En el mes de marzo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi) dio a conocer los resultados preliminares del Censo de Población y Vivienda 2010. Las cifras ofrecidas por el Instituto son las relativas a la población que habitaba en México hasta el 12 de junio del 2010. Según el inegi, en esa fecha residían en las diversas localidades de la República Mexicana 112 millones 336 mil 538 habitantes. Al compararse ese resultado con los obtenidos en el Conteo de Población y Vivienda 2005, se observa un incremento de más de 9 millones de habitantes en el país en menos de cinco años. Este aumento de la población fue inesperado ya que rebasa las proyecciones del principal organismo planificador de la población del país, el Consejo Nacional de Población (conapo), que había estimado para el 30 de junio del 2010 una población de 108 millones 396 mil 211 habitantes.
El crecimiento de una población está en función de los componentes naturales de la población, como son la fecundidad y la mortalidad, y del componente social, que es la diferencia entre el número de inmigrantes y el de emigrantes. Una población puede crecer por fecundidad no sólo cuando las mujeres tienen más hijos sino también cuando aumenta el número de mujeres en edad de procrear.
El componente social puede incidir en el aumento de la población si el número de inmigrantes es mucho mayor que el de los emigrantes. Asimismo, existe la posibilidad de que la población aumente de un periodo a otro si el mecanismo de medición ha tenido inconsistencias. Cabe preguntarse qué fue lo que más contribuyó a que la medición de la población más reciente arrojara un resultado considerablemente mayor de lo previsto: un aumento en los niveles de fecundidad, el descenso de la mortalidad, la migración o errores censales.
Una posible explicación
Aunque las tasas de fecundidad y mortalidad hayan descendido a niveles muy bajos, la población sigue creciendo en números absolutos. El número de nacimientos no ha sufrido grandes variaciones en los primeros años de este siglo. El promedio anual de nacimientos ha sido de 2 millones 300 mil. El promedio de defunciones en estos años ha sido de 450 mil. Así, el número de personas que se han agregado en el país anualmente por los factores naturales es en promedio una cifra cercana a los 2 millones. El crecimiento natural puede explicar por sí mismo un aumento de menos de 9 millones de personas entre el Conteo 2005 y el Censo 2010.
Lo anterior indica que una parte del incremento poblacional podría deberse a un crecimiento social, es decir a la diferencia entre la inmigración y la emigración. Estimaciones del conapo basadas en los resultados obtenidos en el periodo 1995-2000 y en encuestas levantadas en Estados Unidos sugieren que durante dicho periodo hubo una pérdida en México de 555 mil personas por el fenómeno migratorio. Según el conapo, esta cifra se iba a mantener constante por un largo tiempo. Es por eso que adopta en las proyecciones de población del 2005 un supuesto de pérdida de 555 mil personas, es decir, la tasa de retorno de mexicanos y de migración neta hacia el resto del mundo se mantenía invariable a lo largo de la proyección. Sin embargo, de acuerdo con la actualización trimestral del inegi de las tasas de migración internacional —generadas a partir de la información del cuestionario sociodemográfico de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (enoe)—, la emigración internacional en el periodo 2006-2010 mostró una tendencia a la baja. La tasa del Saldo Neto Migratorio ha descendido de -5.4 a -1.4 por cada mil habitantes. Así, con el actual saldo migratorio, la pérdida de población del país sólo sería de 168 mil personas anuales, y no las 555 mil personas que estimó el conapo para sus proyecciones.
Consideramos que aquí está la clave para entender las discrepancias entre el dato de la población que se esperaba para el año 2010 y el que arroja el Censo.
Si damos por hecho que los datos de la migración internacional son los causantes de la discrepancia, esperaríamos que en los estados con mayor intensidad migratoria sea mayor la discrepancia entre las cifras del Censo y las proyectadas por el conapo.
Los estados donde la diferencia entre el tamaño de la población proyectado por el conapo y las cifras obtenidas por el Censo de Población 2010 es mayor, son entidades que se han caracterizado por tener una larga tradición migratoria hacia los Estados Unidos y donde el proceso social migratorio es más intenso que en el resto de las entidades del país, como son Guanajuato, Michoacán y Jalisco. En los últimos años, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Chiapas e Hidalgo han emergido con proporciones cada vez más significativas de personas que emigran. La diferencia entre las cifras proyectadas y las censales en Guanajuato es de 418,754 personas; en Michoacán, de 399,108; en Veracruz, de 343,483; en Jalisco, de 279,800; en Oaxaca, de 253,248; en Guerrero, de 252,273; en Chiapas, de 240,048, y en Hidalgo, de 231,046. Estos resultados muestran que existe cierta correlación entre las discrepancias de las cifras antes citadas y las proyecciones de la migración internacional. El factor que está en la base de la discrepancia ha sido la reducción en el traslado de personas hacia Estados Unidos.
Conclusión
En 2009 y 2010 se manifestaron con gran fuerza los efectos de la crisis económica generalizada que afectó de manera más incisiva a la mayor parte de los países desarrollados. Como consecuencia, la migración internacional disminuyó en forma sensible. En particular, los movimientos migratorios de mexicanos hacia Estados Unidos se vieron afectados en esos años. La migración mexicana al país vecino es motivada esencialmente por factores laborales. Así, está expuesta a las condiciones de la demanda laboral del país receptor. Los migrantes mexicanos tienden a insertarse en sectores económicos muy específicos, como son la construcción, la agricultura y los servicios. Estos sectores, que en el pasado jugaron un papel fundamental en la atracción de un segmento importante de población, estuvieron en crisis.
Desde esta óptica, es obvio que las proyecciones de población en países con gran emigración de personas tengan problemas. A fin de cuentas, las proyecciones de población se realizan con tendencias pasadas de fecundidad, mortalidad y migración, y si algunos de los supuestos cambian es probable que las proyecciones fallen. Estos resultados deben servir para recordarnos que la migración internacional es un fenómeno demográfico siempre dinámico, difícil de predecir.
*José Aurelio Granados Alcantar es profesor-investigador del área de Sociología y Demografía de la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo.