“Es un mito, la ciudad, los cuartos y ventanas, las calles que escupen vapor; para cualquiera, todo el mundo, un mito diferente, una cabeza de ídolo con ojos de semáforo que hacen un guiño verde, un cínico rojo”, escribe Truman Capote en 1946 sobre Nueva York. La ciudad es una representación deformada o idealizada para cada uno de sus habitantes. “Llámala Nueva York, llámala como quieras; el nombre casi no importa porque, entrando desde la realidad superior de otro lado, uno está sólo en búsqueda de una ciudad, un lugar donde esconderse, perderse o descubrirse, de preparar un sueño en el que pruebas que a lo mejor y después de todo no eres un patito feo, sino maravilloso, y digno de amor”, apunta el escritor. El hombre desea encontrarse en su entorno y si la ciudad no existe más que en la fantasía, quizás el ciudadano sea sólo una cosa inventada que intenta hacerse pasar como verdad. En esta tercera entrega, tres periodistas hablan de su ciudad, esa en la que escriben o sobre la que narran, esa urbe que les da contexto. Sus respuestas aspiran a exhibir un punto de vista. RRHC
Rossana Fuentes Berain
Periodista
¿Cuál es su lugar favorito de la ciudad?
La Avenida Reforma, el trecho que va del Ángel de la Independencia a la Fuente de Petróleos.
¿Cuál es su lugar aborrecido?
La entrada por Indios Verdes a Insurgentes.
¿Qué ve cuando piensa en la palabra ciudad?
Las rejas de Chapultepec.
¿A qué huele su ciudad?
Depende por dónde voy. Huele a tierra mojada cuando entro al Bosque de Chapultepec, o a gasolina cuando estoy en un congestionamiento vial.
¿Cuál es el sonido de su ciudad?
El camotero.
¿Por qué parte de la ciudad camina?
Por el Parque México.
¿Qué cosas le cambiaría a la ciudad en que vive?
Haría más casas habitación y menos oficinas en el Centro.
¿Qué multiplicaría?
Los árboles.
¿A qué le teme de su ciudad?
Al drenaje profundo y a las inundaciones.
¿En qué ciudad le gustaría vivir?
En la Ciudad de México, sólo que me gustaría que tuviera río. Le entubaron todos y ésos sí me gustan. Me gusta el agua en las ciudades y ésta no la tiene. Si no, quizá me gustaría vivir en Chicago.
Su ciudad en tres palabras.
Diversa, intensa y divertida.
Su ciudad en tres colores.
El morado de las jacarandas, el gris de las construcciones irregulares y el verde de las enredaderas en las altas bardas de las zonas residenciales.
Su ciudad en tres lugares.
El Zócalo, la Avenida Reforma y San Ángel.
Su ciudad en tres creaciones.
Un organillero en la fiesta del cambio de milenio tocando “Las golondrinas” en el Zócalo, el Palacio de Bellas Artes y la Torre Mayor.
Su ciudad en tres personajes.
El Chacharitas de mi niñez en la Lagunilla, Carlos Monsiváis y Martha Ortiz Chapa y sus sabores.
Su ciudad en un recuerdo.
Las comidas con mi mamá y mi papá en la casa de él y en el Bellinghausen.
Si su ciudad fuera un animal, ¿cuál sería?
Un jaguar porque tiene un pelo precioso y mucha resistencia, pero al mismo tiempo hay que tenerle respeto porque nunca sabes cuándo va a saltar.
Joaquín López Dóriga
Periodista
¿Cuál es su lugar favorito de la ciudad?
El Bosque de Chapultepec.
¿Cuál es su lugar aborrecido?
El Viaducto.
¿Qué ve cuando piensa en la palabra ciudad?
Que es mi gran casa, porque yo nací en Madrid, pero ésta es mi ciudad, como éste es mi país.
¿A qué huele su ciudad?
Depende del día, la ciudad huele a tu estado de ánimo. En un buen día huele a bosque, en uno malo huele a Viaducto.
¿Cuál es el sonido de su ciudad?
Me gustaría oír un sonido de tranquilidad, pero el que escucho es el de los cláxones.
¿Por qué parte de la ciudad camina?
Por el Bosque de Chapultepec, el Centro Histórico, el Parque México y Polanco. Básicamente por los parques. Es difícil caminar en esta ciudad porque las banquetas están hechas pedazos, están peor que las calles.
¿Qué cosas le cambiaría a la ciudad en que vive?
A veces, el humor.
¿Qué multiplicaría?
La paz, la seguridad, la tranquilidad, la alegría, la serenidad.
¿A qué le teme de su ciudad?
A los que conducen y a la inseguridad.
¿En qué ciudad le gustaría vivir?
Me gustaría vivir en Mérida.
Su ciudad en tres palabras.
Familia, origen y destino.
Su ciudad en tres colores.
Verde, blanco y colorado.
Su ciudad en tres lugares.
Soy recurrente, son los mismos: el Zócalo, el Bosque de Chapultepec y el estadio de Ciudad Universitaria, donde juegan los Pumas.
El Bosque porque es una maravilla y lo siguen agrediendo todos los días, los particulares y el gobierno, permitiendo obras en un lugar que debería ser intocable, sagrado. No quiero decir que es el último pulmón, porque me parece que es un lugar común; es más que eso, es el recreo de millones de mexicanos, el patio de su recreo, su bosque de las ilusiones, su bosque mágico y veo que permiten que le metan concreto y le roben espacios, es un crimen y la autoridad no hace nada, mira para otro lado.
Su ciudad en tres creaciones.
El Palacio de las Comunicaciones, lo que era la Oficina de Telégrafos, en la maravillosa plaza Tolsá donde está “El Caballito”; la Iglesia de Santo Domingo con su plaza; y el Zócalo, con todo: Palacio Nacional, Catedral, porque es donde están los poderes, hasta la Corte está ahí. Y en algún momento, con Juárez, estuvo también el Poder Legislativo, es decir que estaban todos los poderes en la plaza: el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y la Iglesia.
Su ciudad en tres personajes.
Salvador Novo, Miguel León Portilla y la Diana cazadora.
Su ciudad en un recuerdo.
Mi madre, porque ella me la mostró. También una visita al Castillo de Chapultepec y la Alameda Central a donde después llevé a mis hijos por compartir un gusto y una riqueza, una nostalgia. Supongo que es un vacío personal que llenas con una presencia arquitectónica, si le quieres llamar así, o una presencia de recuerdos.
Si su ciudad fuera un animal, ¿cuál sería?
Son muchos animales, puede ser un águila, me gustaría que fuera un águila. Aunque a veces es un perro de combate, en eso la hemos convertido, a veces hasta en una hiena. Pero no es la ciudad, sino los que vivimos en ella.
Carlos Puig
Periodista
¿Cuál es su lugar favorito de la ciudad?
Muchos me preguntan eso y no sé cuál es. Mi lugar favorito de la ciudad es donde vivo, mi casa. Y mi barrio favorito es San Ángel porque además creo que es el más bonito.
¿Cuál es su lugar aborrecido?
Los alrededores del aeropuerto de la Ciudad de México.
¿Qué ve cuando piensa en la palabra ciudad?
Veo la Ciudad de México como cuando vas llegando en avión y, para aterrizar, da una vuelta a la izquierda y se ve la Torre de Mexicana.
¿A qué huele su ciudad?
Mi ciudad huele a árboles.
¿Cuál es el sonido de su ciudad?
Por desgracia, el de peseros y microbuses.
¿Por qué parte de la ciudad camina?
Camino lo más que puedo por la ciudad. Principalmente por San Ángel y el Centro.
¿Qué cosas le cambiaría a la ciudad en que vive?
El transporte público. Desaparecería los microbuses, o mejor dicho, cambiaría todo el sistema de microbuses.
¿Qué multiplicaría?
Multiplicaría las zonas por donde se puede caminar. Tenemos un pendiente de rehabilitar banquetas y zonas peatonales, quitar ambulantes para que la gente camine saliendo del metro. Multiplicaría estos andadores porque la gente no camina por la ciudad porque no se puede, eso es increíble.
¿A qué le teme de su ciudad?
Le temo, en la ciudad, a los días de lluvia en los que nos inundamos todos. Me da mucho temor quedarme doce horas atrapado en Polanco porque llueva. Eso sí me da miedo.
¿En qué ciudad le gustaría vivir?
En una en la que ya viví. Quiero mucho a la Ciudad de México, pero entiendo que hay mejores ciudades que ésta y me encantaría vivir en Washington dc.
Su ciudad en tres palabras.
Luz, verde, caos.
Su ciudad en tres colores.
Verde, esta ciudad tiene mucho verde, no lo notamos pero lo tiene. Por desgracia también el gris, porque está llena de hormigón en vez de ladrillo. Y blanco.
Su ciudad en tres lugares.
Periférico, donde uno pasa la mayor parte del tiempo; la calle donde vivo, y un restaurante en Polanco.
Su ciudad en tres creaciones.
Los murales de Palacio Nacional, el Templo Mayor y los murales del edificio de la Secretaría de Educación Pública.
Su ciudad en tres personajes.
Carlos Monsiváis; Paco Ignacio Taibo, porque él me enseñó muchísimas cosas de esta urbe, caminamos juntos y él es un loco de la ciudad, Paco no maneja y nunca lo ha hecho y fue él quien me enseñó a usar el transporte público y a tomar taxis; y Marcelo Ebrard, porque es el funcionario público que más tiempo ha trabajado en la ciudad, de hecho, trabaja como funcionario público en el Distrito Federal desde que Manuel Camacho era regente. Él, Marcelo, sí es un servidor público de la ciudad.
Su ciudad en un recuerdo.
El temblor del 85. Iba a la universidad y me tocó en el coche, lo sentí y me bajé. Además ese día conocí a mi mujer rescatando gente. Hoy tenemos dos hijos y llevamos veintitantos años de casados.
Recuerdo que al día siguiente se hizo la primera brigada de la Universidad Iberoamericana, ahí la vi y para el 23 de septiembre ya estábamos saliendo. De hecho, celebramos como el día que nos hicimos novios el 23 de septiembre del 85.
Si su ciudad fuera un animal, ¿cuál sería?
Un oso grizzly por peludo, porque de lejos se ve encantador y te dan ganas de abrazarlo, pero puede matarte. Es potente, poderoso, cabrón e imponente, pero tiene esa parte a la que quieres darle un beso, pero ¡aguas! ~
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Maestra en periodismo por la Universidad de Boston, REGINA REYES-HEROLES C. ha colaborado en medios como The Miami Herald, The Washington Post y Día Siete. Durante 2000 cubrió las elecciones presidenciales como becaria de The Associated Press. Es columnista regular de la revista Expansión.
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