Friday, 15 November 2024
Artículos relacionados
Mutt
Blog | Mutt | Fernando Bartolomé Delmar Huerta | 06.09.2012 | 0 Comentarios

BartolomeBarra

Qué leer en “Mutt”

Un pensamiento es una palabra es una acción; el proceso sucede también a la inversa.

Un pensamiento (palabra, acción) es también reflejo de un todo cuando bien interpretado.

Interpretemos:

Un mingitorio reposa en la sala de un museo. Se ha replicado un sinnúmero de veces en los recintos culturales más importantes del mundo. La pregunta evidente, ¿qué hace un mingitorio a la mitad de una sala de exposiciones?, cumple en parte las intenciones de quien lo puso ahí: el arte no solo puede cumplir funciones estéticas “retinales” (el disfrute de sentir a partir de composiciones, texturas y colores, etcétera), sino también generar preguntas. Y la más fundamental de estas preguntas, plastificada en un recipiente para orines, es justamente la que busca responder lo que en verdad es, o no es, el arte.

Si el espectador no conoce la historia detrás de este vulgar objeto fontanero, puede corroborar su intencionalidad dentro del museo gracias a una sutileza: en un costado se encuentra, como si se tratara de una pintura en el más clásico de los sentidos, una firma torpe acompañada de una fecha – “R. MUTT 1917”.

El lector de estas líneas entonces piensa: la columna se titula Mutt, y es el primer texto en ella. Habla de Duchamp, aunque todavía no lo confirme, y de la pregunta del arte, de la naturaleza del arte. De eso se trata todo. Del arte y la naturaleza del arte y las clásicas preguntas que la gente se ha hecho al respecto. Como cuando aquella vez en el Carrillo Gil… Sí, sí, como aquella vez. Bartolomé solo intentó disfrazar una obviedad, mantenerme en el suspenso. Es una columna de arte. Sobre la naturaleza del arte. Una más. No hay más que decir y todo es un invento. Bartolomé todo es un invento. Etcétera.

Los planteamientos iniciales no son gratuitos: “un pensamiento es una palabra es una acción; un pensamiento (palabra, acción) es también reflejo de un todo cuando bien interpretado”.

Entonces, interpretemos:

Marcel Duchamp sembró el mingitorio, allá por 1917, para concursarlo como una obra de arte. El escándalo original que suscitó esta “Fuente” (como tuvo a bien titularla) es el mismo que el visitante no familiarizado experimenta al verla en un museo: ¿por qué esto está aquí, junto con “el arte”?

Pero este fenómeno no es el que nos interesa. En realidad, la pregunta fundamental de Fountain no es sobre la naturaleza del arte. Al menos, no por el objeto en cuestión. Ahí no radica el enigma que ha magnetizado a miles con el pasar de los años; el gesto de transgresión evidente, por ser evidente,  no es enigmático.

La pregunta más importante del mingitorio en el museo, el verdadero misterio, tiene que ver con aquel detalle que, en principio, es el que nos da seguridad: la firma de R. MUTT. La verdadera incertidumbre de la pieza radica en su detalle más “certero” – hablamos de un nombre y una fecha.

Duchamp nunca dejó en claro por qué firmó así su obra más emblemática, probablemente la más emblemática de todo el siglo XX. No hay referencias claras, apuntes, declaraciones o pista alguna de quién diablos fue/es/será R. MUTT. Si acaso identificable el significado literal de “mutt” en inglés (perro mestizo), la palabra alemana para “miseria” (“armutt”, si mal no recuerdo) y nada más.

Queda claro que hay un mingitorio en un museo o en un salón de arte. Claro queda que la duda (¿qué hace esto aquí?) es parte de una inducción lógica y natural para cualquier ser humano pensante. Queda claro, también, que Duchamp enfatizó con esta pieza que el artista, más que “crear”, elige; pero, de ser así, ¿por qué elegir tan impenetrable pseudónimo? ¿Por qué hacernos sufrir así, enigma bellísimo e indescifrable?

“Una palabra es también reflejo de un todo”.

Al jamás dar una respuesta al origen de su pseudónimo, Duchamp dejó en claro cuál era el eje rector de toda su obra: el deseo. El enigma de la identidad de R. MUTT es equivalente al enigma de un escote, de una falda muy corta o una mirada lasciva; queremos saber que hay detrás/abajo/de cierto, pero el hecho de saberlo desvanecería de inmediato la impactante incertidumbre del deseo.

Toda su obra en una palabra.

R. MUTT.

Quizá sean dos.

Dejar un comentario



El timbre de las campanas: Dos encuentros con la lengua de los otros
En el mixe de Ayutla, tääy significa “ser chistoso/ser gracioso/ser ocurrente” y en el mixe de Tlahuitoltepec significa “mentir”. Una sutil diferencia que en ciertos contextos me ha puesto en aprietos: “¿me estás mintiendo?” me preguntan y yo entiendo “¿estás siendo graciosa? ” a lo que, con entusiasmo, y con un guiño en el ojo, […]
Maxu’nk: Duérmase mi niño, duérmaseme ya Canciones de cuna en las lenguas del mundo
En algunas comunidades mixes se cree que los recién nacidos traen consigo un torta lingüística bajo el brazo: entienden una lengua universal que después se irá puliendo con las palabras de los adultos hasta sacar de ella un diamante prístino: el ayuujk. En sueños, algunas veces podemos recordar esa lengua universal con la que nacemos […]
México en el mundial: crónica de una mediocridad anunciada
Hace cuatro años, el director técnico de la selección mexicana, Javier Aguirre, ofreció una opinión honesta de las posibilidades de su equipo en la Copa Mundial de 2010:   “Se genera mucha expectativa respecto al equipo mexicano y luego hay voces que salen de tono, ¿Campeones? México es lo que es, fue 15 en Alemania, […]
Sexciudadanía
  Los vínculos entre sexualidad y ciudadanía son múltiples y vitales; entender su relación permite visualizar las problemáticas y soluciones del desarrollo humano y social con mayor nitidez desde una perspectiva integral. Existe una distancia entre la declaración de derechos y la posibilidad real de su observancia, exigencia y respeto, pues entre estas dos situaciones […]
El novelista: esa marmota indescifrable
Hace como dos años en la Feria del Libro Independiente que se organiza en el Museo de Arte Carrillo Gil, me encontré con una obra de la editorial alemana Bom dia, Boa tarde, Boa noite. Para ser honestos, lo más llamativo del stand era el vendedor. Me acerqué y me dijo algo así como que […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (152.798)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (65.712)
...

Con toda la barba (47.665)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.425)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (26.516)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez