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Exclusivo para indígenas
Blog | E'px | Yásnaya Aguilar | 22.08.2012 | 5 Comentarios

Yasnaya-bio

Las iniciativas de protección a ciertos grupos son normalmente una respuesta a una situación de peligro, discriminación o amenaza. Si las relaciones de género nunca hubieran sido inequitativas y ser hombre o mujer no importara para nada más que para asuntos biológicos, entonces no existirían institutos de protección a la mujer. A diferencia de las asociaciones que agrupan a personas con intereses en común o con el propósito de potenciar sus capacidades, los institutos, asociaciones y entidades que protegen a cierto sector de la población surgen siempre ante una situación de injusticia, discriminación o ataque frontal. Idealmente, estas iniciativas dejaran de existir el día utópico en el cual la situación de desventaja haya desaparecido de la sociedad. No existe, por ejemplo, ningún instituto que proteja a las personas entre 30 y 40 años pues, tener este rasgo no presupone ninguna desventaja ni principio de discriminación. No existen institutos que protejan a las personas de cierto color de cabello o de ojos. Por el contrario, todavía hay muchos sectores desprotegidos o discriminados que aún no cuentan con organismos que trabajen para eliminar las desventajas asociadas.

En cuanto a las lenguas y a los pueblos originarios, la existencia de institutos especiales es un síntoma que avisa sobre la situación de estos pueblos dentro del estado mexicano. Entre ellas, destacan el Instituto Nacional Indigenista creado en 1941 (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas desde 2003) y el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas creado en 2005. Una de las características principales de estas instituciones es que trabajan el desarrollo de los pueblos y las lenguas originarias solo con la población indígena. Me pregunto cuáles serían las consecuencias de que, en vez de fundar un Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, tuviéramos un Instituto Nacional de la Diversidad Lingüística, me imagino que se podrían enfocar más acciones a la población que tiene como lengua materna el español en aras de sensibilizarla sobre la existencia de otras lenguas igual de valiosas en el territorio nacional, lenguas que podrían aprender y disfrutar.

Me imagino que este hipotético Instituto Nacional de la Diversidad Lingüística trabajaría con otras lenguas minoritarias aunque no fueran indígenas: lenguas como el romaní (lengua de los gitanos), el véneto (hablada en Chipilo, Puebla) y el plautdiestch (hablada por la población menonita). Por otra parte, también podrían combatirse los prejuicios y la discriminación lingüística entre las distintas variedades del español. Si la idea es que todas las lenguas poseen el mismo valor, entonces sería mejor crear una institución que agrupara a todas las familias lingüísticas y las pusiera al mismo nivel, después de todo las lenguas indígenas pertenecen a familias tan distintas entre sí como el español del chino; sería mejor una institución que trabajara por construir un país multilingüe y en ese sentido, todos los mexicanos estamos involucrados, sobre todo la mayoría monolingüe que habla español. Retomando el paralelismo, sería como tener un Instituto de Equidad de Género en vez de un Instituto de la Mujer, dado que para construir la equidad tanto mujeres como hombres están igual de involucrados.

Algo similar sucede con los premios de literatura en lenguas indígenas. Entiendo que la atención que se ha puesto en la producción literaria de escritores indígenas es casi nula comparada con la producción en español, sin embargo, crear un solo premio para lenguas tan distintas entre sí puede implicar que todas ellas poseen mecanismos semejantes para ejercer la función poética versus el español. No creo que el yaqui posea las mismas estrategias poéticas que el ayuujk solo por ser lenguas indígenas aunque una pertenezca a la familia yuto-azteca y otra a la mixe-zoque. Tendría más sentido tener un premio nacional de literatura (o de poesía o de cuento o de novela o de ensayo) que recibiera trabajos en distintas lenguas mexicanas incluyendo el español, solo así podría ser realmente nacional. La otra opción podría ser tener premios de literatura específicos, un premio para las lenguas zapotecas, otro para las mixtecas y otro para las nahuas pues es posible defender que comparten mecanismos poéticos similares siendo lenguas emparentadas. Un premio de literatura exclusivo para las lenguas indígenas refuerza la idea de que son homogéneas y oculta la increíble diversidad que existe. Los dos rasgos que las lenguas indígenas tienen en común es que son lenguas que se hablaban en el territorio que hoy llamamos México antes de la llegada de Cortés y que han sido discriminadas por largo tiempo. Ninguno de estos dos rasgos son lingüísticos y no hay nada más que sea común a todas.

Otros premios como el de la juventud indígena en contraposición al premio de la juventud “en general” me hace pensar que los jóvenes indígenas necesitan de una categoría especial y no pueden competir en cuanto a méritos y a esfuerzos con los demás jóvenes del país.

Es verdad que la categoría “indígena” para personas y lenguas es útil en muchas ocasiones, sobre todo cuando se habla de las luchas reivindicativas, del reconocimiento del estado y de la compleja relación que la cultura occidental establece con los pueblos originarios; sin embargo, en otros momentos y lugares, distinguir entre lo indígena y lo no indígena obstaculiza claramente la construcción de una sociedad intercultural. Hay casos en los que tal distinción excluye y segrega. Lo deseable sería que la diversidad de las naciones y culturas se reflejara en cada hecho, acción o institución, lo deseable sería que esta diversidad empapara todos los niveles y los discursos, todos los programas y todos los premios, lo ideal sería que lo diverso fuera siempre transverso.

5 Respuestas para “Exclusivo para indígenas
  1. Yasnaya Elena Aguilar Gil dice:

    Hola Judith:
    Muchas gracias por tus comentarios. Yo creo que en cuanto a los premios, de la juventud, en este caso, no debería existir una categoría específica porque no creo que exista, en este caso, tal desventaja: si de lo que se trata es de premiar el esfuerzo y los méritos de jóvenes, entonces esos méritos y esos esfuerzos valen más cuando se han hecho en un contexto complicado, con mayores retos, por esta misma razón, en todo caso tendrían una ventaja y no una desventaja para ganar el premio. Si no sucede así es porque entonces el jurado no está premiando el nivel de esfuerzo y bueno, eso es un asunto que más bien tendría que ver con los prejuicios del jurado.
    En cuanto a las becas creo que la categoría tampoco es necesaria, es verdad que muchos jóvenes indígenas tiene des-ventajas en cuanto a oportunidades pero eso no es exclusivo de la población indígena, hay mucha población NO indígena que también tiene muy pocas oportunidades mientras que por otro lado hay población indígena, poca, que sí las tiene. Qué tal que las becas se ofrecieran a personas con pocas oportunidades independientemente de que sean indígenas o no?. Como bien puntualizas, ahí la categoría pertinente es la “falta de oportunidades” y no ser indígena, frecuentemente van juntas pero no siempre.
    Por otro lado, como bien dice Tajëëw Díaz Robles, creo que es importante que el hecho de hablar dos lenguas sea valorado por igual y que hablar una lengua indígena no se vea como una desventaja, una persona que habla español e inglés es tan valiosa como una persona que habla mixe y español pues ambos son bilingües y eso sería lo importante para otorgar la beca. Una vez otorgada se puede enfocar el aprendizaje del inglés y dar un tiempo para eso, ya que el inglés es importante para hacer los estudios pero no como criterio de elegibilidad, criterio de elegibilidad que tome en cuenta el hecho de hablar dos lenguas independientemente de cuáles sean. Tajëëw dice, y concuerdo con ella, que no es que estas personas por ser indígenas lleguen con carencias, más bien conocen otras cosas distintas que no son valoradas, lo que habría que cambiar es que los criterios de elegibilidad puedan contemplar una amplia gama de conocimientos y habilidades propias de la diversidad de culturas del país.
    En cuanto al TOEFL, no sería mejor que hubiera becas para aprender inglés antes de solicitar? Unas becas que te ayuden a concursar mejor para las becas generales, en lugar de becas exclusivas.
    En todo caso, la idea no es perpetuar este tipo de becas si no más bien luchar para que un día la población indígena pudiera competir al tú por tú y no necesitara estas becas exclusivas. No podemos solo tener estas becas exclusivas y pensar que está hecho el trabajo, en algún sentido lo ideal es que desaparecieran… porque un día no fueran necesarias.

  2. Coincido con Yásnaya acerca de instaurar un instituto que involucre a los hablantes de otros idiomas, y que uno de sus objetivos sea sensibilizar a la población en general respecto a la diversidad lingüística.
    Sin embargo, al entrar al tema de la separación de las categorías de los premios (como el desaparecido Premio de la Juventud, que pasó a formar parte del Premio Nacional de la Juventud), no coincido, ya que debemos tomar en cuenta el contexto de cada comunidad o pueblo indígena, donde los jóvenes están en desventaja respecto a las oportunidades del resto de la población juvenil.
    Por eso también se crearon los programas de becas para jóvenes indígenas, como lo son Fulbright o Ford, en cuyas bases de la convocatoria los requisitos varían. Esto no por considerar que los jóvenes indígenas son intelectualmente menos capaces, sino porque muchos de ellos, por ejemplo, han tenido reducidas oportunidades para cursar estudios de inglés y obtener un puntaje alto en el TOEFL.

  3. asiestaba dice:

    Excelente, coincido con que la categoría indígena no debe usarse siempre, menos donde el mérito está en el uso inteligente de la sensiblilidad personal, como el arte.

  4. Jaime Luna dice:

    Exelente y muy objetiva tu propuesta. Lo indígena, aparte de su matriz colonial, es usado a la perfección porla mentalidad liberal discriminando nuestra existencia, y ubicandonos como resabio del pasado, que quizás debe permanecer sólo como simbolo. El reconocimiento a la diversidad, a la diferencia, a la pluralidad cultural, es en la actualidad el gran reto que se marca el pensamiento hegemonico. Es más facil para nosotros reconocer la diversidad,porque la percibimos en todos los poros de nuestro organismo. Lo indígena comno noción debe desaparecer, para dar paso,como bien lo dices,a la interculturalidad. Los planos argumentativos,dela diferencia deben ser desarrollados por los que nos asumimos diferentes, portadores de lo que hemos heredado y que ejercitamos a diario,a pesar de la suma de obstáculos que se nos opongan. Este es un proceso decolonizador, al cual debemos enfocar nuestras baterías, tal y como lo estas haciendo a través de esta propuesta. Sigámos en esta convicción.

  5. Gubidxa dice:

    Muy buen texto. Felicitaciones a la autora.

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