En poco tiempo, China se ha convertido en uno de los principales socios económicos de México —el segundo, de hecho, en términos de nuestras importaciones. ¿Cómo concibe el Gobierno Federal la relación con el país asiático? ¿Sabremos aprovechar nuestra ubicación y crecer gracias a la intermediación comercial entre China y Estados Unidos?
Desde su nombramiento en abril como embajador en China hasta su llegada a ese país asiático en junio de este año, Julián Ventura ha vivido un periodo muy intenso de trabajo, ya que antes de su traslado atendió la visita de Estado a México del recientemente nombrado presidente de China, Xi Jinping, en los primeros días de junio.
El embajador Ventura fue director general de Asia-Pacífico y subsecretario de Relaciones Exteriores, entre otros cargos importantes. En su comparecencia ante el Senado afirmó:
El 14 de febrero de 1972, México y China establecieron relaciones diplomáticas. El país asiático es el segundo socio comercial de México a nivel mundial y el primero entre los países de Asia-Pacífico. Por su parte, nuestro país se ha convertido en el 25° socio comercial de China y el segundo de América Latina después de Brasil. México puede ofrecer artículos tales como bienes intermedios (autopartes, productos químicos, fibras sintéticas, plásticos, cueros y pieles, componentes eléctricos) y bienes de consumo (bebidas alcohólicas, mariscos y pescados, jugos y extractos vegetales, papel y cartón).
Nuestro país ofrece múltiples oportunidades para la inversión china como productor de insumos minerales e industriales, y puede contribuir al desarrollo de una cartera de proyectos atractiva orientada a energía e infraestructura. También busca que las Pymes mexicanas se incorporen más y de mejor forma a las cadenas productivas del comercio China-Estados Unidos.
China inició en 2012 la transición a la “quinta generación” de líderes chinos con dos corrientes principales: la “elitista”, inclinada hacia el proceso de reformas económicas y de apertura, y la “populista”, orientada hacia reformas que buscan fomentar la armonía social, el equilibrio en el crecimiento entre las diferentes regiones del país y la conservación del medio ambiente. China es uno de los principales receptores de inversión extranjera directa a nivel mundial.
NORMA GARIBAY: ¿Qué acciones a corto y mediano plazos trae como consecuencia la visita del presidente chino a México?
La declaración conjunta y los acuerdos suscritos en el marco de la visita establecen una ruta crítica clara. En primer lugar, se concluyeron los procesos que permitirán el acceso de nuestra carne de cerdo y del tequila cien por ciento agave. Ya estamos trabajando en la ampliación de los productos agropecuarios que pueden exportarse a China. Los presidentes se comprometieron a intensificar los contactos ministeriales con el mandato de desarrollar agendas con acciones específicas. En junio, inmediatamente después de la visita, el secretario de la Sagarpa realizó una visita de trabajo acompañado de empresarios y productores del sector. La secretaria de Turismo visitó Pekín y Hong Kong en julio.
A partir de una nueva dinámica de diálogo, incluyendo contactos frecuentes a nivel presidencial, buscaremos hacer una labor seria, sistemática, de seguimiento y concreción de acciones específicas.
El Gobierno del presidente Peña Nieto ha establecido como una de las prioridades de su administración la atracción de inversión extranjera al país. ¿En cuáles sectores existe mayor potencial?
Las oportunidades son amplias. Yo destacaría la infraestructura (incluyendo logística y transporte) y los sectores minero, energético, automotriz, de equipos electrónicos y turístico como algunos de los ámbitos de mayor potencial. Ambos Gobiernos estarán trabajando muy intensamente para concretar una agenda de cooperación que permita atraer mayores flujos de inversión hacia nuestro país.
Como experto en la zona y conocedor de China, ¿qué retos le significa en lo profesional y en lo personal esta responsabilidad?
Personal y profesionalmente es un privilegio representar a México y trabajar para fortalecer una relación que siempre ha tenido un peso importante en contextos diferentes. Dicha relación se ha ido transformando conforme ambos países han cambiado, sobre todo en el ámbito económico, particularmente desde el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001. China es hoy un actor central en el escenario internacional. Lo que pasa en China tiene un impacto regional y global. Por ello es importante desarrollar una relación más sofisticada, fluida y diversa. Es un gran reto contribuir al arranque de esta nueva etapa.
Prevalece para el visitante la dificultad para concordar la imagen de una organización socialista con la de mercado. ¿Qué puede comentar?
Los cambios impulsados por Deng Xiaoping a partir del proceso de reformas iniciado en 1978 han generado profundas transformaciones tanto en el ámbito económico como en el social. Recomiendo la lectura del libro de Ezra Vogel, Deng Xiaoping: La transformación de China. Es una biografía muy sólida desde el punto de vista académico pero que además relata de manera muy accesible el proceso de los cambios que se iniciaron a partir de la muerte de Mao Zedong. En el sistema chino conviven diversos modelos. Más allá del proceso de reforma y apertura, el Estado mantiene un papel preponderante en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la banca. El desarrollo económico ha generado beneficios desiguales. Así lo han reconocido los dirigentes chinos que asumieron las máximas posiciones hace unos meses, tanto en el partido comunista como en el Gobierno. China enfrenta grandes retos en materia educativa, de calidad y cobertura de servicios de salud, desarrollo rural y vivienda. Por eso es muy interesante estudiar los mensajes del nuevo presidente de China y del nuevo primer ministro sobre sus prioridades en materia de desarrollo social. Durante la próxima reunión del Comité Central del Partido, en octubre, veremos señales más específicas sobre las políticas públicas que se instrumentarán en estos ámbitos, así como en los del combate a la corrupción y las medidas para incentivar el consumo interno como motor del crecimiento económico, preponderantemente centrado en el sector externo de la economía y en la inversión en infraestructura.
¿En qué sectores hay oportunidad para los productos mexicanos?
El mercado chino presenta grandes oportunidades para los productos mexicanos. Nuestras exportaciones están muy por debajo de su potencial. Se requieren estrategias sistemáticas y de largo plazo para posicionarse en el mercado chino. En el sector agropecuario se puede generar un mayor dinamismo. La conclusión de los procesos para el acceso de la carne de cerdo mexicana y del tequila cien por ciento de agave permitirá ampliar el número de productos que podemos exportar, como lácteos, cítricos, aguacate, productos de mar y alimentos procesados. En relación con el tequila, por ejemplo, en 2012 China importó más de mil 200 millones de dólares en licores, sin incluir vino y cerveza. El tamaño de este mercado presenta oportunidades para colocar este producto a través de una estrategia bien armada de posicionamiento y promoción.
México también puede ser una plataforma muy atractiva para la inversión productiva china, por el tamaño de nuestro mercado y nuestro acceso privilegiado a los mercados norteamericano, europeo y latinoamericano. Si bien hay un fuerte desequilibrio en la balanza comercial (62 mil millones de dólares vs. 6 mil millones en 2012), no debemos perder de vista que aproximadamente 80% de los productos que importamos de China ahora son bienes intermedios que se incorporan en México a productos que a su vez exportamos, beneficiando la competitividad de nuestras propias manufacturas.
El aguacate, tan valorado en muchos lugares, no es consumido por los chinos. Lo demandan específicamente en restaurantes de comida extranjera.
El chino tradicionalmente no consumía ciertos productos, por eso hablo de la importancia de desarrollar estrategias de posicionamiento y promoción para penetrar en ese mercado. Hace años el chino tampoco tenía el gusto por el chocolate y ahora es uno de los principales mercados de importación y consumo en el mundo, junto con la confitería y los dulces. La estrategia de inversión de Grupo Bimbo en China es un buen ejemplo de cómo insertarse en un mercado a partir de una estrategia de largo aliento, vendiendo pan a quien tradicionalmente no es consumidor, en el noreste chino. La empresa ha podido desarrollar líneas de producción adaptando productos al gusto de esa población y desarrollando estrategias novedosas de distribución y presencia en este mercado.
La invasión de productos chinos en México produjo malestar entre fabricantes y consumidores mexicanos.
El surgimiento de las exportaciones de manufacturas básicas chinas sin duda generó una situación compleja tanto para México como para nuestro principal mercado de exportación a partir de 2001. Como comenté, el perfil de las exportaciones chinas a nuestro país ha ido transitando hacia bienes intermedios que se integran a nuestras cadenas de producción. Hay variables como el costo de mano de obra que ahora favorecen a nuestro país. Sin duda, el Gobierno de México siempre actuará en defensa de las reglas multilaterales que rigen el comercio internacional, así como de nuestro propio marco jurídico y aduanero.
Se ha criticado que el proyecto en Cancún de Dragon Mart no traería beneficios para México sino mayoritariamente para los chinos.
Se trata de un proyecto que está en una fase de revisión y consideración en el ámbito local y no en las instancias federales. Como todo proyecto de inversión, el Gobierno federal actuaría en apego al marco jurídico y normativo vigente.
¿Cómo planea acercarse a los grandes grupos industriales y a los empresarios chinos adinerados?
La embajada y los consulados generales en Shanghái, Cantón y Hong Kong realizarán, como señalé en el Senado, un trabajo sistemático de identificación y promoción de oportunidades de negocios, incluyendo una buena interlocución con las empresas chinas. Se trata de un esfuerzo coordinado con la Secretaría de Economía, la Secretaría de Agricultura y Proméxico. En la visita de Estado del presidente Xi Jinping, en junio, se anunció que ambos Gobiernos van a establecer un grupo empresarial de alto nivel para formular recomendaciones a los presidentes sobre el fortalecimiento de las relaciones económicas entre México y China.
¿Cuál es su proyecto para incentivar el turismo chino, considerando a China como un gran emisor de turismo global?
El turismo es un área de oportunidad en la relación que requiere de una estrategia de promoción dirigida al mercado chino y del desarrollo de productos enfocados en sus turistas. Se requieren programas de capacitación para prestadores de servicios en México, e impulsar una mayor conectividad aérea y mayores facilidades migratorias dentro de lo que establece nuestro marco legal. El desarrollo de una agenda turística bilateral se estableció como una prioridad de ambos Gobiernos en la declaración conjunta suscrita por los presidentes Peña Nieto y Xi Jinping; como consecuencia, la secretaria de Turismo realizó una visita en julio para articular líneas de acción con sus contrapartes. Somos un destino con gran potencial de atracción. La visita del presidente chino a Chichén Itzá, por ejemplo, recibió una difusión masiva en todos los medios chinos, destacando las comparaciones de las culturas milenarias de China y México.
Ha habido un acuerdo bilateral para becar a 40 estudiantes mexicanos en China y 40 chinos en México anualmente, lo que para la demanda actual es insuficiente. ¿Qué posibilidad hay de un incremento?
En el viaje que realizó a China el presidente mexicano, en abril, y en la visita de junio del presidente chino, Enrique Peña Nieto subrayó que la relación bilateral rebasa el ámbito económico e identificó varias líneas de acción prioritarias. En la declaración conjunta que se firmó al término de la visita se logró una primera ampliación significativa del programa de becas para los próximos tres años, con el apoyo del Gobierno chino, para otorgar 300 becas a mexicanos. Asimismo, hay una creciente presencia de universidades, centros de investigación y Gobiernos estatales —incluyendo los del Estado de México y el Distrito Federal— en la dinámica de intercambio y becas. Habrá que seguir incentivando estos vínculos, no solo en idiomas sino en ciencia, tecnología, investigación e ingeniería.
¿Cuál es la postura de México sobre las relaciones entre China y Taiwán?
En la visita de los jefes de Estado, nuestro país ratificó su apego al “principio de una sola China” como pieza fundamental en la relación bilateral, de la misma forma en que lo hacen los demás países que establecieron relaciones diplomáticas con China a partir de su incorporación a la onu. Ello no impide promover y fortalecer los intercambios económicos y de inversión con Taiwán.
¿Qué elementos de la cultura china le representan asombro y admiración?
Es un país que sorprende. Ese ha sido mi caso, desde la primera vez que lo visité hasta ahora que llego como embajador. Admiro su cultura milenaria, su arquitectura, su cine, la riqueza de su literatura, su capacidad de adaptación y reinvención permanente. El entorno urbano de ciudades como Pekín, por ejemplo, que está en constante transformación, sin perder las raíces de su cultura y civilización.
¿Qué títulos de su literatura considera atractivos?
Yo mencionaría Sorgo rojo de Mo Yan (Premio Nobel 2012); la obra de Lu Xun, considerado el padre de la literatura moderna china, y el poeta antiguo Li Po (siglo viii de la dinastía Tang), que describe la belleza del paisaje chino. Retomar la literatura china nos permite entender un poco más de este complejo país.
¿En qué se parecen los chinos a los mexicanos?
Lanzaré una primera reacción muy superficial: el valor que se asigna a los vínculos familiares lo encuentro importante, la identificación con la familia como unidad básica para un país que ha mostrado flujos migratorios importantes; el valor de la herencia cultural histórica, así como sucede con la cultura mexicana; también es similar el sentido de la comunidad. No tengo una observación específica de las diferencias, me vienen a la mente las convergencias: el valor que se da a las delicias de la comida y su diversidad regional.
¿Planea estudiar el chino en los pocos ratos libres?
Lo estudié un poco en mis años universitarios y me empeñaré en mejorarlo. Por supuesto, estudiar el idioma del país donde uno vive es algo fundamental pero también es una señal de respeto y aprecio.
¿Es correcto decir Pekín o Beijing?
Usar ambas es correcto, yo siempre he usado Beijing.
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NORMA GARIBAY es comunicóloga por la UAM y promotora cultural. Realizó estudios de literatura en la UNAM, comercio internacional en el ITAM y cultura y lengua chinas en Pekín. Ha realizado innumerables entrevistas para medios impresos y radiofónicos.
Felicidades Normita ,esperamos nos sigas nutriendo con información del mercado Chino, sería interesante la captación del. Turismo Chino hacia México, conocer sus gustos y preferencias.
Gracias y felicidades por tu labor tan interesantes
Saludos afectuosos