La caricia en el alba
y un asombro
un camino de fuego
en la mañana
y solamente cierta
mi añoranza.
—
No me puedo acordar ya de tu cara,
tu voz se me ha borrado con el tiempo
ya no te busco más,
ya no te sueño
pero lloro tu nombre en la mañana.
—
Voy a lavarme el alma
en las piedras del río.
Que me recorra el agua
este cuerpo de lino.
Quiero quedarme blanca
de palabras, de fríos,
húmeda
y en reposo
como el silencio mismo.
—
Contra la piedra de cristal de roca
mi corazón de espejos
se ha quebrado.
—
La gota se desprende,
cruza la comisura de los labios,
resbala por el cuello
y desde el surco de mis senos viaja
su trayecto final hacia la noche.
—
Anda mi corazón
como patio de atrás abandonado,
con la hierba crecida,
con dos que cuatro flores milagrosas
y su árbol solitario.
Patio de atrás de soledad añeja,
de quejoso silencio serenado;
si me aquieto con él
puedo escuchar las voces y los pasos,
el aire se me vuelve la presencia
de todos y de nadie
y anda mi corazón por ningún lado
como patio de atrás,
abandonado. ~
Fotografía tomada de http://www.flickr.com/photos/9722099@N02/
——————————
Martha Mallet (Ciudad de México, 1939) estudió Lengua y Literaturas Hispánicas. Publicó en Papeles del Unicornio, revista que surgió en el taller literario de Germán Dehesa.