El IFAI es una de las grandes conquistas de la sociedad mexicana de este siglo. Reconocer su papel en la vida democrática del país, aquilatar sus logros y conocer los retos que enfrenta es fundamental para la preservación y el fortalecimiento del Instituto. A ello abona el balance que la autora hizo al concluir su periodo como comisionada presidenta, y que aquí reproducimos.
Durante los últimos cuatro años, el IFAI experimentó un redimensionamiento significativo, no solo por haber asumido su nueva función como encargado de la protección de los datos personales en posesión de particulares, sino también porque se consolidó como institución garante del derecho de acceso a la información y la transparencia. Esto ha sido posible gracias a que ha guiado su actuación por los principios constitucionales y legales de “máxima publicidad” y por el imperativo del interés público al clasificar o desclasificar información.
El IFAI es reconocido hoy por la opinión pública nacional como una institución prestigiada y con autoridad moral, justamente por su apego estricto a las normas que lo rigen y por su compromiso permanente con la promoción de los dos derechos fundamentales que tiene a su cargo. Una muestra clara de la confianza que en él tiene depositada la sociedad y del relieve que ha alcanzado el IFAI es la reciente aprobación en el Senado de la República de la reforma constitucional para dotarlo de plena autonomía y ampliar su marco de competencias. Este ha sido un reiterado anhelo por el que ha trabajado el Instituto y ahora estamos muy cerca de alcanzarlo.
No me cabe la menor duda de que lo logrado en estos cuatro años solo se explica porque hemos trabajado en equipo, porque los que formamos parte de la comunidad ifai tenemos un sólido compromiso con la institución y con las tareas que tiene encomendadas. Los avances en nuestro desarrollo institucional están construidos sobre cimientos firmes que se colocaron durante los seis años previos y que dieron al Instituto un horizonte claro y con miras ambiciosas.
Quiero detenerme brevemente en algunos retos que el IFAI pudo sortear exitosamente en estos cuatro años y que han redundado en lo que considero su fortaleza institucional.
Sin temor a equivocarme, nuestra mayor batalla ganada fue que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia ratificara la “definitividad” de nuestras resoluciones, es decir que determinara que los sujetos obligados no estaban legitimados para impugnarlas. De dicho principio dependía, ni más ni menos, la viabilidad de nuestro modelo institucional de transparencia, y no fueron pocas las ocasiones en que la incomodidad que nuestras resoluciones provocaban diera lugar a que se pretendiera anularlas, o incluso se intentara reformar la ley para sujetarlas a la revisión de algún tribunal a instancias de algún sujeto obligado.
Esta resolución de la Suprema Corte da cuenta del largo camino aún por recorrer para afianzar la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas, que enfrenta reticencias y resistencias entre los servidores públicos que ven a la transparencia no como un ingrediente para dotar de mayor eficacia y legitimidad a sus actos, sino como una carga adicional a sus funciones sustantivas.
Otra batalla ganada por el IFAI fue la presupuestaria, pues después de varios años de presupuestos inerciales, para 2011 —año en que el Instituto se convirtió en autoridad nacional en materia de protección de datos personales en posesión de particulares— logramos que la Cámara de Diputados aprobara un incremento significativo de nuestro presupuesto, para asumir cabalmente nuestras nuevas responsabilidades. Estoy convencida de que este respaldo fue posible gracias al buen nombre de nuestra institución, a su correcto manejo financiero y a los resultados satisfactorios de las auditorías practicadas.
El incremento presupuestario se utilizó para la obligada reestructuración del IFAI, pero también para llevar a cabo un replanteamiento de nuestros objetivos y metas institucionales a fin de darle viabilidad a las políticas de transparencia proactiva y gestión documental en las que estábamos empeñados, y robustecer las unidades que dan apoyo transversal a las tareas sustantivas del Instituto.
La nueva dimensión organizativa del IFAI requirió que buscáramos una nueva sede para alojar a una población que había crecido en más del 85%. Ello fue también ocasión para asumir una nueva imagen del IFAI como una institución más compleja, pero más moderna y con una mayor presencia no solo en el concierto nacional sino también en el internacional.
La nueva sede es un símbolo de nuestro compromiso de ser una institución cada vez más eficaz y eficiente, más transparente y abierta al permanente escrutinio de los ciudadanos que son a quienes finalmente nos debemos.
Ese es el reto que tenemos enfrente con estas nuevas instalaciones del IFAI que, además, hacen posible que estemos preparados para asumir las nuevas atribuciones que eventualmente nos correspondan, derivadas de la reforma constitucional que está en curso.
Con la mira puesta en los objetivos de nuestro desarrollo institucional como órgano garante de dos derechos fundamentales, el IFAI trabajó para fortalecer sus lazos de colaboración con aliados estratégicos en la academia y la sociedad civil. Hoy, somos parte activa de la Red de Rendición de Cuentas que ha colocado el tema en un lugar central de la agenda pública y ha elaborado diagnósticos y propuestas concretas para avanzar en la rendición de cuentas, que tiene en el acceso a la información uno de sus insumos esenciales.
La fortaleza institucional del IFAI se ha reflejado también en el reconocimiento internacional del que ha sido objeto. En primer lugar, fue convocado para formar parte del grupo de nueve países que integraron el Comité Promotor de la Alianza por el Gobierno Abierto (AGA) que elevó al Instituto a una posición internacional inédita.
El IFAI logró que en septiembre de 2011 el Gobierno mexicano se sumara a dicha iniciativa, con un Plan de Acción con compromisos puntuales de transparencia proactiva de dependencias del Gobierno federal, que fue enriquecido con las propuestas de ocho organizaciones de la sociedad civil. A finales de 2012, el Secretariado tripartito de México, conformado por representantes del Gobierno, la sociedad civil y el ifai, presentó un informe con los resultados de su Plan de Acción, acorde con el compromiso asumido un año antes, y este será objeto de una evaluación de sus pares. El Secretariado está ya formulando el Plan de Acción de este 2013.
Paralelamente, el IFAI ha buscado extender los alcances de la aga hacia diferentes instancias del Gobierno federal, así como a las entidades federativas del país. En su oportunidad, se planteó que la nueva administración federal incorporara en su agenda del Plan Nacional de Gobierno esta iniciativa multilateral para darle continuidad a los compromisos asumidos y caminar hacia una nueva forma de gestión gubernamental que tenga como objetivo declarado el gobierno abierto.
El reconocimiento internacional del IFAI se vio reflejado también en su nombramiento como presidente de la Red Iberoamericana de Protección de Datos Personales, el cual fue ratificado en 2012 para un nuevo periodo de dos años. Por otra parte, y a instancias de la Organización de Estados Americanos, el ifai participó en la redacción de la Ley Modelo que fue aprobada en la Asamblea General de la OEA en 2010 y que se ha convertido en el referente principal para la redacción de leyes de transparencia en las Américas.
Asimismo, el IFAI fue designado presidente de la Red de Transparencia de América Latina, que ha trabajado junto con otros cinco países de la región para promover leyes de transparencia y buenas prácticas en la materia, y estrechar vínculos de cooperación con sus homólogos con el propósito de robustecer las capacidades institucionales de los órganos garantes.
Más allá de la región latinoamericana, el Banco Mundial ha promovido el modelo de transparencia y las herramientas electrónicas de acceso a la información del IFAI en países del sureste asiático y del medio oriente.
El IFAI es ya un interlocutor obligado en la Conferencia Internacional de Comisionados de Protección de Datos Personales, en donde concluyó en noviembre pasado su actuación como integrante del primer Comité Ejecutivo. En tanto presidente de la Red Iberoamericana de Protección de Datos, participa en el Grupo de Trabajo que revisa el Convenio 108 del Consejo de Europa y en el grupo encargado de revisar la normatividad de protección de datos personales de la ocde. Cabe resaltar que en 2012 iniciamos formalmente el proceso de adecuación a la Directiva 95/46 de la Unión Europea, lo que permitirá que México sea reconocido como país que satisface los estándares más altos en materia de protección de datos personales.
Estos últimos cuatro años de vida han permitido posicionar al IFAI como una institución sólida y confiable, que desempeña un papel central en nuestro proceso de consolidación democrática. Hoy, nadie se atreve a negar que el ifai es producto, pero también promotor, de nuestro desarrollo democrático, porque es impensable la democracia sin transparencia y porque la transparencia es una condición insoslayable para lograr la cabal inclusión de la sociedad en los asuntos del Estado.
Empero, los avances logrados hacen más visibles y evidentes los retos y las tareas pendientes que tiene nuestra institución. En primerísimo lugar, tenemos el gran desafío de extender el conocimiento de los dos derechos que debemos garantizar. Hoy, las encuestas señalan que apenas uno de cada cuatro mexicanos sabe qué es el IFAI y cuáles son sus tareas principales, y ello nos obliga a reforzar nuestras labores de comunicación, capacitación y promoción, a fin de ir colocando andamios sólidos para edificar una auténtica cultura de la transparencia.
Tenemos enfrente el desafío de impulsar con mucha mayor fuerza y con renovados bríos y nuevos aliados una labor educativa más consistente y sistemática, encaminada a la construcción de una ciudadanía integral y activa, no solo en el ámbito político sino también en el cívico y el social. Esta labor educativa tiene que focalizarse particularmente en grupos que sean capaces de reproducir, complementar y multiplicar este esfuerzo. Hoy tenemos la metodología y los instrumentos para desplegar estas tareas. Nuestro Cevifai (Centro Virtual de Capacitación) está ya instalado y con una infraestructura adecuada para relanzar con nuevos ímpetus nuestros cursos y talleres de capacitación.
Vienen meses de mucho trabajo, porque los cambios que se perfilan para nuestro órgano garante significarán nuevas exigencias de parte de la sociedad, porque reclamarán también replantearnos esquemas variados para resolver los recursos de revisión en sujetos obligados de poderes del Estado.
Estoy segura de que tenemos el capital humano y los recursos institucionales necesarios, construidos a lo largo de los 10 años del Instituto, para enfrentar los retos exitosamente. No tengo duda de que el ifai de hoy es mejor que el de hace cuatro años, y que será mejor dentro de los siguientes. Nuestra ruta está trazada, nuestro compromiso revitalizado.
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JACQUELINE PESCHARD es doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de Michoacán. Ha sido profesora e investigadora en la UNAM, El Colegio de México, el CIDE, el Instituto Mora y el ITESM. Fue consejera del IFE entre 1997 y 2003, y es comisionada del IFAI desde 2007.