Monday, 23 December 2024
Artículos relacionados
El problema de no hablar triqui
Blog | E'px | Yásnaya Aguilar | 20.11.2013 | 2 Comentarios

Yasnaya-bio

En las crónicas sobre las hazañas de los niños triquis en el basquetbol, un rasgo frecuente resaltaba: en muchas de las notas los reporteros indicaban que varios de los niños triquis no hablaban español. La mera mención de este hecho deja mucho qué pensar. En los casos en los que las personas que hablan español como lengua materna obtienen importantes logros deportivos nunca se enfatiza en las notas cuál es su situación lingüística, nunca nos indican la lista de las lenguas indígenas mexicanas que  El Chicharito no puede hablar. Creo que nunca he leído una nota que relate “La selección mexicana de futbol ganó el partido a pesar del breve tiempo que hubo para entrenar y a pesar de que varios miembros del equipo no hablan tojolabal ni inglés”. ¿Cuál es la reelevancia de enfatizar una de las muchísimas lenguas que los futbolistas de la selección no dominan? Absolutamente ninguna.  Nadie menciona cuál es la situación lingüística de los futbolistas mexicanos que juegan en equipos de Alemania. Pocas veces nos enteramos de sus cuitas con el idioma. Así de absurdo resulta mencionar que los niños basquetbolistas triquis no hablan español.

El diario español El País publicó una nota (http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/02/actualidad/1383362297_180555.html) en la que se menciona que uno de los niños triquis “apenas sabe español”. Al leer estas líneas inmediatamente me pregunté si el periodista habla triqui y si aprendió algunas frases útiles antes de viajar a la región en la que se habla esta lengua. La importancia intrínseca que tiene el hecho de que el periodista no hable triqui es la misma que tiene el hecho de que el niño no hable español. Si existen problemas para comunicarse, éstos se derivan en igual medida de ambas partes. Incluso me atrevería a decir que el periodista tiene mayor responsabilidad en aprender o informarse sobre nociones básicas de la lengua del lugar al que visita. Si un reportero inglés cubre noticias en Buenos Aires, se espera que, como parte de la preparación que evidencia su grado de profesionalismo,  se informe de aspectos básicos del español, la lengua del lugar que visita. Sin embargo, a pesar de que el periodista no habla triqui, escribe en el texto que un niño triqui “apenas habla español” en un contexto en el que tal mención no explica nada, no es pertinente, es irrelevante o tiene la misma relevancia que el hecho de que el periodista mismo no habla triqui.

O tal vez la frase “apenas habla español” lo muestra todo, tal vez en esa frase se encierra la verdadera explicación: tu lengua materna se vuelve información relevante cuando no es la lengua de estado. Indicar que no hablas la lengua que utiliza el gobierno se vuelve entonces, de manera absurda, un símbolo de tu atraso social. Una persona puede hablar mixteco, mepha y náhuatl. No importa que sea trilingüe, lo verdaderamente terrible es que no habla español. Una persona puede hablar sólo español. No importa que sea monolingüe, lo verdaderamente terrible sería que sólo hablara popoloca.

Con estas afirmaciones, pareciera que los problemas que en este país supone hablar una lengua indígena son efectivamente de la lengua indígena misma. De ahí en adelante, decir que alguien no habla español se vuelve sinónimo de problema, de pobreza, de exclusión, de desventaja a enfatizar. El problema se translada a la lengua en sí y no a las circustancias sociales en las que se habla. El problema educativo que presenta un niño que habla tarahumara tiene que ver con el hecho de que no habla español y no con el hecho de que se le presente el conocimiento en una lengua distinta de la suya. El problema ya no es que el Registro Civil no pueda realizar trámites en mixe, la lengua del lugar, el problema es que la mayoría mixehablante no habla español, la lengua de los pocos funcionarios del Registro Civil. Poco a poco, el problema se traslada a las lenguas indígenas y a sus hablantes de modo que al final, ya sin mayor explicación, “no hablar español” se vuelve el problema que lo explica todo, se vuelve un equivalente de desventaja que ni siquiera hay que justificar ya.

Ni la aparente desventaja de ser hablante de una lengua indígena ni la aparente ventaja del español son características intrínsecas de estos sistemas lingüísticos, ni la amenaza que pende sobre la vida de una lengua como el oluteco está dado de antemano ni la pujanza del inglés es un rasgo con el que nació está lengua.

