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El aficionado hace más esfuerzos que los jugadores
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Juan Villoro | 30.06.2010 | 2 Comentarios
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La afición de Juan Villoro por el futbol nació gracias a su padre, el filósofo Luis Villoro. “Para mí –dice Juan– el Barcelona era un equipo de fantasmas. Mi padre me hablaba del equipo y algún pariente enviaba recortes de páginas en sepia y blanco del diario ABC con resultados del equipo.” Juan cree que a través del equipo de futbol don Luis trataba de recuperar su propia infancia. Con el divorcio de sus padres las idas al estadio se multiplicaron: “primero a Ciudad Universitaria y luego cuando se inauguró el Azteca a los dos estadios”.
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Solo faltó mencionar como al aficionado mexicano se le ha coptado en su estilo para «echar porras», antes de que aparecieran los actos vandálicos de los hooligans o los hinchas argentinos en programas amarillistas de televisión, se podía ver al anotar un gol como los estadios se teñían de los colores del equipo cual huestes vitoreando una victoria en un campo de guerra, hoy en día solo se percibe al público como una masa expectante de un evento dividido por las actividades que a cada quien corresponde llevar a cabo.
En el mundial de Sudáfrica, recordé esos tiempos de aficionado al ver las bubuselas, otro elemento que en México se ve como arma blanca, es una especie de degrado militar el quitarle a la afición sus «armas» para manifestar su colectivo sentir.
Excelente articulo, necesario para comprender sociologicamnete al aficionado y al futbolista mexicano.