Aunque la economía china muestra claros signos de desaceleración, hay razones para pensar que la influencia internacional del país asiático seguirá ampliándose. La estrategia de inversiones de Pekín, principalmente en África pero también en América del Sur, Asia e incluso Europa, y la diversificación de sus actividades comerciales hacia sectores de alta especialización, entre otros factores, sugieren que el peso de China en el mundo será cada vez mayor.
Ishan revisa su agenda de las próximas semanas y no puede imaginar cómo podrá con tantas citas. Es fotógrafa de bodas y vive en Shanghai. Todas las parejas de Shanghai se quieren casar, piensa. Es un ciclo que se repite cada 12 años cuando el año lunar está regido por el dragón, el animal más emblemático de los 12 que presiden el zodiaco chino, cuyo ciclo inició el pasado 23 de enero.
Este es, sin duda, un año especial para el pueblo chino. El dragón es un símbolo venerado desde tiempos de los emperadores, quienes se identificaban como hijos de este animal mitológico asociado con la valentía, la fortaleza, la sabiduría y la fortuna. Cuando el dragón rige el año lunar, se espera un ciclo donde la fortuna prolifere y el desarrollo sea propicio: es un buen momento para, entre otras cosas, tomar posiciones arriesgadas en los negocios, hacer alianzas e inversiones e incluso casarse y tener hijos.
De acuerdo con algunos pronósticos, se espera que la economía china crezca, por segundo año consecutivo, a una tasa menor a dos dígitos. Algunas fuentes indican que tal vez lo hará a 8.2% (un crecimiento menor que el promedio anual de la última década). ¿Será que el dragón no tendrá los efectos esperados? Sí los tendrá, por diversas razones: este 2012 puede convertirse en un punto de inflexión para China en términos de su papel en la geopolítica y en las decisiones económicas mundiales, así como de su propio desarrollo.
Las difíciles condiciones de la economía mundial han hecho que muchos califiquen positivamente las acciones del gobierno chino, como la política de los últimos meses para controlar el sobrecalentado mercado inmobiliario y la inflación; en enero de 2012, el sector manufacturero chino mostró signos de recuperación, de acuerdo con cifras dadas a conocer recientemente.
Más relevante parece ser el hecho de que el lugar que ocupa China en la economía mundial, y su influencia económica y política, pueden ponderarse por las difíciles condiciones que rigen en otras partes del mundo, principalmente los problemas de deuda soberana y desempleo en Europa, el bajo crecimiento en los Estados Unidos, y la delicada situación en la que se encuentra la economía de Japón por la fortaleza del yen y el envejecimiento de su población, entre otras razones.
En una situación como la que atraviesa la Unión Europea, algunos de cuyos miembros enfrentan niveles excesivos de endeudamiento, la reducción en las calificaciones de sus deudas y altas tasas de desempleo (lo que alarma sobre todo porque afecta a la población más joven), la economía China manifiesta un dinamismo difícil de observar en otros sitios, y su gobierno tiene la mayor reserva monetaria del mundo.
La visita de la canciller alemana, Angela Merkel, a China en los primeros días de febrero de este año indica que, como nunca en la historia reciente, las decisiones tomadas en Pekín cuentan. Esta visita y su objetivo pueden ser considerados como un hecho histórico. La canciller alemana estuvo en la capital, entre otras cosas para negociar una mayor participación del gobierno chino en los problemas de endeudamiento de Europa, y generar confianza en el euro y en la propia Comunidad Económica Europea. La visita de Merkel siguió a los anteriores intentos hechos por Italia para encontrar en China una solución a sus severos problemas de endeudamiento. El presidente Hu Jintao se comprometió a involucrarse más, pero dejó claro que la Unión Europea debe poner más empeño en resolver sus propios problemas de deuda. El pronunciamiento de la disposición de China calmó los mercados. Yo me pregunto: ¿Habíamos visto a un canciller alemán hablando así en Pekín y a un presidente chino contestar así?
En los últimos años, la política exterior china ha sido de baja intensidad, tratando pasar desapercibida. Con ello ha logrado construir alianzas importantes y tener presencia en zonas del mundo dejadas al olvido, como África –donde, dicho sea de paso, recientemente se inauguró el edificio que albergará la Unión Africana, en la ciudad de Addis Abeba, Etiopía, con una inversión estimada en 200 millones de dólares, donados por el gobierno chino.
En África, al menos, colocan la política china en una situación claramente opuesta a la política colonialista impulsada por Europa: la ven como una oportunidad de salir de su atraso. En la última década, el comercio entre China y África se multiplicó 12 veces. Para algunos líderes africanos, China ha logrado construir una percepción de gana-ganar en África, en su intento de hacerse de fuentes de energía. China ha incrementado también sus lazos de comercio e inversión con economías de América Latina. Son los casos de Argentina, Costa Rica, Chile, Cuba, Perú, Brasil y Venezuela, países en los cuales la participación china explica parte del crecimiento acelerado de los últimos años.
Los problemas que enfrentan los países desarrollados pueden permitir que la política exterior China capitalice sus años de avance y encuentre aún más oportunidades para influir. Lo puede seguir haciendo en África, América Latina y el propio continente asiático. Incluso generará oportunidades en la propia Unión Europea y en países como Australia o Canadá.
La solvencia china ha generado en los últimos meses —y lo seguirá haciendo— un vuelco de inversiones en el exterior, que aprovechan las necesidades internacionales de liquidez. Ya existen importantes empresas chinas en el exterior, por ejemplo Huawei, zte Corporation, Lenovo, Sinopec, y se espera de ellas un mayor crecimiento.
De acuerdo con cifras dadas a conocer en 2011, las empresas chinas duplicaron su presencia en la Unión Europea, que por primera vez fue el principal destino de sus inversiones. Este cambio también implicó que las empresas chinas entraran en otros sectores, y no solo en la búsqueda de recursos naturales, como había sido hasta entonces. Así es como comenzó la participación china en empresas del sector químico, industrial y de servicios, con el objetivo de incrementar la inversión en segmentos con mayor valor agregado.1
Las inversiones más sonadas en Europa han sido las de la empresa china Fosun en la cadena francesa Club Med, la compra de acciones de la empresa administradora de las aguas en Londres y la adquisición de la empresa noruega de paneles solares, Elkem. Será interesante ver cómo se negociará el incremento de las inversiones chinas en el exterior, y la reacción de los inversionistas y gobiernos al influjo chino, sobre todo si se considera que, en el pasado, algunas inversiones chinas han sido detenidas, debido presuntamente a temas de seguridad nacional. En 2011, por ejemplo, las inversiones chinas en Estados Unidos disminuyeron, en parte por restricciones del propio gobierno norteamericano. No importa como se dé, estoy seguro de que veremos más empresas chinas fuera, o más alianzas con empresas extranjeras, pues aquellas tienen ya más poder para negociar a su favor. El gobierno chino y sus empresas no dejarán pasar la oportunidad histórica de comprar barato y protegerse bajo el emblemático dragón. Como indican los auspicios, es muy posible que el gobierno chino y sus empresas adopten actitudes agresivas y hagan alianzas importantes.
Por último, la coyuntura económica mundial ayudará también a que China deje de ser la fábrica del mundo para convertirse en el mercado del mundo. Así, su posición como principal comprador de productos de muchos países de Asia y otros continentes (Brasil, Chile y algunos países africanos, por ejemplo) se puede fortalecer. Podemos hacer una lista de los sectores y compañías en el mundo que ven en China su principal o única fuente de crecimiento: acero, cobre, soya, automóviles, smartphones, aviones y servicios financieros. Con bajas tasas de crecimiento en otras economías tradicionalmente consumidoras, como la Unión Europea y los Estados Unidos, China adquiere una relevancia única para otros países. Apple, la segunda empresa más rica del mundo, por ejemplo, reportó en sus resultados del primer trimestre de su nuevo año fiscal (octubre-diciembre de 2011) cifras de ventas récord desde que la compañía fue creada. En parte, dichos resultados se explican por el fuerte incremento del consumo de sus productos en China, principalmente el iPhone y la iPad. Se proyecta que China será uno de sus principales mercados.
Sin duda, estas condiciones también modifican las reglas que el propio gobierno chino pone en juego, tanto comercialmente como en su trato a la inversión extranjera. Las nuevas condiciones económicas mundiales le pueden dar mayor flexibilidad para planificar las políticas de apertura a la inversión extranjera, incluyendo los sectores económicos y las zonas del país donde admitirla, y le dará un respiro para planificar con más calma el desarrollo regional. Este hecho abre oportunidades para que el gobierno acelere la ansiada repartición equitativa del desarrollo en las distintas zonas del país, impulsando una mayor inversión en las zonas del centro y el oeste, alejadas de la tradicional zona costera en el este. Esto podría permitir un incremento anual a los salarios de 7%, de acuerdo con las metas del último plan quinquenal.
En 2011, la economía china creció en su conjunto menos de 10%; no obstante, provincias del centro de China como Anhui, Hunan, Guizhou, Sichuan, Shaanxi o Mongolia Interior crecieron a una tasa mayor a 13% anual, llegando en algunos casos a 15%. Para darnos una idea, el pib en dólares de estas seis provincias del centro equivalen al pib de todo México.
El gobierno chino está modificando las condiciones de inversión extranjera, dando mayores incentivos para que las empresas se ubiquen en estas provincias, y en sectores como las energías renovables o donde existe mayor innovación –los ferrocarriles de alta velocidad, por ejemplo. Las empresas que ya están dentro de China seguirían aprovechando los incentivos (es el caso de empresas europeas, americanas y taiwanesas); las empresas que deseen ingresar lo harían bajo otras condiciones y enfrentando mayor competencia china.
La innovación en China también sigue acelerándose, dejando ya muy lejos la idea de que la economía china produce solo juguetes o zapatos. China se ha convertido en el principal productor de energías renovables, como la solar y la eólica; ha duplicado, en los últimos años, el número de patentes registradas en el mundo, y tiene empresas con importantes innovaciones en microprocesadores e incluso en negocios de videojuegos en línea. Se cree que más de 10 mil científicos con estudios de doctorado se gradúan cada año en China.2
No nos debe sorprender, entonces, que en las oficinas de gobierno en Pekín piensen que el año del dragón no pudo haber llegado en un mejor momento histórico. El último año del dragón que coincidió con tales perspectivas de fortuna fue tal vez el de 1784, cuando gobernaba Qianglong, el último de los tres grandes emperadores manchués de la dinastía Qing. Xi Jingping, quien muy posiblemente tome el poder este año, tendrá en sus manos una nación con muchos retos pero en una mejor situación que la de sus últimos predecesores. Xi Jing Ping asciende de una generación que muchos creen que será mas proclive a nuevos retos de política exterior, lo que podría llevar a China a una consolidación mayor en el mundo. Qué mejores perspectivas para este país, sin duda. En China repitieron con entusiasmo “籠年快樂”, “¡feliz año del dragón!”.
1 Aaron Back, “ChinaTurns Investment Eye To Europe”, The Wall Street Journal, 14 febrero de 2012, http:// online.wsj.com/article/SB10001424052970204883304577220721692663242.html.
2 Gordon Orr y Erik Roth, “A CEO’s Guide to Innovation in China”, McKinsey Quarterly, febrero de 2012, http://www.mckinseyquarterly.com/A_CEOs_guide_to_innovation_in_China_2919.
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SERGIO SAN SEBASTIÁN es licenciado en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Actualmente cursa la maestría en Negocios Internacionales y Asia en la Universidad Nacional Chengchi, en Taiwan. Le interesa la creciente economía asiática, la poesía y el arte objeto.