Thursday, 26 December 2024
Artículos relacionados
El rímel de la escritura
Blog | E'px | Yásnaya Aguilar | 19.09.2012 | 3 Comentarios

Yasnaya-bio

La ortografía es solo el maquillaje de la escritura. Cada vez que oigo o leo a alguien juzgar a otra persona por su ortografía siento algo de incomodidad, por decir lo menos. Yo misma lo he hecho innumerables veces pero en medio de esta mea culpa quiero decir que juzgar las ideas del otro a partir del uso de la “h” dice más de nosotros mismos y de nuestros prejuicios. Un tufo de superioridad se desprende cada vez que desechamos una idea porque al escribirla, los autores utilizaron “z” y no “s”. Es una manera simple y superficial de descalificar el argumento de los demás.

No es que esté en contra de la ortografía, estoy en contra de hacer inferencias sobre las personas y las ideas a partir de su uso. Durante la infancia tomábamos dictados para pulir la ortografía aunque no entendiéramos los textos de un idioma que no era el nuestro. Conozco a muchas personas de ortografía impecable que no pueden hilar dos ideas juntas en un texto. La buena ortografía no es sinónimo de buena redacción, ni de buena argumentación y mucho menos de buen estilo.

¿Por qué entonces ponemos tanta atención en ella? ¿Porque se infiere que una persona culta por fuerza tiene buena ortografía? Algo debe decir de nosotros y de la escritura el hecho de que nos disculpemos por enviar un correo electrónico sin acentos argumentando que la computadora en cuestión tiene desactivada tal opción. Tenemos que disculparnos, ¿se dan cuenta?, disculparnos. No vayan a creer que somos incultos. Tememos ser juzgados por el uso de las letras y no por el uso de las ideas. A mí no me ofende la falta de acentos, me entristece que a pesar de todos los años de educación escolarizada construir ideas y entretejerlas parezca en muchos casos una tarea más que compleja. Me pregunto si es posible que la enseñanza de la lengua escrita se pueda centrar más en la redacción que en la ortografía, más en el uso y el fondo y menos en las formas, una enseñanza menos centrada en las sílabas y en los alfabetos y más en el manejo y las características de los distintos géneros textuales.

La enseñanza de la escritura en otras lenguas parece replicar los mismos procesos: gastamos casi todo el tiempo discutiendo si aquella vocal lleva una diéresis o si el apóstrofe va mal colocado mientras que olvidamos fortalecer aquellos aspectos que hacen de la escritura un medio tan eficaz de transmisión de conocimientos. Con el paso del tiempo habrá personas con un impecable uso de los marcadores de tonos de su lengua pero aún con serias deficiencias para exponer sus ideas y argumentos a través de textos escritos.

A mí me gusta la idea de ocuparnos sobre las funciones de la escritura, de ocuparnos de que las ideas tomen la forma adecuada en la estructura textual que mejor la comunique. Ya después, al final, como quien se acomoda el peinado, podemos revisar si el rímel de los acentos ha sido suficiente para seducir. Seducir con las palabras.

3 Respuestas para “El rímel de la escritura
  1. Marisol dice:

    Hola, Yas, continuando con las analogías, se me ocurre que una falta de ortografía en alguien que se supone que tiene una cierta formación académica (en mi caso) es algo así como un eructo, algo que se pudo haber evitado si se hubiese puesto un poco más de cuidado, sobre todo porque rompe con la armonía de lo que estás queriendo comunicar.

  2. Jaime Luna dice:

    Con lo que has expuesto, me queda claro que uno de los obstáculos que nos opone el colonialismo es la formalidad en la escritura. Afortunadamente, siempre he navegado contra la corriente, por ello, mis escritos salen como los suelta mi vocabulario. Grosero, irreverente, son aspectos que en lugar de restarle profundidad a lo que quiero decir, lo enriquecen en beneficio de un lector en búsqueda de ideas. Es gratificante, que señales lo mismo para aquellos que manejan su lengua materna y lo primero que exigen es que éste, esté bien escrito.No doy nombres, porque me dan pena ajena, solo espero que te lean para que monten en cólera. Gracias Yas.

  3. Rodrigo dice:

    Usted es, oficialmente, mi modelo a seguir.

Dejar un comentario



Josef K. habla mixteco
En El proceso, de Franz Kafka, se narra la historia de Josef K. un oficinista arrestado, acusado y condenado por un crimen del que no se entera nunca. La narración está construida de tal manera que el protagonista tiene que enfrentar un juicio que no entiende, no entiende de qué se le acusa, no entiende […]
¿Por qué y qué traducir a lenguas indígenas?
Waldo Villalobos, nuestro profesor en el taller de traducción literaria en el que nos encontrábamos hablantes de zapoteco, mixe y mixteco, nos dijo: “La lengua a la que más se traduce actualmente es el inglés”. Esta afirmación tiene varias implicaciones, el estatus social y político del inglés parece estar directamente relacionado con el hecho de […]
¿Para qué publicar libros en lenguas indígenas si nadie los lee?
Es lamentable que una de las principales descalificaciones que sufren las publicaciones que se realizan en lenguas mexicanas distintas del español se base en la falta de lectores potenciales. Hace unos días leía una columna que descalificaba la publicación de un material de divulgación sobre nanociencia y nanotecnología en lenguas como el mixteco y el […]
¿Oralidad y tradición oral?
La oralidad y la tradición oral no son términos equivalentes. La oralidad es una propiedad de todas las lenguas del mundo: todas las lenguas utilizan un medio vocal-auditivo para establecer la comunicación. Todas las interacciones lingüísticas de una lengua, por ejemplo, del mixe o del español se dan por medio de la oralidad: todas las […]
Caminos lingüísticos de ida y de regreso:
Novelas en maya, libanas en español
Escribir novelas en mixe, obras de teatro en tepehua, poemas en tepehuano son rutas posibles en el campo de los encuentros interculturales, posibilita experimentar lenguas en los géneros literarios de otra tradición cultural. Más allá de los gustos personales estoy a favor y me interesa el resultado de estos encuentros, las implicaciones que acarrea, las […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (154.348)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (66.512)
...

Con toda la barba (49.378)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.909)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (27.047)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez