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El anónimo pequeño dragón: la isla de Taiwán
Este País | Sergio San Sebastián | 03.04.2013 | 0 Comentarios

Entender los mercados asiáticos es, hoy por hoy, indispensable para potenciar el desarrollo de México. El ejemplo obvio es China, pero hay otras economías pujantes que ofrecen lecciones y oportunidades valiosas. Una de ellas es Taiwán.

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Se dice que el siglo XXI, el cual transita ya por su décimo tercer año, será del continente asiático. Asia representa el caso más citado del reacomodo del poder económico y político que el mundo vive desde hace 20 años. De este reacomodo originado en aquel territorio, China se presenta como el gran protagonista y quien se ha llevado la mayoría de los reflectores desde hace más de dos décadas. Pero más allá de China, ¿qué pasa en Asia en cuanto al crecimiento económico y el desarrollo de negocios?

Ha ocurrido mucho desde los años sesenta del siglo pasado. Excluyendo a Japón, se reconocen casos de éxito en Hong Kong, Singapur y Taiwán que, junto con Corea del Sur, son denominados en Asia los cuatro pequeños dragones asiáticos (四小龍). Representan cuatro economías con sólido desarrollo y que, en escalas diferentes, tienen influencia en su región, principalmente en los negocios y el comercio. De entre ellos, posiblemente Taiwán es el más desconocido en Occidente, particularmente en algunas zonas de América Latina.

Para Taiwán, la historia y el desarrollo no han sido en absoluto fáciles. Su industrialización inicia en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Es impulsada, entre otras cosas, por la capacidad de algunas empresas taiwanesas de convertirse en subcontratistas de grandes empresas norteamericanas. El proceso empezó en sectores como los de textiles, paraguas, juguetes y bicicletas. A raíz de esos primeros pedidos hechos a empresas taiwanesas, muchas de ellas pequeñas y localizadas en el campo, comienzan a desarrollarse distintos sectores, bajo un esquema similar de subcontratación. Con el paso de los años y la experiencia se da vida a un proceso interno de creación de diferentes cadenas de producción. De los juguetes y los textiles, las empresas taiwanesas empezaron a escalar a sectores de mayor contenido tecnológico, como los productos químicos y los plásticos. Más adelante, particularmente en los años sesenta y setenta, hay un mayor énfasis en las manufacturas eléctricas y los productos electrónicos. Finalmente, hacia los setenta y ochenta, se avanza a los semiconductores y las tecnologías de la información (IT, por sus siglas en inglés), en donde hoy son líderes en distintos rubros.

En el caso de las computadoras, por ejemplo, en la actualidad las empresas de la isla dominan la manufactura mundial. Es indudable, por ejemplo, que este artículo lo escribo en una computadora fabricada por alguna empresa taiwanesa y que en su interior, asimismo, la mayoría de los componentes fueron diseñados, probados y fabricados ya sea en Taiwán o por una firma taiwanesa. Igualmente, si alguien lee estas páginas en una tablet, es casi seguro que una empresa de Taiwán se haya encargado de su manufactura. Esto es así porque tan solo en el caso de las computadoras personales y netbooks, mother boards, paneles de LCD, mask ROM´s y discos ópticos, las compañías taiwanesas tienen el primer lugar mundial como fabricantes, con una participación de mercado en algunos casos mayor a 90%. En la actualidad, las principales marcas de computadoras —como Apple, HP, Toshiba y, claro, Acer (empresa taiwanesa)— dependen de la manufactura de empresas de Taiwán. Con dispositivos como el iPad, el Nexus de Google y el Kindle de Amazon, ocurre lo mismo.

