Nacido en Holanda en 1949, Jan Hendrix es, desde hace muchos años, mexicano por adopción. Y es también ciudadano del mundo. Su biografía y su prolífico trabajo tienen vocación de peregrino. El itinerario de sus recientes exposiciones y curadurías, por ejemplo, transcurre entre Oaxaca, Italia, Bilbao, Finlandia, Budapest, Berlín, Australia y Lanzarote… Mientras que su labor magisterial y productiva lo ha llevado a realizar estancias en Francia, Portugal, Kenia, Egipto, China, Islandia y Turquía, por mencionar sólo algunos de los países que lo han acogido en los últimos años.
Este recuento planetario vale para decir que la vida de Jan es un constante recorrido y que su obra está en perpetuo movimiento. Su arte se concibe, se fecunda, se gesta y da frutos en una suerte de tránsito permanente. De allí, quizá, que
para Hendrix sea cosa natural el manejo de todos los formatos, la experiencia de todas las escalas.
Ha trabajado lo mismo con arquitectos que con grabadores, igual con diseñadores que con escritores. Y él es tan fotógrafo como artista plástico, siempre experimentando con los géneros, siempre jugando con las técnicas y desafiando las fronteras que simultáneamente separan y hermanan las más diversas disciplinas artísticas.
En esta entrega de aniversario, EstePaís| cultura presenta una muestra de dibujos que da cuenta del vertiginoso universo de Jan Hendrix: dibujos que son trazos y también fotogramas; fotogramas que son parte de una fotografía y a la vez piezas de un gran mural; piezas que son a un tiempo retazos de un todo y mosaicos de minucioso detalle, mosaicos que son en sí mismos obras acabadas y ventanas abiertas al infinito…
Asómese pues el lector a nuestras páginas y descubra los caminos que propone la plástica de Jan Hendrix. ~
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