Amado Nervo pasó unos cuantos apuros para adaptarse al ritmo modernista de la Ciudad de México, sin embargo a un año de su llegada, en 1895, colaboraba en la Revista Azul y en alguno que otro periódico. Aquel joven tenía el humor suficiente (y otras necesidades) para escribir artículos sobre las penas y alegrías de la vida diaria de los capitalinos. Como aficionado a las letras, una nota que leyó por aquellos días en un periódico madrileño sobre la imposición de un impuesto a quien cometiese faltas de ortografía en la vía pública, ya fuera en letreros, anuncios y carteles, lo condujo a reflexionar sobre el problema. Entre los argumentos que justificaban la medida estaba el de que era bien sabido “que los niños aprenden y graban con más fuerza en la mente lo que les entra por los ojos”. De esta manera un anuncio como Se Gisa de comer perjudicaba la inversión educativa de una familia ya que los hijos tenderían a usar esta forma convencidos por su retentiva visual más que por sus conocimientos de ortografía y gramática españolas.
Confesaba el poeta nayarita que le gustaba el proyecto y que desearía verlo trasplantado a México porque de esa manera obtendría el fisco, en vez de un millón y pico de pesos, acaso dos millones, ya que “en esta culta capital, no menos que en la cultísima española, se asesina a la ortografía por atavismo; un atavismo extraño, pero bien caracterizado: es la herencia materna, nada menos que eso”. Era evidente que las mujeres cometían muchas faltas de ortografía porque solían interrumpir sus estudios tempranamente. Algunas de las observaciones nervianas sobre el problema de la escritura en este país:
Aquí se han realizado prodigios:
Revolucionarios por excelencia, disfrutamos hoy de una paz que ni mandada a hacer.
Pobres de solemnidad, nos encontramos de la noche a la mañana con un sobrante en la Tesorería.
Sin tener qué exhibir, si exceptuamos nuestros ratas, que son clásicos, nuestro pulque y nuestra habilidad para el juego del puñal, hacemos un certamen internacional.
Sin haberlo revelado, resultamos de un día para otro con aptitudes para ministros… de lo que se quiera, y cumplimos a maravilla nuestro cometido.
Pasan cosas maravillosas, sí; pero la maravilla no llega hasta hacer que una mujer escriba deseo sin ce y felicidad sin ese. Es en vano que la busquéis, aunque sea con la linterna de Diógenes o con la habilidad de un detective neoyorkino (no me refiero al que vino en días pasados y al cual le robaron aquí el reloj). No la hallaréis. Buscad la piedra filosofal, la cuadratura del círculo, el origen “natural” de las pirámides de Teotihuacán. Es más fácil dar con eso…
Y no niego a la mujer mexicana instrucción y aun sabiduría.
Aquí tenemos de todo: poetisas, pintoras, comadronas tituladas y maestras de escuela; pero todas andan a la greña con la ortografía.
Convencida de la importancia que tiene la ortografía para garantizar el mantenimiento de la unidad básica del español —que no impide el reconocimiento de sus variedades internas y de su evolución—, la Fundación del Español Urgente trabaja para despejar dudas lingüísticas y contribuir al buen uso del idioma con base en los criterios adoptados por las Academias. He aquí algunas de las recomendaciones que la Fundación BBVA ha difundido en los últimos meses a partir de dudas y errores de acentuación detectados en los medios:
El prefijo súper- se escribe unido a la palabra a la que acompaña y sin tilde. Son incorrectas las expresiones en las que el prefijo súper- aparece separado de la palabra a la que acompaña o unido a ésta con un guion como “En todas las tiendas de la Plaza Coyoacán encontrará súper ofertas de temporada”; “Es el super-héroe más conocido de todos”. El prefijo súper- debe escribirse unido a la siguiente palabra y sin tilde: “superofertas”, “superhéroe”, “supermoderno”, “superpráctico”, “superfino”. La nueva edición de la Ortografía de la lengua española advierte que únicamente llevará tilde si se emplea como sustantivo que equivale a “supermercado” como en “Lo compramos en el súper”, y cuando se utiliza como adverbio o adjetivo pospuesto al sustantivo: “Es una idea súper”, “La pasamos súper en la fiesta”.
El sustantivo espécimen, que significa ‘muestra, modelo, ejemplar, normalmente con las características de su especie muy bien definidas’, se escribe con tilde en la segunda e, pues se trata de una palabra esdrújula. Es impropio pronunciarla como si fuese una palabra llana y escribirla sin acento gráfico: “Se trata de un nuevo especimen que ha asombrado a la comunidad científica”; “Las leyes son más estrictas porque es un especimen de ave en riesgo de extinción”. La equivocación proviene, al parecer, del hecho de que en su plural, “especímenes”, se acentúe la i, lo que lleva a la errónea idea de que en la forma singular el acento de la entonación recae también sobre esta letra. Sin embargo en singular debe pronunciarse y escribirse siempre espécimen de modo que lo correcto en los casos citados es: “Se trata de un nuevo espécimen que ha asombrado a la comunidad científica” y “Las leyes son más estrictas porque es un espécimen de ave en riesgo de extinción”.
El diptongo ui no se tilda en los participios de los verbos terminados en -uir como “distribuir”, “distribuido”; “concluir”, “concluido”, etcétera. En los medios escritos con frecuencia se encuentra este diptongo tildado incorrectamente: “A pesar de que el vehículo quedó destruído no lograron sacar a los detenidos”; “Le preguntaron si sabía cuántas casas iban a ser construídas en su gobierno”; “Los cinco jugadores suspendidos estaban incluídos en la primera lista del director técnico”. Debemos advertir que el diptongo ui se tilda cuando recae en él el acento: en palabras esdrújulas (“cuídalo”, “construírsela”) o en agudas terminadas en vocal (“influí”, “incluí”) o en -s (“derruís”, “excluís”), pero no en las llanas o graves terminadas en vocal (“fluido”, “jesuita”, “incluida”) o en -s (“destruidas”, “imbuidos”, “recluidos”). En los ejemplos anteriores, el diptongo ui se encuentra en palabras graves que terminan en vocal o en -s, y por tanto no debería haberse tildado: “A pesar de que el vehículo quedó destruido no lograron sacar a los detenidos”; “Le preguntaron si sabía cuántas casas iban a ser construidas en su gobierno” y “Los cinco jugadores suspendidos estaban incluidos en la primera lista del director técnico”.
El sustantivo priista no se tilda, porque es una palabra llana o grave que termina en vocal y es frecuente encontrar notas en las que aparece acentuada: “Los priístas festejan sus triunfos y se muestran muy seguros para la elección del año próximo”.
Para responder, por último, a la inquietud de los atentos lectores sobre el porqué del acento en Fundéu, sigla de la Fundación del Español Urgente, recordamos que es un acrónimo formado con base en la ortografía del español, en el cual la e se acentúa porque es la vocal tónica del diptongo que forma con la u, vocal cerrada átona, en una palabra aguda terminada en vocal.
Sirvan estos breves recordatorios sobre el empleo de la tilde o acento gráfico en algunas palabras para evitar las multas que los vigilantes del idioma, como Amado Nervo, podrían levantarnos desde el más allá.
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MIGUEL ÁNGEL CASTRO estudió Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM. Ha sido profesor tanto de literatura como de español y cultura mexicana para extranjeros. Especialista en siglo XIX, es investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la máxima Casa de Estudios y director de la Fundéu México.
interesante sobre todo en su parte introductoria; pero en los términos actuales en que se toman los impuestos me preguntaría que en lugar de el establecimiento de un impuesto a la mala ortografía ¿no sería mejor utilizar el de multa?