Sunday, 19 May 2024
Artículos relacionados
Más allá de las televisoras
Blog | Palimpsestos | Antonio Santiago Juárez | 14.06.2012 | 0 Comentarios

AntonioSantiago

Si algo pueden los jóvenes, es decir la verdad. No es que nosotros no la conozcamos, pero no siempre nos movemos en su marco, atrapados entre reglas e intereses la negamos como hizo San Pedro una, dos, tres veces. Y aunque sea cierto que las instituciones implican madurez, también nos traen renuncia. No por nada en los sesenta se aconsejaba no confiar en nadie mayor de treinta años.

El sistema se mantiene a partir de la aceptación que el sujeto hace del lugar que se le asigna. La única identidad del individuo, de esencia carenciado como está, se crea a partir de la mirada de los otros, y el poder se aprovecha de esta insubsistencia metafísica al ofrecer un puesto, un nivel, una oficina y así ha trascurrido por la historia cooptando consciencias.

Althusser pensaba que la diferencia entre un aparato represor y uno ideológico se cifra en que para apoderarse de nuestras mentes, este último necesita de nuestra venia. Como cuando invitas al vampiro a entrar a tu casa, la ideología cunde entre nosotros como un virus de zombi.

¿Pueden todos los jóvenes decir la verdad? La honestidad intelectual no es en ellos un atributo natural, sino condición circunstancial. También existen adolescentes casi adultos, atrapados entre privilegios aún mínimos: gestos, miradas, reconocimientos, o invadidos por los deseos de sus padres. ¿Podría la joven hija de Romero Deschamps, en su sano juicio, participar en el movimiento #yosoy132, exigir la democratización de los medios de comunicación, renunciar a su estilo de vida, retoño de un jeque? Ella es joven, sí, pero situada (sitiada) entre intereses poderosos.

Una de las grandes fuerzas de la juventud se encuentra en la observación imparcial de los acontecimientos. Porque ser joven (al menos en un sentido ético) es carecer de compromisos egoístas y contar por ello, de una lucidez surgida tanto del sano distanciamiento, como de un compromiso cívico que ya se extrañaba en nuestro país. Tal compromiso es el segundo elemento importante a tomar en consideración: lo que le acerca al movimiento de los indignados en España, y al Occupy en el mundo, es la naturaleza moral de su denuncia enderezada contra los grandes intereses.

Para saber lo que es la justicia es necesario el distanciamiento. Esa es una de las conclusiones a las que llegó el filósofo norteamericano John Rawls: el bienestar de la sociedad depende del de la persona que se encuentre en peor situación, el colectivo está mejor si se mejora el bienestar de esa persona, pero no gana nada si se mejora el de otras. Sin llegar a ser igualitarista, Rawls sostiene que para encontrar un conjunto de principios que nos digan cómo debe organizarse una sociedad, debemos olvidarnos de nuestros intereses egoístas. El individuo debe formarse una idea de lo que es “justo” antes de saber qué posición ocupará en la sociedad. A este método se le ha denominado “el velo de la ignorancia”. Si lo aplicamos en nuestro entorno ¿cómo sale evaluado el mundo?

#yosoy132 nace de la indignación ante el comportamiento de las televisoras, que actúan como lo hacen las grandes corporaciones de nuestro tiempo, sin ética, viendo por sus intereses, tomando decisiones que no benefician sino a unos pocos No se trata del primer movimiento contra un medio informativo. Manuel Clouthier dirigió contra Televisa en 1988 la campaña “No veas 24 horas porque oculta la verdad”. Pero la naturaleza del movimiento #yosoy132 se encuentra más cerca del espíritu de los indignados europeos y de los estudiantes chilenos.

Cierto que su queja se inició contra un candidato en particular, pero queda claro que si ahora es contra el de un partido político, hace seis años hubiera sido contra el de otro. La naturaleza profunda del movimiento #yosoy132 es global, debe dirigirse contra los grandes intereses que promueven la desigualdad y la concentración de la riqueza en una minoría, contra el manejo de la información y del poder en beneficio de unos cuantos que han puesto al mundo en riesgo de zozobra. La naturaleza del movimiento es por tanto altermundista y si aún no lo sabe, pronto lo descubrirá.

Dejar un comentario



El timbre de las campanas: Dos encuentros con la lengua de los otros
En el mixe de Ayutla, tääy significa “ser chistoso/ser gracioso/ser ocurrente” y en el mixe de Tlahuitoltepec significa “mentir”. Una sutil diferencia que en ciertos contextos me ha puesto en aprietos: “¿me estás mintiendo?” me preguntan y yo entiendo “¿estás siendo graciosa? ” a lo que, con entusiasmo, y con un guiño en el ojo, […]
Maxu’nk: Duérmase mi niño, duérmaseme ya Canciones de cuna en las lenguas del mundo
En algunas comunidades mixes se cree que los recién nacidos traen consigo un torta lingüística bajo el brazo: entienden una lengua universal que después se irá puliendo con las palabras de los adultos hasta sacar de ella un diamante prístino: el ayuujk. En sueños, algunas veces podemos recordar esa lengua universal con la que nacemos […]
México en el mundial: crónica de una mediocridad anunciada
Hace cuatro años, el director técnico de la selección mexicana, Javier Aguirre, ofreció una opinión honesta de las posibilidades de su equipo en la Copa Mundial de 2010:   “Se genera mucha expectativa respecto al equipo mexicano y luego hay voces que salen de tono, ¿Campeones? México es lo que es, fue 15 en Alemania, […]
Sexciudadanía
  Los vínculos entre sexualidad y ciudadanía son múltiples y vitales; entender su relación permite visualizar las problemáticas y soluciones del desarrollo humano y social con mayor nitidez desde una perspectiva integral. Existe una distancia entre la declaración de derechos y la posibilidad real de su observancia, exigencia y respeto, pues entre estas dos situaciones […]
El novelista: esa marmota indescifrable
Hace como dos años en la Feria del Libro Independiente que se organiza en el Museo de Arte Carrillo Gil, me encontré con una obra de la editorial alemana Bom dia, Boa tarde, Boa noite. Para ser honestos, lo más llamativo del stand era el vendedor. Me acerqué y me dijo algo así como que […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (145.667)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (60.506)
...

Con toda la barba (39.784)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (27.740)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (23.675)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez