Khaled Hourani, artista y director de la Academia Internacional de Arte Palestina, lleva dos años produciendo la obra más ambiciosa de su carrera. La obra, titulada Picasso en Palestina, consiste en registrar el intricado proceso burocrático que fue requerido para transportar un cuadro de Pablo Picasso, desde la ciudad holandesa de Einhoven a la ciudad palestina de Ramala. Hourani ha trabajado el tema de la frontera entre Israel y Palestina en el pasado, pero el evento en cuestión resultó de dimensiones globales pues no es fácil transportar productos de cualquier tipo entre Israel y los territorios Palestinos, mucho menos un objeto como el cuadro elegido, Buste de Femme, valuado en 7 millones de dólares. Pero gracias al esfuerzo de Hourani y su equipo, en conjunción con el Museo Van Abbe que accedió a prestar el cuadro, por primera vez, y hasta el 20 de julio de 2011, una obra de Picasso se encuentra en exhibición para el público en general dentro de territorio palestino.
Ramala funge temporalmente como centro administrativo palestino en Cisjordania, uno de los territorios que Israel se empeña en que no obtengan reconocimiento como estado-nación. En esta ciudad se alberga la Autoridad Nacional Palestina, en la Mukata, sede de la representación palestina establecida por Yasser Arafat en 1994, cuando la ciudad fue cedida por Israel bajo los Acuerdos de Oslo. La frontera por donde tuvo que pasar la obra de Picasso para llegar a su destino es una de las más disputadas del mundo, y por ende la logística involucrada en transportar la obra fue complejísima, un evento digno de volverse obra de arte en sí.
Buste de Femme arribó en avión desde Holanda al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, de ahí fue transportada y custodiada por oficiales israelíes hasta el punto de control Qalandia, en la frontera con Cisjordania, uno de los puntos de cruce más conflictivos en la frontera. Una vez del otro lado, el cuadro fue trasladado por autoridades palestinas hasta la Academia Internacional de Arte Palestina en Ramala. Los requisitos burocráticos para lograr coordinar tal evento fueron de una complejidad tal que tardaron dos años en superarse.
Garantizar la seguridad del valioso cuadro durante su traslado fue un problema también, dadas las dificultadas involucradas para obtener un seguro de transporte que quisiera cubrir el traslado. Pero la seguridad más efectiva no derivó de las armas de los soldados custodios, sino de las cámaras de los medios que fueron convocados multitudinariamente para registrar el traslado de la obra a través de la frontera que divide a Israel de Palestina.
Durante su estancia en Ramala, Buste de Femme se encuentra en un cuarto construido especialmente para su exhibición, y sólo tres personas a la vez pueden entrar a ver el cuadro —dados los controles de humedad que la obra requiere. La pieza fue elegida por los estudiantes de la Academia para realizar este viaje/esfuerzo-curatorial-internacional, quizá en parte porque Picasso pintó la obra en 1943, mientras vivía en Paris durante la ocupación Nazi. El cuadro pasará a la historia como uno de los pocos objetos de arte que han tenido que ser custodiados durante su exhibición por dos guardias armados en todo momento.
Las complejidades burocráticas que acompañaron al traslado del cuadro, así como su cruce de frontera entre territorios en pugna, ha revelado las anomalías políticas y geográficas de la región y las ambigüedades identitarias de Palestina como territorio y nación. A sólo veinte kilómetros de Ramala, en el Museo Israelí en Jerusalén Occidental, se exhiben de manera permanente unas treinta obras de Picasso. Sin embargo, Israel limita la entrada a sus territorios de la mayoría de la población palestina, y por ende resulta casi imposible visitar la obra de Picasso si uno vive en Cisjordania. De ahí lo simbólico de que al menos una obra de Picasso sea vista por las decenas de palestinos que hoy hacen fila afuera de la Academia Internacional de Arte Palestina para ver el cuadro.
Este evento, que Hourani ha convertido en una obra de arte paralela a la de Picasso, en sus propias palabras “revela la realidad contemporánea de Palestina y le da al proyecto artístico el poder de lo imposible”. El éxito del proyecto requirió de la cooperación inusitada de autoridades tanto israelíes como palestinas, lo cual ha manifestado el sin número de mecanismos, procedimientos, y requisitos que ordinariamente acompañan a las complejas y burocráticas relaciones entre Israel y Palestina. Charles Esche, el director del Museo Van Abbe en Holanda, ha hablado también de cómo el evento transformó de manera simbólica no sólo al territorio donde se exhibe Buste de Femme, sino que también ha afectado a la obra misma, pues “va a cambiar tras su viaje a Ramala, adquirirá un nuevo significado y este acontecimiento se sumará a la historia del cuadro a partir de este momento”. Cuando el cuadro regrese a Holanda, se le exhibirá con una etiqueta que lo identificará como “El Picasso que viajó a Ramala”.
Para ver imágenes del traslado de Buste de Femme de Einhoven a Ramala y fuentes de las imágenes visite Van Abbe Museum
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¿Qué hubiera hecho Picasso al respecto? ¿Crees que hubiera apoyado el traslado? ¿Le habría importado?