Tuesday, 21 May 2024
Artículos relacionados
Espíritus en la nieve
Blog | Optográfica | Helena Okón | 29.06.2012 | 0 Comentarios

HelenaOkon

En 1923, tres años antes de que naciera mi abuela, cinco antes de que cayera la bolsa en Nueva York, se realizó en Tierra del Fuego la última verdadera ceremonia de iniciación entre el pueblo selk’nam. Martín Gusinde, sacerdote y antropólogo austriaco, fue testigo y partícipe de este último hain, y lo fotografió. La complejidad de una ceremonia que podía durar un año entero, y que en este caso duró sólo semanas, quedó plasmada en un catálogo fotográfico de personajes construido por el antropólogo. Personificados por los hombres del grupo, los protagonistas de un rito teatral extremadamente largo quedaron así congelados sobre la nieve patagónica.

Ese invierno, durante cincuenta días, surgieron espíritus de las entrañas de la tierra, y cuentan los recuerdos de Gusinde que “parecían seres de otro mundo sobre el fondo brillante de la nieve blanca”. Con una nitidez onírica las imágenes presentan en blanco y negro lo que debieron ser ocre, rojo, negro y blanco. Seres de ojos minúsculos y rostros planos se alzan sobre la tierra. Sin boca, mudos todos, sus gestos contraídos evocan autómatas tiesos y bailarines plegadizos. La piel de algunos es rayada, la de otros parece salpicada por estrellas—resultado del estornudo crónico de un impulso arbitrario. A otros los cubren finas líneas repetidas, escondidas bajo pieles de plumas a destiempo. Pocas cosas transforman tanto al ser humano como el cubrirse con una máscara. Al mirar a nuestros congéneres, buscamos siempre el rostro, la mirada de aquello que resulta similar a nosotros—buscamos el espejo, pero en su lugar aquí encontramos la masa ilegible de la máscara. Los humanos no tienen cabezas picudas de chupirul, ni cuernos que se estiran horizontalmente como el mar. Estos seres tienen rostro en forma de rombo achatado; otros carecen de cara y presentan orificios desnudos cual víctimas de un incendio.

Paridos a través de la Choza Grande, Choza Secreta, o hain, los espíritus paseaban por la tierra con el objetivo de aterrorizar a las mujeres selk’nam, quienes sólo podían mirarlos desde lejos, respondiendo ante su presencia únicamente con cantos y alaridos. Tenían prohibido acercarse a la gran choza cónica sostenida por siete pilares, pues podrían adivinar el secreto que se resguardaba en su interior: que eran sus propios esposos, hermanos e hijos, quienes se pintaban el cuerpo y se enmascaraban ahí dentro. La función del hain era doble: la iniciación de jóvenes llamados klóketen, y la presentación de un rito que reafirmaba el poder de lo hombres sobre las mujeres.

selknams

El origen de la palabra disfraz, me dice el diccionario etimológico, viene quizá del antiguo catalán desfrezar, que deriva de freza, que es la huella que deja un animal. Desfrezar es entonces el borrar, disimular o encubrir esta huella. Los selk’nam, con sus disfraces, reiterativa y simbólicamente encubrían la huella de ese pasado mítico cuyo retorno tanto temían. Borraban el rastro del pasado con sus disfraces, como la nieve borra las huellas de los guanacos en la pradera. Las mujeres participaban en esta simulación, reaccionando ante ellos con alaridos y cantos, garantizando así la continuidad del orden del mundo, y evitando la muerte.

Existen distintos grados de revelación de un secreto. Alguien puede revelar el secreto a una persona, o a una multitud. Puede revelar el secreto entero, o sólo una parte. Pero para los selk’nam, cualquier grado de revelación significaba una traición imperdonable. Esto Martín Gusinde lo vivió en carne propia, al ser acusado un día de revelar “el secreto” a la esposa de uno de los hombres del grupo. Durante horas, se debatió la necesidad de matar al antropólogo, quien, sin embargo, logró convencer al líder del grupo de su inocencia. Sin embargo, a pesar de tan cabales restricciones sobre las actividades secretas realizadas en la ceremonia del hain, por alguna razón los selk’nam permitieron que Gusinde fotografiara a sus espíritus.

Tras una ardua labor de convencimiento Gusinde logró que le fuera autorizado fotografiar todo aquello que las mujeres tenían permitido mirar también: la Choza Grande desde afuera, a los espíritus portando el atuendo completo de su disfraz, y cualquier acción que se llevara a cabo en el escenario principal del ritual teatral. Sin embargo, le quedó prohibido fotografiar aquellas partes de la ceremonia que se consideraban secretas. La visión de la cámara quedó, así, tan restringida como la mirada de las mujeres selk’nam.

Gusinde pareció respetar el deseo de los selk’nam y no fotografió aquello que no debía, so pena de muerte. El resultado fueron imágenes fantasmagóricas precisamente por su descontextualización. Son retratos posados, estáticos, no imágenes de un rito en curso. No muestran espíritus So’orte atosigando a las mujeres por la mañana, azotando sus chozas. El espíritu masculino Koshménk no aparece corriendo, buscando y rogando a su infiel esposa Kulan que regrese y deje de traicionarle. Los Matan aparecen rígidos, en lugar de saltarines. Pero más allá de lo que Gusinde revela o no a través de sus fotografías, permanece el problema de lo que reveló en el texto que escribió y acompañó a las fotografías en la forma de un libro, “Los Indios de Tierra del Fuego”, publicado ocho años después del hain.

Dejar un comentario



El timbre de las campanas: Dos encuentros con la lengua de los otros
En el mixe de Ayutla, tääy significa “ser chistoso/ser gracioso/ser ocurrente” y en el mixe de Tlahuitoltepec significa “mentir”. Una sutil diferencia que en ciertos contextos me ha puesto en aprietos: “¿me estás mintiendo?” me preguntan y yo entiendo “¿estás siendo graciosa? ” a lo que, con entusiasmo, y con un guiño en el ojo, […]
Maxu’nk: Duérmase mi niño, duérmaseme ya Canciones de cuna en las lenguas del mundo
En algunas comunidades mixes se cree que los recién nacidos traen consigo un torta lingüística bajo el brazo: entienden una lengua universal que después se irá puliendo con las palabras de los adultos hasta sacar de ella un diamante prístino: el ayuujk. En sueños, algunas veces podemos recordar esa lengua universal con la que nacemos […]
México en el mundial: crónica de una mediocridad anunciada
Hace cuatro años, el director técnico de la selección mexicana, Javier Aguirre, ofreció una opinión honesta de las posibilidades de su equipo en la Copa Mundial de 2010:   “Se genera mucha expectativa respecto al equipo mexicano y luego hay voces que salen de tono, ¿Campeones? México es lo que es, fue 15 en Alemania, […]
Sexciudadanía
  Los vínculos entre sexualidad y ciudadanía son múltiples y vitales; entender su relación permite visualizar las problemáticas y soluciones del desarrollo humano y social con mayor nitidez desde una perspectiva integral. Existe una distancia entre la declaración de derechos y la posibilidad real de su observancia, exigencia y respeto, pues entre estas dos situaciones […]
El novelista: esa marmota indescifrable
Hace como dos años en la Feria del Libro Independiente que se organiza en el Museo de Arte Carrillo Gil, me encontré con una obra de la editorial alemana Bom dia, Boa tarde, Boa noite. Para ser honestos, lo más llamativo del stand era el vendedor. Me acerqué y me dijo algo así como que […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (145.727)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (60.609)
...

Con toda la barba (39.907)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (27.780)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (23.711)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez