Los cuidados que se tienen para garantizar la legalidad del voto en México parecen terminar en la frontera. Las acciones que buscan facilitar y fomentar el voto en el extranjero hacen agua y demandan una seria revisión.
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El 24 de febrero de 2011 fue aprobado por el Consejo General del Instituto Federal Electoral (ife) el Plan Estratégico del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero, anunciado por Leonardo Valdés, Presidente de dicho Consejo, como un plan realista, innovador y eficiente.1
El análisis de este plan permite adelantar que los calificativos empleados por el doctor Valdés no reflejan los avances del Plan, que busca “incrementar el número de votos de los ciudadanos que residen fuera del país y reducir los costos de este proceso”.
A pesar de los buenos deseos expresados por el doctor Valdés, así como por otros consejeros y funcionarios del ife, los únicos cambios tangibles del Plan Estratégico consisten en la posibilidad de realizar el prerregistro en el Listado Nominal de Electores Registrados en el Extranjero (linere) vía internet, y en la gestión ante el Servicio Postal Mexicano (spm) para costear los gastos derivados del envío de los documentos de registro de electores en el exterior y del sufragio.
Fuera de ello, se mantienen el requisito de que el ciudadano tramite en México la expedición y la renovación de su credencial de elector, y la utilización del correo certificado para el envío de los documentos de registro y de voto, contenidos en el libro sexto del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (cofipe).
No progresaron las iniciativas impulsadas por las organizaciones civiles de los mexicanos residentes en el extranjero de efectuar modificaciones a la Constitución y al cofipe para permitir el uso de la Matrícula Consular como medio de identificación para el registro en el linere, en lugar de la credencial de elector, y la instrumentación del voto vía electrónica por internet, tal como se hace en otros países.
No ha quedado clara la fórmula que se empleará en el spm para el pago de los trámites de correo certificado para el registro de electores y la emisión del voto. Sin embargo, el éxito en el incremento del número de votantes puede elevar sustancialmente el costo del proceso del voto de los mexicanos residentes en el exterior, particularmente en lo que se refiere al registro de electores en el extranjero, sin que ese costo necesariamente se refleje, al final, en el volumen de votantes efectivos, tal como sucedió en las elecciones presidenciales de 2006.
Un análisis de la situación actual de los residentes mexicanos en Estados Unidos impide compartir el optimismo del ife con relación al Plan Estratégico del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero.
Promoción y difusión
El plazo para la promoción y difusión del voto de los mexicanos residentes en el exterior vence el 30 de septiembre, ya que el proceso electoral se inicia el 1 de octubre. A partir de la aprobación del Plan Estratégico en el mes de febrero, las únicas actividades conocidas de promoción y difusión del voto en el extranjero han sido las reuniones de información realizadas en el estado de California y las consultas con el Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, en los meses de marzo, abril y mayo, así como la publicación de una página electrónica (www.votoextranjero.mx).
Una labor efectiva de promoción y difusión en los nueve estados de la Unión Americana que agrupan al 77.1% del total de mexicanos residentes en Estados Unidos,2 y en los estados que reúnen al 22.9% restante, pudiese tomar más de los cuatro meses que faltan para el inicio del proceso electoral.
Credencialización
Independientemente de que la estimación del ife de 4.2 millones de mexicanos en el exterior con credencial de elector en 2006 —sobre la que se realizó el cálculo inicial de votantes potenciales en el extranjero— pudiera estar por arriba del dato real,3 persiste la limitación para expedir y renovar la credencial de elector fuera de México: hay 2 millones 600 mil (32.5%) mexicanos indocumentados que no pueden regresar a México a hacer sus trámites, y otros 2 millones (25%) de mexicanos con estancia legal que estarían obligados a retornar a México en los próximos 4 meses a tramitar su credencial de elector. Esto es, dos terceras partes de los mexicanos en el extranjero o están imposibilitados o deben cumplir requerimientos difíciles para poder emitir su voto desde el exterior.
Un requerimiento que reducirá el número de mexicanos residentes en el exterior —de forma legal— que pueden tramitar la expedición de su credencial de elector en nuestro país es el de presentar un comprobante de domicilio en México. Cerca de una tercera parte (37.5%) de los mexicanos residentes en Estados Unidos tiene más de 10 años viviendo en ese país, por lo que difícilmente mantienen un domicilio permanente en México.
Por otra parte, la oferta de trabajo en ese país obliga a los trabajadores emigrantes a trasladarse con frecuencia a los sitios donde son requeridos, situación particularmente cierta en el caso de los jornaleros agrícolas y los albañiles, quienes se manejan por ciclos en diferentes áreas del país, lo que no les permite mantener un domicilio fijo.
Una cuestión que preocupa, y que en teoría está controlada por el ife a través del Padrón Electoral, es el hecho de que para el registro en el linere y la emisión del voto, se requiere únicamente una copia fotostática del frente y el reverso de la credencial de elector firmada por el interesado, mientras que la votación en México requiere de la presentación física de la credencial de elector a la hora de sufragar. Este procedimiento permite que se vote sin contar con la posesión material en el extranjero de la credencial para votar; basta con que el interesado se haga remitir a su residencia en el exterior una copia del documento.
Sorprende que las estrictas medidas de seguridad para la emisión del voto contempladas en el cofipe, tales como la presentación de la credencial de elector con fotografía y la comparación de la foto de la credencial con el ciudadano sufragante a la hora de votar, no se apliquen en este caso, y que el simple envío de una copia fotostática para los documentos de registro en el linere basten. Igualmente, el requisito del envío del sufragio por correo certificado en este proceso electoral desconoce la realidad existente en los sistemas postales a nivel global.
El hecho de enviar una copia fotostática de la credencial de elector para el registro del votante en la linere no asegura, de ninguna manera, que el voto emitido posteriormente corresponda a la persona que aparece en la credencial. No cumple este procedimiento con la condición de certidumbre a la que obliga el cofipe para la identificación positiva del votante antes de la emisión del voto.
Esta situación abre posibilidades de fraude electoral en varios frentes. Nadie podrá certificar que el voto emitido corresponda a la persona registrada en el linere, lo que permite la compra del voto o el registro de credenciales de elector por otras personas. Es de todos conocida la noticia, en años pasados, de la venta de los datos del Registro Nacional de Electores por un desleal empleado del ife; por otra parte, hace tiempo que el Padrón Electoral obra en manos de los distintos partidos.
Sin hacer conjeturas, simplemente exponiendo una posibilidad, cualquier agente puede recolectar y copiar credenciales de elector en México y en Estados Unidos mediante compra, coerción o cualquier otro medio ilícito y ejercer el voto desde el exterior. Para quien cuente con el Registro Nacional de Electores, es posible aprovechar la documentación de personas difuntas o que hayan partido al extranjero hace tiempo y que no hayan ejercido su derecho al voto desde su salida, por ejemplo.
Lamentablemente, esto que parece ficción ha sido práctica común en las anteriores elecciones de México. No deberá sorprendernos.
Los votantes fantasmas de México podrían organizarse mediante la contratación de domicilios postales,4 o mediante la complicidad con otras personas residentes en las distintas localidades de la Unión Americana. Sólo necesitan la copia fotostática de la credencial de elector y señalar un domicilio en Estados Unidos. Espero no estar dando pistas con esto.
Sin apuntar hacia un fraude electoral masivo, la situación expuesta anteriormente violenta el principio de certidumbre en la emisión del voto de los mexicanos en el extranjero establecido como norma general en el cofipe para todo proceso electoral. Sea un voto o miles de votos, el ife no tiene forma de comprobar que la persona registrada desde el exterior en el linere sea la que sufrague en la elección presidencial de 2012.
Convendría hacer los ajustes necesarios en el libro sexto del cofipe para asegurar, de alguna manera, que el voto emitido por vía postal corresponda a la persona registrada en el linere, y resolver esta laguna en el proceso electoral.
Gratuidad del voto
El Consejo General del ife no ha anunciado la forma como se va a financiar el envío mediante correo certificado del registro en el linere de los electores residentes en el extranjero y del voto de los mexicanos en el exterior.
La erogación puede llegar a representar un gasto presupuestal importante, dependiendo del éxito de la promoción y la difusión realizada por el ife en el exterior. En un artículo anterior señalábamos que este monto pudiera elevarse a más de 15 millones de dólares, únicamente considerando la inscripción en el linere de 500 mil electores potenciales (12%). El gasto correspondiente al envío de los paquetes para el sufragio a las personas que completaron debidamente los trámites para el registro en el linere dependerá del éxito alcanzado por la estrategia de prerregistro por internet, pero aun considerando una aprobación del 80%, estaríamos contemplando un gasto adicional de 12 millones de dólares, más otros 12 millones de dólares para el envío de regreso de las boletas sufragadas, lo que daría un total de 39 millones de dólares, cantidad que por sí sola supera los 270 millones de pesos ejercidos en el proceso electoral en el extranjero en los comicios de 2006.
Una respuesta de 30% (1 millón 260 mil electores) pudiera representar más de 98 millones de dólares para el envío por correo postal certificado del registro en el linere, de los paquetes con las boletas electorales, de la información sobre las plataformas de los partidos para el 80% de los solicitantes aprobados, y del sufragio de regreso de los mexicanos residentes en el exterior.5
Resulta indispensable que el span style=”font-variant: small-caps;”>ife haga público cómo intenta cumplir con el objetivo de realizar los comicios presidenciales en el extranjero en 2012 a un costo razonable y dentro de presupuesto.
Prerregistro por internet
Quizá la única propuesta en el Plan Estratégico que resulta realmente innovadora es la posibilidad de realizar el prerregistro de los electores en el linere vía electrónica por internet (se plantea igualmente el uso de las redes sociales para promover y difundir el voto de los mexicanos en el exterior). Este procedimiento permite realizar todos los cambios necesarios antes del envío definitivo de la solicitud de inscripción en el linere, y así evitar —como sucedió en el proceso electoral anterior— la devolución de la solicitud para su corrección y su reenvío al ife. En las elecciones de 2006, el 25.4% de las solicitudes de registro al linere fue devuelto a los electores residentes en el extranjero.
A diferencia de la situación en 2006, en que el acceso a internet por parte de la población mexicana en Estados Unidos era limitado, ahora la población hispana en general usa más la red, las tecnologías de banda ancha en el hogar y el teléfono celular. Si bien 65% de la población hispana usa internet y 45% tiene acceso a banda ancha en el hogar, el primer porcentaje se reduce a 34% en el caso de los emigrantes mexicanos residentes en Estados Unidos, circunstancia que limita de alguna manera la posibilidad de que hagan su prerregistro en el linere y reduce el universo de posibles usuarios de este medio innovador en el proceso electoral.
Conclusiones
1. A pesar de las buenas intenciones del Consejo General del ife para introducir medidas que permitan una mayor participación de votantes mexicanos residentes en el extranjero en las elecciones presidenciales de 2012 y una disminución de los costos inherentes a este proceso mediante la aplicación de un Plan Estratégico realista, innovador y eficiente, los resultados se podrán ver limitados debido a las disposiciones del cofipe que obligan a tramitar la expedición de la credencial de elector en México y a presentar un comprobante de domicilio en México para el trámite de la credencial para votar.
2. Por otra parte, si la campaña para promover el voto en el extranjero resulta exitosa, el costo del envío por correo certificado de documentos para el registro en el linere y de los sufragios a México podría elevar importantemente el costo del proceso electoral en el exterior.
3. La campaña de promoción y difusión se ha iniciado tardíamente a nivel mundial. Si bien se ha hecho énfasis en el estado de California, que aloja a 36% de la población mexicana en Estados Unidos, falta hacer este ejercicio en los 49 estados restantes, así como en los demás países con los que México tiene relaciones diplomáticas, todo ello en los 4 meses que faltan para el inicio del proceso electoral en octubre de 2011, con el fin de que el proceso sea equitativo para todos los mexicanos en el exterior. Parece un tiempo reducido considerando la magnitud de la tarea.
En estricta justicia, no se debe culpar al ife por los eventuales malos resultados que pueda tener la labor de promoción del voto de los mexicanos en el extranjero en la elección presidencial de 2012. El mal diseño de las disposiciones contenidas en el libro sexto del cofipe —producto del desconocimiento entre nuestros legisladores del funcionamiento de los servicios postales en otros países y de la falta de atención, también por parte de ellos, a las medidas establecidas para garantizar la certidumbre en la emisión del voto, entre otras causas— tiene como resultado las fallas que hemos mencionado. No hay Plan Estratégico que pueda contra eso.
1 www.votoextranjero.mx
2 Arizona, California, Colorado, Florida, Illinois, Nueva Jersey, Nuevo Mexico, Nueva York y Texas.
3 Otros estudios ubican esta cifra en 3 millones 300 mil mexicanos con credencial de elector en el extranjero.
4 Mail Box, Inc., u.s. Postal Service (servicios postales contratados con un domicilio en eu).
5 Se considera en este cálculo el gasto por el envío de 1 millón 260 mil solicitudes de registro en el linere, 1 millón de paquetes con las boletas y la información sobre los partidos, y 1 millón de sufragios enviados de regreso al ife.
fernando sepúlveda amor es Director del Observatorio de la Migración México-Estados Unidos.
