No más. No más contar muertos. No más intentar tratar identificar al nuevo líder del cártel. No más especular qué meta tiene Calderón. No más esperar el dinero de la Iniciativa Mérida que no llega, y no llega. No más especulación sobre qué cártel pelea con qué otro. No más aparecer en encabezados del mundo sólo por violencia. No más reportar a los políticos diciendo que van a solucionar todo si votan por ellos. No más indignación por Juárez.
Y digo “no más”, no porque el narcotráfico vaya a dejar de ser violento, no porque Reynosa vaya a dejar de estar sitiada, no porque Calderón vaya a ganar su guerra; sino porque equivocadamente nos hemos dedicado a reportar la violencia y no a debatir las soluciones. No más falsos debates.
No más terquedades. Si el ejército no ha podido controlar la violencia en la frontera y al contrario se ha corrompido, necesitamos un cambio de estrategia.
No puede ser que la lucha contra el narcotráfico esté encabezada por la armada, que es por mucho la institución menos transparente del país. El funcionamiento interno del ejército Mexicano es un misterio para todos, incluso para los diputados que año con año votan el presupuesto militar –sin saber en qué se gasta– y aceptan incondicionalmente los nombramientos de altos rangos militares –sin saber qué mecanismos se utilizan para determinar quién asciende y quién no.
La armada es una de las instituciones con más alta credibilidad entre los Mexicanos no porque sea transparente, democrática o eficiente sino porque no sabemos nada sobre ella. No se puede criticar lo que no se conoce. La armada es un verdadero misterio. Nadie sabe cómo asigna tareas a sus miembros, cómo elige a sus mandatarios, qué criterios usa para educar en sus escuelas o cómo ha mejorado o empeorado a través de los años. Nadie sabe bien a bien qué clase de personas la rigen ni qué mecanismos utilizan y cómo enjuician a sus miembros.
Si alguien se atreve a criticarla, como cuando en 1998 el Coronel Bacilio Gómez protestó públicamente contra la penalización de soldados que rehúsen seguir órdenes que impliquen la violación de derechos humanos, es mejor que vaya haciendo sus maletas. Los manifestantes de 1998 están actualmente encarcelados o son considerados fugitivos de la justicia. Al ejército no le gusta la crítica. Los periodistas en Laredo le tienen tanto miedo al ejército como a los narcotraficantes. Hay casos de periodistas que se mudan a Estados Unidos huyendo de amenazas del ejército. No hay más. Suena a fascismo porque es muy parecido.
No es de sorprender que una institución que es tan poco transparente y que no le rinde cuentas a nadie, sea susceptible de corrupción, ni que la popularidad del ejército disminuya drásticamente cuando los ciudadanos tratan a los soldados de cerca (como en las ciudades que han sido militarizadas), ni que el ejército no haya podido controlar al narcotráfico. La corrupción es una planta de sombra, florece en cuartos oscuros, en negociaciones que no salen a la luz, en instituciones que no tienen que sacar sus trapos al sol. La naturaleza del ejército es su caldo de cultivo.
¿Y qué hacer? Bueno, primero dejémonos de parches. Si Calderón no utiliza las policías porque son corruptas y están mal equipadas, la solución no es llamar al ejército, sino limpiar las policías. Hay que arreglar las cosas de raíz.
Nada de secretitos al interior de la PGR o la armada. Hace tres días la Suprema Corte de Justicia excentó a la PGR de acatar la Ley de Transparencia y de proveer información sobre sus actividades a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). La PGR puede ahora determinar qué información va a reportar de acuerdo a lo que le convenga. No podemos permitir que la PGR se vuelva un ejército. Una institución de sombras y secretos.
Comencemos por exigirle cuentas claras a la PGR y al ejército. La decisión de la corte no es irreparable. Al fin y al cabo, el problema no es que la CNDH no pueda pedirle información a la PGR, sino que nadie puede vigilarla. Los pocos mecanismos que se han creado para mejorar la rendición de cuentas en la PGR están politizados y carecen de autonomía. Los ministerios públicos son tierra de nadie. La policía ministerial funciona a base de clanes: El jefe de la policía no debe ser el jefe final, sino el ministerio público.
Y nosotros, ciudadanos, dejémonos de evaluar bien al ejército sin saber qué es lo que hacen. Exijamos cuentas. Que se hable de lo que hace la armada y de si lo hace bien o mal. Que se sepa la dinámica acusatoria de nuestro sistema de justicia. Que se sepa qué reformas se han hecho. No más secretos. No más ciudadanos mal informados.
Queremos más detalle. Más debate. Más periodismo de contenido. Más información para tener menos muertos.
Viridiana Ríos
Estudiante del doctorado en Gobierno y miembro del
Programa en Iniquidad y Política Social en la Universidad
de Harvard. Antes de ingresar al doctorado cursó la
licenciatura en Ciencia Política en el ITAM. Por favor,
dirija sus comentarios a [email protected]
si no fuera por el ejercito ya desde cuando el crimen organizado hubiera tomado a la poblacion, el ejercito me da tranquilidad por que no quiero mas muertes. no mas violencia estamos hartos los mexicanos.
Permitame solo comentarle que si ud. no sabe nada del ejercito es porque no quiere, no porque el Ejercito sea un misterio, existen infinidad de modulos de informacion en casi todas las unidades militares diseminadas por toda la republica, No es ningun misterio la tarea que el ejercito ejecuta a diario, la pagina de la SEDENA tiene muchas respuestas a sus dudas y no se las oculta a nadie, primero investigue bien y despues critique, no hable como si fuera un tema prohibido, porque no lo es. Los ascensos militares, como muchas personas lo saben son llevadas a cabo, previo examen de conocimientos y aptitudes fisicas hasta el grado de mayor despues son por acuerdo presidencial previo asesoramiento del Secretario de la Defensa, recomendando a quienes por meritos y eficiencia seran ascendidos al grado inmediato superior, no son elegidos al azar ni en contubernios delincuenciales como ud. sugiere. EL Colegio miltar que es el alma mater de casi todos los militares, es una escuela que tiene una mistica especial y forma a sus oficiales con un alto grado de moralidad, honestidad y espiritu de sacrificio, y me atrevo a decir a prueba de todo, no dudo que haya ovejas descarriadas, pero pronto son detectadas y son sujetos a escrutinio escrupuloso. Me insulta al dudar de tal forma del Ejercito Mexicano, cuando guste le dare mayor informacion sobre cualquier tema relacionado con el mismo!
Yo por eso seguiré apoyando al actual gobierno, porque aunque es un mal gobierno, es mejor que el pesimo PRD dirigido por el analfabeta e ignorante Lopez Obrador cuyos seguidores son mas ignorantes y analfabetas y que el PRI cuyo gobierno nos ha dejado este monton de problemas.
De seguro eres Priista!! Porque justamente ahora que se ven caer narcotraficantes la gente empieza a cuestionar al ejercito o a las instituciones de justicia. Saben a que se debe el narcotrafico?? a 72 años de un intento de gobierno, a una institucion patetica que aun en estos dias, descaradamente, sigue buscando el poder. Un gobierno que nos enseño el “no pasa nada”; si, no te va a pasar nada siempre y cuando bailes al son que te toquen.
Omar,
Gracias por leer. Saber cómo se emplea el dinero de el ejército, a quién –y bajo qué criterios– se asciende, y medir la efectividad de la institutción no significa que el ejército deba también dar información sobre los operativos que llevará acabo o sobre sus archivos de inteligencia. Es verdad que la apertura debe ser manejada con cuidado.
Hugo,
Gracias por tu comentario. El ejército no puede ser retirado inmediatamente porque el resultado sería demasiado desestabiliador. Por lo pronto, hay que hacer mas transparente al ejercito y poco a poco, retirarlo.
¿Podría la transparencia en el ejército ser usada en su contra por las organizaciones delincuenciales?
Me haces cambiar ma forma de pensar con respecto al ejercito, la intitucion mas misteriosa. pero mi pregunta es, que mientra el gobierno, prepara a la policia con armamento y cero corrupcio,a donde va a llegar el narcotrafico si no hay quie los frene.