“Tal parece que los únicos que sí son aceptados [por los narcotraficantes] son los del pri“, dijo Jesús Ortega, líder nacional del prd, hace un par de semanas. El pan está de acuerdo. Francisco Javier Garza, presidente del pan en Tamaulipas, decidió no postular candidatos en las elecciones locales del estado ante “las presiones del crimen organizado”, pero no sin dejar ver que “el pri sí tiene candidatos”. El pan y el prd están seguros: los narcos son priístas. ¿Serán?
El pri parece sospechosamente cercano al narcotráfico. Un botón: el crimen organizado no ha permitido la postulación de candidatos de oposición en varios municipios de Tamaulipas. Otro: la campaña de Roberto Madrazo en el mismo estado costó más que la presidencial de Clinton (y se murmuraba que su casa de campaña era la vivienda de un famoso narcotraficante).
Y sin embargo, no es tan claro que el crimen quiera un gobierno del pri. Permanecer con el pan tiene sus beneficios. Si bien es cierto que el pan comenzó en 2007 la más fuerte ofensiva contra el narcotráfico desde los años setenta, los resultados han sido pobres. El crimen organizado no parece estar perdiendo la lucha. Mantener al pan en el poder aseguraría que, al menos en el corto plazo, la política de seguridad siguiera por el mismo camino. Aún más, la pgr del pan se ha mostrado renuente a promover juicios en contra de autoridades locales relacionadas con el crimen organizado. Leonel Godoy, por ejemplo, no fue perseguido cuando se descubrió que su hermano era narcotraficante. Una pgr débil promueve impunidad, el dulce favorito del crimen.
¿Y el prd?, ¿será que el crimen organizado le va al prd? Bueno, tampoco puede descartarse. El año pasado 10 ediles de Michoacán fueron arrestados por delitos contra la salud. Al menos esos 10 perredistas se llevaron la confianza de los narcos.
Si algo se ha hecho evidente en este periodo electoral es que el crimen organizado no parece tener favorito. Candidatos de los tres partidos han sido amenazados, asesinados y secuestrados: a principios de este mes, el candidato priísta por el municipio de Rafael Delgado fue amenazado de muerte por cuatro sujetos armados a bordo de una camioneta sin placas; José Guajardo, candidato a presidente municipal en Valle Hermoso por el pan, fue asesinado por negarse a dimitir de la contienda; Martha Porras, candidata a la presidencia municipal de Nuevo Laredo por el prd está desaparecida junto con varios de sus familiares. Diego Fernández de Cevallos sigue desaparecido.
El crimen organizado no es priísta, ni panista, ni perredista; es anti-competencia. El crimen se involucra en la política sólo para poder hacer sus negocios en calma (la guerra es mala para las ventas). Su estrategia es simple: hacer ganar a un candidato que no los perjudique. ¿Cómo? Con dinero. En política, el que más gasta casi siempre gana, financiar campañas electorales resulta ser la estrategia ganadora. Bajo este esquema, ganar elecciones resulta bastante costoso e incierto. La belleza de la democracia es que, incluso gastando millones, cabe la posibilidad de perder la contienda.
¿Cómo hacer, se pregunta entonces el crimen, para ganar elecciones sin gastar? Bueno, en estados donde el ganador es siempre el mismo partido, donde ser candidato del pri es equivalente a ser electo, las cosas se simplifican bastante. En estados como Tamaulipas y Colima, elegir al candidato del pri es elegir al gobernante: no se gasta nada. La falta de competencia le hace el trabajo al narcotráfico; ahí no tiene que hacer nada para hacer ganar a un candidato que no los perjudique. El trabajo se simplifica. El crimen sólo tiene que influir —vía fuerza, corrupción o amenazas— para que el partido dominante “elija bien” a su candidato. Mejor negocio no puede haber.
No es de extrañarse, entonces, que el crimen organizado disuada la competencia electoral en Tamaulipas. No lo hacen para favorecer al pri –como el pan y prd argumentan–, sino para ahorrar dinero. Negocios, puros negocios. La competencia electoral es cara.
Las cosas se ponen peores. Sin competencia, los políticos pueden postular a personas abiertamente relacionadas con el narcotráfico y, aún así, ganar las elecciones. Mario Anguiano, gobernador del pri en el estado de Colima, tiene un hermano que está purgando una pena de diez años por vender metanfetaminas, y un primo condenado a 27 años de prisión en Estados Unidos por actividades ilícitas. En Colima el pri nunca ha perdido.
Simple. El crimen organizado no le va al pri, ni al pan, ni al prd; apoya a cualquier partido que le asegure que candidato postulado es candidato electo. El narco no prefiere a algún partido, prefiere que no haya partidos. Prefiere el autoritarismo, no la democracia. La democracia es cara e incierta. La vuelta al pri de los setenta es el sueño dorado de los criminales. Si el crimen organizado votara, votaría por Porfirio Díaz.
Y ahí es donde entramos nosotros. Votemos por la alternancia y promovamos la competencia. Dificultemos la corrupción con nuestro voto. La incertidumbre electoral es mala para el negocio de la mafia y nosotros, los votantes, la controlamos.
Viridiana Ríos
Estudiante del doctorado en Gobierno y miembro del
Programa en Iniquidad y Política Social en la Universidad
de Harvard. Antes de ingresar al doctorado cursó la
licenciatura en Ciencia Política en el ITAM. Por favor,
dirija sus comentarios a [email protected]
Veo el problema en la desestabilización que vino a crear el Pan, quiero pensar que en el mejor de los casos obedece a un simplismo rotundo de criterio y al querer aplicar fórmulas neoyorquinas para dar forma al complejo mosaico que configura el crimen organizado en nuestro país. Es una apuesta pensar que las cosas “regresarían a la normalidad” habiendo el pan favorecido la alternancia dentro del propio narcotráfico… e instando indirectamente la creación de nuevos grupos delictivos. Para terminar la guerra habría que comenzar a hacer las paces… pero con quien? pues con el propio narco.
AL ULTIMO SE HACE MENCION DE QUE NOSOTROS LOS CIUDADANOS CONTROLAMOS LA INCERTIDUMBRE INTELECTUAL, PERO, YO CREO QUE HAY QUE IR MAS A FONDO, EN TERMINOS DE LA APATIA MOSTRADA EN LOS ULTIMOS AÑOS POR LA MISMA CIUDADANIA QUE ES RENUENTE A LAS ELECCIONES Y TODO LO RELACIONADO A LAS MISMAS, ES ENTONCES QUE ES AHI DONDE TIENE QUE HACERSE UN ESFUERZO POR RECUPERAR LA CONFIAZNA DE LA CIUDADANIA EN LOAS PARTIDOS POLITICOS Y DE AHI EN EL SISTEMA POLITICO DE NUESTRO PAIS. YA LO DE LOS NARCOS Y QUE SI VOTAN O NO, Y POR QUIEN LO HACEN, SON COSAS QUE, ESTABLECIDO LO ANTEIRIOR, EN NADA MERMARIAN UNA TRANSICION DEMOCRATICA, O UNA DEMOCRACIA EN SI MISMA.
SE HACE MENCION DE QUE LA INCERTIDUMBRE ELECTORAL NOSOSTROS LOS CIUDADANOS LA CONTROLAMAS, MAS BIEN, DEBERIAMOS CONTROLARLA, EL HECHO DE QUE ELLO NO SE CONCRETICE, ESTA EN LA APATIA POR LAS ELECCIONES, Y POR EL POCO CONOCIMIENTO DE LAS PROPUESTAS PARTIDISTAS, UN CLARO EJEMPLO ES LA MERMA DE LOS VOTOS EN LOS ULTIMOS AÑOS, ENTONCES ES CONTRA LA APATIA CONTRA LO
Gran post Viri! Comparto especialmente el cierre: enfrentamos un crimen organizado en contra de la competencia y pro-autoritario. Por eso la democracia y la “institucionalización de la incertidumbre” a través de la vía electoral son las mejores armas de los ciudadanos. Lástima que el domingo pasado no todos los estados supieron entender esto…
José Guadalupe,
Gracias por leer.
La corrupción no es causada por el PRI, sino por una carencia de transparencia y rendicion de cuentas. Lo que el criminal añora es precisamente eso, el viejo regimen, los tiempos cuando un sólo partido gobernaba sin tener que dar cuentas al ciudadano sobre sus acciones.
Bajo ese regimen, el narcotráfico puede sobornar eficientemente porque (a) los ciudadanos ni se enteran, y (b) porque sabe que dado que el mismo partido va a gobernar por mucho tiempo, los sobornos van a ser más estables (i.e. no tiene que estar convenciendo cada seis o tres anos a las autoridades para que acepten los negocion sucios).
Lo que el narco quiere, no es un gobierno del PRI, sino un gobierno como el PRI, el viejo regimen. Y aqui está la clave: Ese gobierno, el que los narcos prefieren, se puede dar con cualquier partido que permanezca en el poder por mucho tiempo.
La alternancia no significa votar por el PRD, sino no permitir que un gobierno se quede en el poder por mucho tiempo, no importa si ese gobierno es del PAN, PRI o PRD.
1.- ¿Que no es tan claro que el crimen quiera un gobierno del PRI? Si la “sociedad” añora que “el PRI robaba pero te dejaba robar”, qué no dirá y pensará el crimen.
2.- Y en qué se basa la autora para comentar que el crimen no hace lo que hace disuadiendo la competencia “para favorecer al PRI –como el PAN y PRD argumentan- sino para ahorrar negocios.” ¿Es mera lógica o hay alguna entrevista?
3.- ¿Votar por la alternancia significa votar por el PRD? Es lo que se da a entender al final.
PD. Claro que el crimen también tiene partido, aunque éste quede definido por sus intereses.
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