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Polvo: Alfonso Reyes y el síntoma causado por el fin de la metafísica
Blog | Xavier Elorriaga Villalobos | 16.07.2010 | 1 Comentario

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¿Es ésta la región más transparente del aire?
¿Qué habéis hecho, entonces, de mi alto valle metafísico?
¿Por qué se empaña, por qué se amarillece?

Alfonso Reyes

Largo el poema, corto el ensayo; la anacronía del ensayo es actualizada por la fuerza que en él se prevé. “Palinodia del polvo”, del escritor mexicano Alfonso Reyes, es mi punto de partida. En estos momentos, el lector al leer el título se pregunta: ¿cuál es la relación entre Reyes y el fin de la metafísica?

Este ensayo-poema habla del sentir de Reyes ante el fin de la metafísica —un acontecimiento que marca el malestar de estos tiempos. La semántica de palinodia puede ser diferente, pero lleva el mismo sentido mientras se piense en la relación con el polvo.1 Sea una retractación o un esparcimiento del polvo —la destrucción del todo—, la tesis es siempre la congoja que deja el fallo de la modernidad y la pérdida de toda referencia al futuro optimista y el piso o seguridad de interpretar, cuestión que distingue perfectamente los asuntos metafísicos. Reyes piensa lo revelador del polvo en estos tiempos al proclamar: “En el polvo se nace, en él se muere. El polvo es el alfa y el omega. ¿Y si fuera el verdadero dios? […]. Acaso el polvo sea el tiempo mismo, sustentáculo de la conciencia. Acaso el corpúsculo material se confunda con el instante”.

El ensayo es sublime porque retrata el terror del fin, de la amenaza de la nada, de la diseminación del polvo en nuestro mundo, el fin de la ideología de Occidente. Lo barroco del ensayo se revela en la oscilación del alfa al omega, en la retractación de uno mismo de profesar metafísica y después polvo, epítome de lo mínimo, lo intrascendental.

“Y cuando ya seamos hormigas —el Estado perfecto— discurriremos por las avenidas de conos hechos de briznas y de tamo, orgullosos de acumular los tristes residuos y pelusas; incapaces de la unidad, sumandos huérfanos de la suma; incapaces del individuo, incapaces de arte y espíritu”.

De esta manera, de acuerdo con la semántica de palinodia tenemos dos acepciones que unen el tema principal. La primera se relaciona con el destino del polvo, epítome del fin del todo, de los intentos fútiles del ser humano de realizar la modernidad. “Mordemos con asco las arenillas. Y el polvo se agarra en la garganta, nos tapa la respiración de las manos. Quiere asfixiarnos y quiere estrangularnos. Subterráneos alaridos llegan solapados en la polvareda, que debajo de su manta al rey mata”.

El segundo aspecto de la palinodia mira en la retórica de uno mismo y del sentimiento que produce la auto-observación. Desde que Occidente es moderno siempre ha ubicado la autorreferencia como la identidad en la que se construyen el conocimiento y la metafísica. El polvo ocupa un lugar en donde el conocimiento físico-concreto y humanístico se deconstruye a sí mismo (se revela differànce, si seguimos a Derrida) y el porvenir se siente en lodo. “Red vibratoria que capta, en su curso, la vida invisible del espacio, deja ver, a los ojos del filósofo atónito, todo ese enjambre de polvillo que llena el aire. […] El filósofo hunde la mano en el sol, la agita levemente y organiza torbellinos de polvo. La intuición estalla: nace en su mente la figura del átomo material, que no existiría sin el polvo”.

“Palinodia del polvo” es, entonces, la retractación de Reyes de la metafísica que alguna vez profesó.2 Mejor dicho, y relacionando esto con lo que estoy por decir, más que una retractación, Reyes presenta una decepción o una nostalgia. El ensayo anterior, “Visión de Anáhuac”, es una recreación “fiel” o trascendental del pasado del Valle de México en tiempo de la Conquista. De hecho, dicho ensayo puede considerarse como un trabajo crítico, bien documentado y con gran estilo, muy al estilo de un trabajo de historia cultural de la Escuela de los Annales.3

No obstante, Reyes se retracta, se desdice y abandona aquello que le parece destetado por la crítica de su tiempo. El polvo se proclama en nombre de la negación y del olvido de la existencia anterior a toda la metafísica. En el ensayo de Reyes se enuncia un duelo que subsiste aún en muchos estudiosos de las humanidades que han tenido que abandonar la metafísica para abrazar algo más. Tal como ha estado sucediendo en la Historia: se experimenta un duelo porque se abandona el suelo metafísico en el cual se ha sostenido la escritura de la Historia desde hace más de dos siglos.

1 Palinodia recibe dos significados: por un lado, encontramos la acepción del prefijo derivado del παλυνω que denota lo esparcido. La otra acepción se sustrae de una diferente palabra:  παλινωδια, usada en el teatro helénico como la repetición del canto o, mejor, el canto de retractación.
2 Recordemos que “Palinodia del polvo” se escribe como una retractación de “Visión de Anáhuac”, el cual es un trabajo que puede ser considerado como metafísica pura sobre la recreación trascendental del Valle de México en donde se efectúa una metanarración sobre México mismo.
3 Cfr. Alfonso Reyes, “Visión de Anáhuac”, en Visión de Anáhuac y otros ensayos, fce, México, 1983.

Visita el blog del autor: cenizadeotravida.blogspot.com

Una respuesta para “Polvo: Alfonso Reyes y el síntoma causado por el fin de la metafísica”
  1. José Pereda dice:

    Qué buen texto. Lástima que el blog recomendado no esté tan actualizado.

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