Tal vez el caso más emblemático del lugar que ocupa Taiwán en la industria de las IT es la compañía taiwanesa Foxconn, que fabrica todos los productos de Apple y cuyos clientes incluyen Acer, Amazon, Cisco, Dell, Google, HP, Microsoft, Motorola, Nintendo, Nokia, Sony y Toshiba. Su magnitud nos indica hasta qué grado el modelo de subcontratación (outsourcing) iniciado en los sesenta ha logrado ser escalado, pues Foxconn no solo fabrica sino también diseña y agrega valor con innovaciones. En la actualidad es la empresa de manufactura por diseño (ODM, por sus siglas en inglés) de netbooks, smartphones, tablets y consolas más grande del mundo. Sus ventas ascendieron en 2011 a 117 mil millones de dólares, similares a las de Apple. Con 1 millón 200 mil empleados, es cuatro veces más grande en personal que las fuerzas armadas en activo de Taiwán y alrededor de seis veces más que el ejército mexicano. Cuenta con fábricas en China, México, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Brasil, India, Japón y Malasia.

En el caso de los semiconductores y chips, la isla también tiene jugadores que están entre los primeros del mundo. Tal es el caso de Taiwan Semiconductor Manufacturing, que el año pasado siguió siendo la empresa de contratación y fabricación de chips más grande del mundo. Sus ventas ascendieron a 17.2 mil millones de dólares, más de tres veces las ventas de la segunda compañía mundial y cuatro veces las de la tercera (Samsung Electronics). Mediatek, originalmente fabricante de chips para productos como DVD’s y CD’s, en solo un año dentro del mercado de chips para smartphones, incrementó sus ventas de 10 a 110 millones, logrando acaparar 50% del mercado en China. De acuerdo con analistas del sector, esta empresa ha cambiado la manera de producir y sacar al mercado teléfonos gracias a su innovador modelo de negocios.

Para algunos sectores de la industria ligera, si bien ya no ocupan el lugar que tuvieron hace 40 años en términos del PIB de la isla, Taiwán sigue siendo un jugador clave. Yue Yuen, subsidiaria de la empresa Poucheng, es el fabricante de tenis deportivos más grande del mundo. Produce para Nike, Adidas, New Balance, Puma, Timberland y Rockport, además de tener una importante cadena de tiendas minoristas de ropa deportiva en China, Taiwán y Hong Kong. En el caso de la industria petroquímica y los productos de plástico, Formosa Plastics es la segunda empresa en el mundo en producción de resina de PVC, y una de las más importantes petroquímicas mundiales. En fletes marítimos, la compañía taiwanesa de barcos Evergreen está considerada como la cuarta del mundo por el número de contenedores que transporta en sus más de 175 barcos de carga. Fundada en 1968 con un solo barco, esta empresa opera en la actualidad en más de 80 países, con subsidiarias en Nueva York, el Reino Unido e Italia. Además de los barcos, opera una línea aérea (EVA).

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También es relevante considerar que Taiwán es un punto de referencia y un pivote esencial en el proceso de llevar algunas industrias de Occidente a Asia. Las famosas zonas económicas especiales (SEZ, por sus siglas en inglés), tan difundidas en China, tienen su origen en Taiwán. La primera SEZ para la exportación fue fundada en la ciudad de Kaoshiung, Taiwán, en 1966. Después, otras varias fueron creadas. En conjunto, permitieron que la isla se enfocará en el modelo de exportación, que en la actualidad sostiene más de 50% de la economía taiwanesa. A pesar de los ejemplos citados, la mayoría de las empresas son medianas y pequeñas: Taiwán es uno de los casos más exitosos de incorporación de este sector (Pymes) al comercio exterior, pues se piensa que alrededor de 50% de sus exportaciones son de Pymes. En términos de exportaciones, Taiwán ocupa el lugar 16 mundial, con un monto que en 2012 fue de 301 mil millones de dólares. Las exportaciones per cápita son de las más altas del mundo: el doble de las de Japón y ocho veces las de China.

La influencia de Taiwán en China es significativa. Parte de la inclusión de la economía china en las cadenas globales de producción se debe a la participación de empresas taiwanesas. En términos agregados de inversión extranjera directa no hay datos oficiales claros, pero algunos piensan que la inversión de Taiwán en China puede ser de entre 200 y 250 mil millones de dólares, una cifra muy importante (por encima de la inversión norteamericana en México desde 1999). En la actualidad se considera que en China operan alrededor de 60 mil compañías taiwanesas, principalmente en las provincias del sur. Estas compañías se enfocan en exportaciones de IT, textiles o confección. Pero en otros sectores como el de servicios y el de alimentos y bebidas, las empresas taiwanesas que han logrado penetrar el mercado de China con éxito son muchas. Por ejemplo, la empresa RT Mart China, de origen taiwanés, tiene la mayor participación de mercado en el sector chino de tiendas de autoservicio, por encima de Walmart y Carrefour. Asimismo Unipresident, operadora de los 7-11 en Taiwán, y de marcas como Starbucks, es la compañía de comida más grande de Asia. Junto con la marca Master Kong, tiene el mayor porcentaje del mercado de tallarines instantáneos en China, y canales de distribución muy desarrollados.

También en la transferencia de conocimientos y procesos administrativos, Taiwán tiene una participación significativa en China, debido a la buena reputación de los empresarios y administradores de origen taiwanés. Esto ha sido benéfico para empresas, empresarios y administradores taiwanesas, pues han logrado ubicarse como un puente de conexión entre China y las empresas y empresarios de otros países, principalmente norteamericanos y japoneses. Un caso interesante que clarifica este fenómeno es la experiencia de la empresa norteamericana de comida Kentucky Fried Chicken (KFC). Cuando entró a China, basó sus decisiones y los puestos clave de su administración en administradores de origen taiwanés. Hay infinidad de ejemplos de empresas japonesas que son operadas y administradas en China por taiwaneses. Asimismo, muchas empresas de Taiwán operan y tienen negocios en otras economías, como Vietnam, Indonesia, Filipinas y Tailandia.

No debe sorprendernos, entonces, que una isla de apenas poco más de 36 mil km2 —similar en tamaño al estado de Yucatán, cubierta en buena parte por montañas y que carece de recursos naturales como petróleo, gas y minerales— ocupe el décimo tercer lugar mundial en competitividad y el cuarto puesto en Asia (solo por debajo de Japón, Singapur y Hong Kong). Además, Taiwán representa uno de los casos más exitosos de crecimiento económico. Ha logrado construir una sociedad armoniosa y sin grandes problemas sociales. Su índice de distribución de la riqueza es de los mejores, al igual que su sistema de salud: 99% de la población tiene acceso a hospitales y doctores a costos muy bajos. Su ingreso per cápita medido de acuerdo con el poder de compra (PPP, por sus siglas en inglés) es similar al de países ricos como Alemania, el Reino Unido, Japón y Francia. Con solo 23 millones de habitantes, hoy es la vigésimo sexta economía del mundo y la sexta en Asia.

¿Cuáles han sido los factores que han hecho posible este desarrollo y estos resultados? Son muchos y en algunos casos complejos, pero sin duda alguna los más importantes son la capacidad de Taiwán de aprovechar sus oportunidades gracias a una visión clara del lugar que quería y podía ocupar; mucho trabajo, y, sobretodo, el valor esencial y primordial otorgado a la educación. Muchos empresarios taiwaneses empezaron con pocos recursos, pero supieron construir firmas, como las mencionadas, que en la actualidad son fuertes donadoras y apoyan la creación de universidades, escuelas e institutos. Asimismo, el Gobierno supo conducir la economía mediante instrumentos como las sez, las universidades y los institutos de investigación y desarrollo. Es significativo cómo, a partir de un estudio solicitado a la Universidad de Stanford en los años sesenta, sobre cuáles sectores podrían apuntalarse en la isla, el Gobierno decidió apoyar el desarrollo de industrias como la de los semiconductores, que hoy es una de las principales fortalezas de Taiwán.

El nuevo año chino de la serpiente, que inició el 10 de febrero, no podría representar mejor la historia y la posición de Taiwán, pues la serpiente es considerada un símbolo de astucia, sabiduría y fortuna. Además, de manera coloquial a la serpiente se la llama “el pequeño dragón” (小龍).

__________
SERGIO SAN SEBASTIÁN es licenciado en economía por el ITAM. Actualmente cursa la maestría en Negocios Internacionales y Asia en la Universidad Nacional Chengchi, en Taiwán. Le interesan la creciente economía asiática, la poesía y el arte objeto.

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