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Los mexicanos y sus perspectivas económicas
Fundación Este País | Verónica Baz | María José Contreras | 02.06.2011 | 2 Comentarios

Entre las múltiples dimensiones del pensamiento y las creencias de los mexicanos que explora la Encuesta Nacional de Valores sobre los que nos Une y Divide a los Mexicanos (envud1), la relativa a la economía tiene especial relevancia por ser una de las que más nos preocupan como sociedad. Esta tercera entrega de los resultados de la Encuesta envud revisa las condiciones económicas que vivimos y nuestro comportamiento en lo relativo al dinero.

La Encuesta Nacional de Valores sobre lo que nos Une y Divide a los Mexicanos (envud), realizada por Banamex y la Fundación Este País, es uno de los instrumentos más valiosos que tenemos hoy para conocer y medir qué estamos pensando y cómo nos percibimos los mexicanos a 200 años de la independencia de nuestro país. La Encuesta es muy amplia y abarca muchos temas; ésta es una revisión de la perspectiva económica analizada desde distintos ángulos.

La Encuesta permite no sólo identificar cuáles son los temas económicos que más afligen a los mexicanos y sus expectativas para el futuro, sino también mapear su “ideología” económica. Si bien percepción no es realidad, sí determina muchas de las decisiones individuales que tomamos en el día a día. Entender cómo percibimos los mexicanos nuestro entorno ayuda a diseñar políticas que impulsen el desarrollo del país.

México clasemediero

En el libro titulado Clasemediero: Pobre no más, desarrollado aún no (Felou, México, 2010), Luis de la Calle y Luis Rubio argumentan que México se ha convertido en un país de clase media. No solamente porque así se perciben las personas, sino porque en los últimos 20 años hemos visto un cambio drástico en la forma de vida de los mexicanos. Clasemediero evidencia este cambio con “indicadores” como: consumo de carne, gasto en entretenimiento, número de universitarios, viviendas propias, caída en la tasa de mortalidad infantil, entre muchos otros.

En consistencia con el argumento del libro, la envud nos permite ver que los mexicanos efectivamente se perciben —en su mayoría— como de clase media. 40% de los encuestados se describe a sí mismo como de clase media baja y 13% dice pertenecer a la clase media alta. Ambas categorías suman más de la mitad de la población. Sólo 1% de los encuestados dijo pertenecer a la clase alta, 19% se considera de clase obrera y 26% de clase baja.

Tal como afirman De la Calle y Rubio, un mayor nivel de educación es uno de los rasgos de una sociedad de clase media. Mencionan, por ejemplo, que hay un incremento de 59% desde 1980 en el número de alumnos en educación superior. Este incremento en la demanda de educación superior ha sido atendido en buena parte por universidades privadas como el Instituto Tecnológico de Monterrey (itesm), la Universidad del Valle de México (uvm) y la Universidad Tecnológica de México (unitec), entre otras. Resulta interesante que, según los resultados de la envud, es entre la clase media alta donde se observa el mayor porcentaje de personas con educación superior (37%). También, 18.3% de quienes se consideran de clase media baja tienen un grado de licenciatura o posgrado (ver Gráfica 1).

graf 1 p 57

Este cambio en la educación superior mexicana es también consistente con la existencia de una opinión favorable sobre las universidades privadas, ya que si bien 60% de los mexicanos está en desacuerdo con que “las universidades privadas son de mejor calidad que las universidades públicas”, existe un 37% que está de acuerdo con esta aseveración.

Otro aspecto de la envud que nos permite evidenciar el crecimiento de la clase media es el uso de tecnologías de la información. La Encuesta muestra que 51% posee un celular, 21% de las personas tiene acceso a internet y 14% está en alguna red social. Aun cuando sabemos que México tiene un rezago importante en la penetración de internet, resulta interesante el alto porcentaje de personas que participan en redes sociales, por ejemplo (ver Gráfica 2).

graf 2 p 58
Pero transitar hacia un país mayoritariamente de clase media no sólo implica cambios en determinados patrones de consumo; implica también cambios en las actitudes políticas y los valores que decidimos privilegiar. En Clasemediero, los autores incluyen datos que muestran un incremento en el número de votantes independientes. Gracias a la envud no sólo podemos ver que efectivamente existe un gran número de personas que se consideran apartidistas (45%); además, los resultados muestran que entre los jóvenes esta tendencia es aun mayor; de hecho casi la mitad (48%) dice no considerarse de ningún partido (ver Cuadro 1).

Cuadro1

Por otra parte, Inglehart2 muestra cómo, con el paso de las personas a una sociedad más desarrollada, sus valores cambian, migrando así de valores materialistas relacionados con la satisfacción de necesidades básicas, como el hambre, hacia valores posmaterialistas como la preocupación por el medio ambiente, la igualdad de género o la libertad. En este sentido, la Encuesta muestra, por ejemplo, que 57% de los encuestados considera el cuidado del medio ambiente como “muy importante”.

Finalmente, a pesar de que 41% de los encuestados reconoce que el ingreso le alcanza justo, sin grandes dificultades, y 40% afirma que no le alcanza y que tiene algunas dificultades (ver Gráfica 3), los mexicanos no sólo perciben una mejoría respecto a la situación de sus padres sino que además esperan que la posición social de sus hijos mejore respecto a la suya.

Si bien este patrón se repite en todas las clases sociales, el porcentaje de personas de clase media que opina así es mayor. 35% de los mexicanos cree que tiene una posición social más alta que la de sus padres; entre quienes se consideran de clase media —alta y baja—, 42% opina así. También, el porcentaje de mexicanos que cree que sus hijos mejorarán su posición social es 57; entre la clase media el porcentaje de personas que cree esto es de sesenta y dos.

En resumen, en las últimas dos décadas los mexicanos han mejorado su condición socioeconómica, y así lo perciben los encuestados. Sin embargo, en la actualidad aún existe una gran proporción de personas que encuentra dificultades para que su ingreso familiar le alcance. Es por esto que es importante recalcar que, si bien existe una clase media creciente, ésta es aún vulnerable. Es necesario diseñar políticas públicas que favorezcan su expansión. En este sentido, ver cómo los mexicanos administramos, invertimos y ahorramos es importante.

Qué hacemos con el dinero

El ahorro es una pieza fundamental para el crecimiento económico. Es la posibilidad de poder sacrificar gasto presente por gasto futuro lo que permite a las economías asegurar mejores condiciones para el porvenir. Los mexicanos muestran un gran aprecio por el ahorro; prueba de ello es que, cuando se pregunta a los encuestados qué harían si les llegara una cantidad de dinero extra, como primera opción aparece “ahorrarlo”, con 26%, seguida de “pagar una deuda”, con 22 por ciento.

No obstante, uno de los resultados que más sorprende y preocupa de la encuesta es conocer cómo están ahorrando los mexicanos (ver Cuadro 2). 43% de los mexicanos cree que la mejor manera de ahorrar es guardando el dinero ellos mismos. Muy por debajo, aparece como segunda opción la inversión, con 26%, y sólo 18% dice que la mejor manera es depositarlo en un banco. Existe varianza en esta opinión por clase social. Más de la mitad de las personas que se consideran de clase baja prefieren guardar el dinero que ahorran ellos mismos (51%) en cambio, entre personas de clase alta este porcentaje es menor (39%). Resulta importante resaltar que es entre las personas de clase media —alta y baja— donde se encuentra el mayor porcentaje de personas que piensa en invertir en un negocio o propiedad como la mejor opción cuando de ahorrar se trata.

Cuadro2

Llama la atención que la mayoría de las personas (54%) confían poco o nada en los bancos y que, además, esta opinión es persistente en todos los niveles educativos.
Para pedir prestado, los bancos tampoco resultan ser la mejor opción en la opinión de los encuestados. Cuando se cuestiona a los mexicanos acerca de cuál sería la forma en la que se sentirían más cómodos para cubrir un gasto extraordinario, la gran mayoría (63%) dice que le pediría prestado a un familiar o un amigo. Los bancos aparecen en segundo lugar pero sólo 14% manifiesta que su preferencia es recurrir a un préstamo bancario.

Queda claro que los bancos tienen una gran oportunidad de crecimiento por delante. En este sentido, vale la pena preguntarse qué es lo que causa esta baja confianza en las instituciones bancarias y cómo se podría revertir, ya que mientras los hogares y las pequeñas empresas no vean incentivos para ahorrar e invertir de manera eficiente, el desarrollo económico del país —que tanto preocupa a los mexicanos— será más difícil de lograr.

¿Hacia dónde? Confusión con respecto al rumbo

Los mexicanos vemos el futuro con optimismo. Sin embargo, existe cierta preocupación con respecto al rumbo económico del país. Prueba de esto es que a 56% de las personas le gustaría —como primera opción— que el principal objetivo de México en los próximos 10 años fuera “una economía fuerte que ofrezca empleos y buenos salarios” incluso por encima de “un Estado de derecho en el que prevalezca la legalidad y se castigue a quienes rompan las leyes”. Pero de las personas que opinaron de esta manera, 62% considera que México va por el camino equivocado para lograr dicho objetivo (ver Cuadro 3).

Cuadro3

Aunque podemos ver cierto consenso entre los encuestados respecto al objetivo que el país debería fijarse, existe poca claridad en cuanto a cómo lograrlo. Los mexicanos parecemos no estar de acuerdo en cuanto a qué queremos de las empresas, la inversión privada y la extranjera y la participación del gobierno en la economía, por mencionar algunos temas.

Con respecto al comercio mundial, la envud muestra que los mexicanos tienen una buena opinión. 60% cree que es bueno y sólo 1 de cada 5 mexicanos cree que no lo es. También en su mayoría (56%) consideran que a 17 años de que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlc) entre México, Estados Unidos y Canadá, éste ha sido bueno o muy bueno. Incluso, 1 de cada 3 mexicanos considera que desde la entrada en vigor del tlc la soberanía de México se ha fortalecido (ver Gráfica 4).

graf 4 p 58

La opinión sobre el tlc es más favorable que la opinión que tienen los mexicanos respecto a Estados Unidos; en una escala del 1 al 10, donde 10 es “muy buena”, los encuestados ubican en 6.2 su opinión sobre nuestro vecino del norte. Sin embargo, esta impresión no es uniforme para todos los estados de la República. Los que mejor opinión tienen de Estados Unidos son los estados fronterizos, por ejemplo Sonora con una calificación de 7.3, Nuevo León con 7.1 y Chihuahua con 7. En el otro extremo, los estados que peor opinión tienen son el Estado de México, Quintana Roo y el Distrito Federal con calificaciones de 5.5, 5.6 y 5.6 respectivamente. Destaca el caso de Quintana Roo que, a pesar de obtener grandes ingresos por motivo de turismo de ciudadanos estadounidenses, tiene una mala impresión del país vecino (ver Cuadro 4).

Cuadro4

Además, a esta actitud positiva respecto a la apertura comercial se suma una opinión favorable en cuanto a la inversión extranjera. La mayoría (58%) considera que ésta debería aumentar y 37% que debería disminuir. No obstante, en una escala del 1 al 10, donde 1 es “entorpece” y 10 “facilita el desarrollo económico”, los mexicanos parecen no tener una muy buena impresión de los inversionistas extranjeros ya que ubican su opinión respecto a ellos en 6.2.

Es importante mencionar que —si bien de alguna manera los mexicanos parecieran estar a favor de la apertura debido a su opinión favorable sobre el comercio mundial y la inversión extranjera— cuando se trata de la industria del petróleo y la industria eléctrica, los mexicanos muestran mucha mayor resistencia a la apertura. Según la envud, 62% de los mexicanos está en contra de que se permita la inversión de capital privado en la industria petrolera del país y 63% opina igual respecto a la industria eléctrica. Como se esperaría, existen diferencias en estos porcentajes cuando se toma en cuenta la preferencia partidista de las personas. En general, de manera consistente con lo que vemos en el discurso político, un mayor porcentaje de panistas se manifiesta a favor de la inversión privada en estos sectores, en contraste con los perredistas, que son quienes más se oponen (ver Cuadro 5).

Cuadro5

Por otro lado, tampoco parecemos tener muy claro cuál debería ser el papel del gobierno en términos económicos. De hecho, en una escala del 1 al 10, donde 1 es que “debería aumentar la propiedad privada de empresas y de la industria” y 10 que “debería aumentar la propiedad gubernamental de empresas e industrias”, los mexicanos ubican su opinión en un punto medio (5.9). Lo mismo sucede cuando se les pide que se ubiquen en una escala del 1 al 10 donde 1 es que “el gobierno debe tener más responsabilidad para asegurar que todos tengan sustento” y 10 que “los individuos deben tener más responsabilidad para sostenerse a sí mismos”. Los mexicanos se ubican en 5.

Independientemente de la postura de los mexicanos respecto a los temas que se acaban de mencionar, los resultados de la encuesta evidencian que se considera que existen muchos obstáculos al crecimiento económico. En una escala del 1 al 10, donde 1 significa “entorpece el desarrollo” y 10 significa “facilita el desarrollo”, la peor calificación la recibe la burocracia con 4.9, seguida de los sindicatos con 5.1. Los encuestados dan la mejor calificación a los empresarios con 6.5 —cifra que sigue siendo baja. Le siguen las leyes con 6.3 y los inversionistas extranjeros con 6.2 (ver Gráfica 5).

graf 5 p 64

Es interesante subrayar que, si bien los empresarios son los mejor calificados, cuando se pregunta a los mexicanos qué tanto confían en las empresas chicas, un 47.5% opina que poco o nada; dicho porcentaje es mayor (51%) entre quienes se consideran de clase baja u obrera. La confianza es todavía menor cuando de empresas grandes se trata: más de la mitad de los mexicanos (56%) confía poco o nada en éstas. A este respecto, no existen grandes diferencias en las calificaciones otorgadas por personas de distintas clases sociales.

Si bien es cierto que no necesariamente los ciudadanos deberían tener claro o ponerse de acuerdo en cuanto a su ideología económica, resulta interesante destacar que a pesar de que el tema económico preocupa a los mexicanos, existen algunas inconsistencias en su opinión respecto a qué rumbo debería tomar el país en materia económica —como querer más inversión extranjera pero no ver del todo a los inversionistas extranjeros como facilitadores del desarrollo. Además, es importante hacer hincapié en que incluso cuando los mexicanos se manifiestan optimistas con respecto al futuro, desde su punto de vista aún persisten ciertas barreras al crecimiento; la falta de confianza en las empresas y la percepción del gobierno y la administración pública como entorpecedoras del crecimiento son muestra de ello.

Estabilidad necesaria

Dada la aún reciente historia económica de México, no sorprende que los mexicanos muestren un enorme aprecio y valoración por la estabilidad macroeconómica. Cuando se les pregunta qué creen que es lo más importante, 1 de cada 3 mexicanos responde que combatir el alza de precios. No obstante, empatada en primer lugar se encuentra la idea de mantener el orden en la nación.

A pesar de que aún preocupa a los mexicanos, el país ha logrado estabilidad macroeconómica. Pero es otro tipo de inestabilidad la que podría amenazar el bienestar: la violencia. Según los encuestados, el principal fracaso de México en sus 200 años de vida como país independiente es la violencia (28%), seguida por la corrupción (23%). En este sentido, la opinión acerca de cuál debería ser la tarea más importante del gobierno en estos momentos divide al país. Obviamente, en los estados con altos índices de violencia como Coahuila y Chihuahua predomina fuertemente la de combatir el crimen. Pero en estados con altos índices de pobreza como Oaxaca y Veracruz se piensa que el gobierno debería centrar sus fuerzas en el combate a la pobreza (ver Cuadro 6).

Cuadro6

Todo parece indicar que, hacia el futuro, en la opinión de los mexicanos el país no sólo necesita rumbo y dirección en lo económico sino certidumbre e instituciones que garanticen ese crecimiento. Los resultados de la Encuesta son muy claros: México tiene el pendiente de determinar el rumbo que quiere para crecer en las próximas décadas y esto, necesariamente, tiene que venir acompañado de certidumbre, Estado de derecho y reducción de la violencia.

________________________________________________________
1 La envud es un estudio realizado bajo los auspicios de Banamex, la Fundación Este País y un grupo de donantes interesados en hacer un retrato de los valores y las creencias de los mexicanos al inicio de la nueva década. Alberto Gómez, Federico Reyes Heroles y Alejandro Moreno agradecen al grupo de académicos, encuestadores e interesados en la temática de valores que, generosamente, aceptaron formar un Consejo Consultivo para este proyecto y cuyo tiempo, observaciones y sugerencias enriquecieron el estudio de manera importante: Andrés Albo, Ulises Beltrán, Edmundo Berumen, Eduardo Bohórquez, Federico Estévez, Nydia Iglesias, Rosa María Ruvalcaba e Iván Zavala. En la realización de la envud participaron diversas empresas: Ipsos-Bimsa Field Research de México, S.A. de C.V. (que se encargó de levantar la encuesta en Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Colima, el Distrito Federal, Durango, Guerrero y Oaxaca); Mercaei, S.A. de C.V. (Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz); Nodo-WMC y Asociados, S.A. de C.V. (Campeche, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas) y Pearson, S.A. de C.V. (Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Michoacán, Puebla, Quintana Roo y Yucatán). La empresa Berumen y Asociados se encargó del diseño de la muestra, la supervisión, la validación de la captura y el respaldo a las encuestadoras durante el levantamiento en campo.
2 Ronald Inglehart, The Silent Revolution: Changing Values and Political Styles Among Western Publics, Princeton, Princeton University Press, 1977.

2 Respuestas para “Los mexicanos y sus perspectivas económicas
  1. iñigo abad fajardo rojo dice:

    Seria muy importante el que estos resultados de la Encuesta llegaran a la clase politica de nuestro pais y conocieran cual es la percepcion que tiene la ciudadania respecto a la situacion de México y sobre todo sobre que valores en general nos movemos y así aplicar politicas que atiendan, resuelvan y por que no, preparen desde las instituciones gubernamentales un escenario mejor para y con todos los mexicanos.

  2. […] V. y Contreras, J. M. (2011). Los mexicanos y sus perspectivas económicas. Revista Este País. Número […]

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