Friday, 15 November 2024
Artículos relacionados
“Nieve” de Orham Pamuk
Blog | El Domador De Polillas | Lecturas | Rocío Franco | 18.02.2011 | 2 Comentarios

Cuando yo vuelva
te hablaré de Isabel, Estambul, Nueva Zelandia
de la isla que nos aguarda en el Atlántico
donde yacen sepultas nuestras alas.

Guillermo Fernández, “Ninní”, Bajo llave

Es muy probable que para mí la reminiscencia de un lugar muy remoto tenga el nombre de Estambul, quizás ese imperfecto recuerdo tenga que ver con estos versos de Guillermo Fernández. Pero, entonces, cuando siento que Estambul es un lugar casi inexistente, me encuentro con la novela Nieve y la Turquía actual y convulsa de Orhan Pamuk (ganador del Premio Nobel de Literatura en 2006).

istambul-flickr-maccosta

Foto tomada de Flickr/CC/maccosta

Nieve además de intriga, suspenso y flagrante velocidad, contabilizada con precisión a lo largo de la narración, está aderezada con aquella enfermedad que todos quisiéramos padecer: una triste historia de amor.

El narrador que cuenta esta intrincada historia parece saberlo todo. No sólo los hechos, también las emociones y los pensamientos de todos los habitantes del pueblo en el que se desarrolla la historia, sobre todo del protagonista, Kerim Alakusoglu. A quien no le gusta su nombre, por lo que le llamaremos Ka, como hace Pamuk.

Ka es un periodista (en realidad no lo es) y poeta turco exiliado en Alemania que decide investigar una misteriosa cadena de suicidios femeninos en su pueblo natal, Kars (aunque, nos enteraremos después, en realidad decide ir a Kars sólo por volver a contemplar la belleza de Ípek).

El viaje comienza con la caída de la nieve, con los presagios climatológicos de densas nevadas. Kars es un pueblo musulmán, o no tanto. Sin embargo, en Kars suceden muchas más cosas que los suicidios. Al llegar a Kars, se hace realidad lo que Ka ya sabe: que los minúsculos sucesos de verdad importantes de la vida sólo suceden una vez, “a lo largo de la vida sólo nieva una vez en nuestros sueños”.

Ka quiere saber por qué las mujeres se suicidan en su pueblo, pero también quiere saber por qué los musulmanes se pelean entre ellos y con los otros. Ka tiene recuerdos de la pobreza y de su infancia en ese lugar, pero también se da cuenta de que ya no pertenece… Ka es un turco que ya no es turco, es un alemán que no puede terminar de ser alemán; es un falso periodista y un apocado poeta. Ka ama a Ípek, pero Ípek nunca ha sido su mujer. Ka es un gran poeta, pero hace mucho que no es capaz de escribir dos versos (situación que se revierte en cuanto llega a Kars). Ka es un poeta “famoso” pero está solo; solo en Kars y en Alemania. Ka es un pueblerino turco, pero también es un intelectual exiliado en Alemania que conoce el mundo “moderno”.

Ka no quiere ser como los otros, pero es casi lo mismo: puede ser poderoso porque escribe, pero no es capaz de ejercer ese poder. Ka quiere ser bondadoso, pero omite. Ka quiere ser malicioso, pero teme.

Durante los tres días que Ka pasa en Kars tienen lugar hechos que cambiarán de forma radical su sedentaria vida; sucesos cotidianos, o no tanto; porque aunque estemos acostumbrados a leerlo todos los días en el periódico, no es “normal” que un hermoso y enamorado (tanto de Hicran, como del Islam y de su amigo Fazil) chico de 17 años, poseedor de unos insondables ojos azules muera por un disparo en el ojo izquierdo. No es normal que tanto amor por una mujer, Ípek, no sea correspondido. No es normal que pueda nevar tanto en un mismo sitio. No es normal que un terrorista, Azul, sea tan seductor. No es normal que los hombres se maten unos a otros, se mientan unos a otros para asesinarse en plena acera cualquier día. No es normal que mientras la sangre corre siga nevando. No es normal que una puesta en escena termine en golpe de Estado (sí, también hay teatro en esta novela). No es normal el contraste del rojo y el blanco. No es normal que las personas peleen a muerte por ser musulmanes, kurdos, cristianos, armenios, europeos, liberales, orientales u occidentales. No es normal que los seres humanos queramos poseer el control de las conciencias. No. No es normal… o sí, naturaleza humana, la verdadera.

nieve-pamuk

Rafael Carpinteiro (trad.),
México: Alfaguara, 2006, 498 pp.

Orhan Pamuk quizás haya querido que entreviéramos rastros de su propia vida: su exilio debido a sus ideas “ofensivas para el Islam”, pues se ha atrevido a exigir al gobierno turco el reconocimiento que hizo del exterminio armenio; su persecución; el asesinato de su amigo periodista y activista, Hrant Dink (el 19 de enero de 2007) a manos de un adolescente de 16 años; el conflicto interno entre pertenecer a la cultura occidental, con todas las “ventajas” que ofrece, o a la ancestral y aguerrida cultura turca (Pamuk se dice “musulmán cutural”).

Después de todo, a pesar de todos, los hombres y nuestras circunstancias somos únicos, como bien lo saben Ka y Orhan, irrepetibles como los millones de fractales que nos regala la nieve; como los momentos que nos determinan a lo largo de la vida, sobre los que Ka escribió sus poemas en su cuaderno verde; para Ka fueron un perro o una caja de chocolatinas, quizás un arranque de celos, ¿y para usted? ¿Y para mí?

Vive en esta novela el cuestionamiento del hombre actual ante la diversa realidad, ante las fracturas propias y la lucha por darles unidad; nuestras convicciones se transforman en el continuo cotidiano con la intervención de los actores, los ambientes y las emociones que nos provocan. A fin de cuentas, Estambul sí resultó un lugar remoto, quizás es ahí donde dejamos sepultas las alas; es decir, el íntimo fluir tan escondido en cada uno de nosotros, desconocido para los demás, incluso para aquellos a quienes más amamos.

Este thriller es cautivador como la silenciosa, lenta y premonitoria caída de la Nieve.

2 Respuestas para ““Nieve” de Orham Pamuk”
  1. jose hernandez dice:

    muy buena reseña, incita a leer el libro, felicidades Rocío.

  2. […] This post was mentioned on Twitter by Roger Michelena, ROBERT ANDRÉS GÓMEZ, ocelotita, ocelotita, ocelotita and others. ocelotita said: a partir de esta semana la revista Este país publicará mis colaboraciones en su versión digital, la 1a: http://estepais.com/site/?p=32324 […]

Dejar un comentario



Fondo de Cultura Económica: las batallas sin tregua
Este texto estará disponible en el transcurso del mes. Por favor, visite el sumario general o el sumario del suplemento de Cultura regularmente. Los títulos subrayados indican que el artículo completo ya está disponible. Suscríbase a Este País y reciba la versión impresa cada mes a la puerta de su casa o cómprela con su […]
Ráfagas y carnaval
Ricardo Ancira, Agosto tiene la culpa, Samsara, México, 2014. En “… y Dios creó los usaTM”, Ricardo Ancira cuenta cómo un mexicano supuestamente americanizado se arma un día hasta los dientes, recorre un barrio chicano en Los Ángeles, California, peregrinación que es una forma de recorrer su propia vida de desgracia y migración, irrumpe en […]
Caminos lingüísticos de ida y de regreso:
Novelas en maya, libanas en español
Escribir novelas en mixe, obras de teatro en tepehua, poemas en tepehuano son rutas posibles en el campo de los encuentros interculturales, posibilita experimentar lenguas en los géneros literarios de otra tradición cultural. Más allá de los gustos personales estoy a favor y me interesa el resultado de estos encuentros, las implicaciones que acarrea, las […]
Otra vez… los libros, la SEP y las cuentas que no paga
El Domador de Polillas | Rocío Franco López           Como ya lo dije en alguna otra ocasión [http://archivo.estepais.com/site/?p=47371] la manufactura de libros de texto es una tarea ardua. Como podrán leer allí, lo que escribí entonces causó controversia, en los comentarios se manifiestan tanto personas que estuvieron a favor, como quienes […]
El novelista: esa marmota indescifrable
Hace como dos años en la Feria del Libro Independiente que se organiza en el Museo de Arte Carrillo Gil, me encontré con una obra de la editorial alemana Bom dia, Boa tarde, Boa noite. Para ser honestos, lo más llamativo del stand era el vendedor. Me acerqué y me dijo algo así como que […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (152.798)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.712)
...

Con toda la barba (47.665)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.425)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.516)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez