Thursday, 14 November 2024
Artículos relacionados
La guerra y la fuga
Blog | Esquirlas | Alejandro García Abreu | 28.09.2012 | 0 Comentarios

AlejandroGarciaBarraBio

“Tras una guerra, cuando se narra la huida de un lugar que ya no es tuyo, que ya no es tu hogar, se tiene que fabular”, afirmó el escritor bosnio de lengua alemana Saša Stanišić durante un reciente viaje a México, en el que conversó con algunos escritores y periodistas sobre el origen de Cómo el soldado repara el gramófono (Alfaguara, 2008), su primera novela.

De padre serbio y madre bosnia, Stanišić nació en 1978 en la desaparecida Yugoslavia, en Visegrado, ciudad que ahora forma parte de Bosnia-Herzegovina. Tras el estallido de la guerra de los Balcanes en 1992, Stanišić emigró a Alemania con su familia. En Cómo el soldado repara el gramófono, Stanišić narra las historias de Visegrado y se refiere a los efectos de la guerra. En esa ciudad a orillas del río Drina —cuyo puente medieval, símbolo de una sociedad multiétnica, fue móvil narrativo de Ivo Andrić— pasó su infancia.

“Uno no regresa, es decir, uno regresa a un punto geográfico, a un lugar emocional, pero no regresas a un lugar familiar —afirmó Stanišić—. Al regresar sólo ves pérdida, ves con los ojos de alguien que tuvo que irse, que fue forzado. No se puede volver a ver a esta ciudad como un lugar cómodo. No puedo sentirme bien en un lugar donde perdí tanto… Me resulta imposible llorar en Visegrado, o quedarme. Después de una semana de estadía siento un enorme vacío. En la ciudad hay dos ríos, pero en verano nadie se baña en ellos porque la gente sabe cuántos cadáveres estuvieron en sus corrientes”.

Saša Stanišić abordó el sentimiento de culpa del sobreviviente: “Se siente cierta culpa. Para mis padres y para mí fue posible salir, pero en la guerra y en la posguerra se perdieron más de tres mil vidas en Visegrado. No hay monumentos para ellos en la ciudad, ninguna placa dice ‘Aquí cientos de mujeres fueron violadas’. Al contrario, erigieron la estatua de un serbio con una espada: me parece una burla”.

Stanišić, que no escribe en su lengua materna sino en alemán, cuenta la guerra desde la visión de un muchacho en Visegrado. En la novela —de trasfondo autobiográfico— Stanišić busca la reconciliación con el pasado. Aleksandar, el protagonista de Cómo el soldado repara el gramófono, tiene doce años y expone la guerra de los Balcanes con su profusa imaginación. Cuando la guerra azota a Visegrado, Aleksandar y su familia huyen. Desterrado, recurre a su ímpetu fabulador para subsistir y conservar los recuerdos. Una imagen de la novela condensa el impulso del escritor: “Camino del hospital, nos detenemos junto al puente porque Ivo Andrić va a saltar a caballo sobre el Drina… Cascos de caballo golpean el asfalto e Ivo Andrić despega”.

Aunque la guerra en la extinta Yugoslavia está en el corazón de la novela de Stanišić —un conflicto bélico que causó más de doscientas mil muertes sólo en Bosnia—, la clave del libro se encuentra en la manera en que el protagonista enfrenta la crueldad con su imaginación.

Aleksandar cuenta las historias de los habitantes de su ciudad natal, así como el tormento de la vida cotidiana bajo asedio. También evoca a su abuelo y al río. En Cómo el soldado repara el gramófono, Stanišić reflexiona sobre la irreversibilidad de la experiencia y constata que “ni el Drina ni las historias son capaces de una cosa: de desandar el camino”.

Durante una conversación con la periodista alemana Kerstin Fritzsche, Stanišić dijo: “La guerra y la fuga se combinaron para convertirme en un eterno viajero, alguien que está en casa en todas partes, y si eso no es posible, en alguien que nunca está en casa en ningún lugar”.

Dejar un comentario



Franja de Gaza
Los acontecimientos recientes en la Franja de Gaza representan el regreso de un patrón muy lamentable. Durante tres semanas de conflicto, más de mil palestinos y casi 50 israelíes han muerto, pero ni uno de los dos lados parece estar avanzando sus intereses ni protegiendo su seguridad. La guerra actual entrará a la historia como […]
El timbre de las campanas: Dos encuentros con la lengua de los otros
En el mixe de Ayutla, tääy significa “ser chistoso/ser gracioso/ser ocurrente” y en el mixe de Tlahuitoltepec significa “mentir”. Una sutil diferencia que en ciertos contextos me ha puesto en aprietos: “¿me estás mintiendo?” me preguntan y yo entiendo “¿estás siendo graciosa? ” a lo que, con entusiasmo, y con un guiño en el ojo, […]
Maxu’nk: Duérmase mi niño, duérmaseme ya Canciones de cuna en las lenguas del mundo
En algunas comunidades mixes se cree que los recién nacidos traen consigo un torta lingüística bajo el brazo: entienden una lengua universal que después se irá puliendo con las palabras de los adultos hasta sacar de ella un diamante prístino: el ayuujk. En sueños, algunas veces podemos recordar esa lengua universal con la que nacemos […]
México en el mundial: crónica de una mediocridad anunciada
Hace cuatro años, el director técnico de la selección mexicana, Javier Aguirre, ofreció una opinión honesta de las posibilidades de su equipo en la Copa Mundial de 2010:   “Se genera mucha expectativa respecto al equipo mexicano y luego hay voces que salen de tono, ¿Campeones? México es lo que es, fue 15 en Alemania, […]
Sexciudadanía
  Los vínculos entre sexualidad y ciudadanía son múltiples y vitales; entender su relación permite visualizar las problemáticas y soluciones del desarrollo humano y social con mayor nitidez desde una perspectiva integral. Existe una distancia entre la declaración de derechos y la posibilidad real de su observancia, exigencia y respeto, pues entre estas dos situaciones […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (152.732)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.679)
...

Con toda la barba (47.626)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.407)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.501)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez