarrollo de nuestro país, les hagan llegar estas rflexiones.
Muy acertado tu análisis, compañero Gaxiola. Quizás fuera útil que pudieras escribir un libro o artículo de divulgación para ser publicado en una revista que llegue a mayor público, desarrollando cada uno de los puntos que mencionas. Felicitaciones.
Pues como falyo decir mas sobre la corrupcion de la ciencia, como se ha denunciado con la construccion del telescopio, asi como que el INAH no investigo donde se construyo un MALL, y otras cosas.
Me parece bien la propuesta. Entonces peña se quedó muy corto.
No es fácil hacer cambios, sobre todo en las mal llamadas almas mater.
Me recomendaron este articulo pero no puedo leerlo en linea, hasta cuando podré leerlo. Feliz año a este pais.