Muchos de los aparentes problemas de las lenguas indígenas no son de las lenguas indígenas, son problemas propios de la existencia de una lengua en contextos de colonialismo. No son problemas intrínsecos. Y dado que no lo son, las circunstancias que vuelven una desventaja el hecho de hablar chontal y una obvia ventaja hablar sólo español se pueden y deben cambiar. Hay que estudiar, evidenciar y combatir las causas. Tal vez si esas circunstancias fueran distintas, no habría razones por la que los medios de comunicación tuvieran que enfatizar las lenguas que un deportista no sabe hablar. Y tal vez, sólo tal vez, el hecho de que un deportista triqui no hable español importe exactamente lo mismo que el hecho de que Michael Jordan no sepa hablar checo: nada.

2 Respuestas para “El problema de no hablar triqui
  1. Edith dice:

    Por eso digo digo que en México hay racismo cuando a mi lengua la llaman dialecto, como menosprecio o cuando me piden que diga algo en zapoteco, cuando nadie entenderá nada; es como pedirle a un perrito que haga una gracia, como si fuese una cosa curiosa….

  2. liliana dice:

    Excelente análisis de la sociedad posmoderna que nos venden…

Dejar un comentario



Josef K. habla mixteco
En El proceso, de Franz Kafka, se narra la historia de Josef K. un oficinista arrestado, acusado y condenado por un crimen del que no se entera nunca. La narración está construida de tal manera que el protagonista tiene que enfrentar un juicio que no entiende, no entiende de qué se le acusa, no entiende […]
¿Por qué y qué traducir a lenguas indígenas?
Waldo Villalobos, nuestro profesor en el taller de traducción literaria en el que nos encontrábamos hablantes de zapoteco, mixe y mixteco, nos dijo: “La lengua a la que más se traduce actualmente es el inglés”. Esta afirmación tiene varias implicaciones, el estatus social y político del inglés parece estar directamente relacionado con el hecho de […]
¿Para qué publicar libros en lenguas indígenas si nadie los lee?
Es lamentable que una de las principales descalificaciones que sufren las publicaciones que se realizan en lenguas mexicanas distintas del español se base en la falta de lectores potenciales. Hace unos días leía una columna que descalificaba la publicación de un material de divulgación sobre nanociencia y nanotecnología en lenguas como el mixteco y el […]
¿Oralidad y tradición oral?
La oralidad y la tradición oral no son términos equivalentes. La oralidad es una propiedad de todas las lenguas del mundo: todas las lenguas utilizan un medio vocal-auditivo para establecer la comunicación. Todas las interacciones lingüísticas de una lengua, por ejemplo, del mixe o del español se dan por medio de la oralidad: todas las […]
Caminos lingüísticos de ida y de regreso:
Novelas en maya, libanas en español
Escribir novelas en mixe, obras de teatro en tepehua, poemas en tepehuano son rutas posibles en el campo de los encuentros interculturales, posibilita experimentar lenguas en los géneros literarios de otra tradición cultural. Más allá de los gustos personales estoy a favor y me interesa el resultado de estos encuentros, las implicaciones que acarrea, las […]
Más leídos
Más comentados
Los grandes problemas actuales de México (154.301)
...

La economía mexicana del siglo xx: entre milagros y crisis (66.478)
...

Con toda la barba (49.213)
...

¿Por qué es un problema la lectura? (30.874)
Desarrollar el gusto por la lectura no es cuestión meramente de voluntad individual. El interés por los libros aparece sólo en ciertas circunstancias.

La distribución del ingreso en México (27.004)
...

Presunto culpable: ¿Por qué nuestro sistema de justicia condena inocentes de forma rutinaria?
Bas­tan­te han es­cri­to y di­cho ter­ce­ros so­bre Pre­sun­to cul­pa­ble....

Los grandes problemas actuales de México
Se dice que el país está sobrediagnosticado, pero en plenas campañas y ante...

I7P5N: la fórmula
Homenaje al ipn con motivo de su 75 aniversario, este ensayo es también una...

China – EUA. ¿Nuevo escenario bipolar?
No hace mucho que regresé de viaje del continente asiático, con el propósito...

La sofocracia y la política científica
Con el cambio de Gobierno, se han escuchado voces que proponen la creación...

1
Foro de Indicadores
Debates que concluyen antes de iniciarse
El proceso legislativo reciente y sus números

Eduardo Bohórquez y Javier Berain

Factofilia: Programas sociales y pobreza, ¿existe relación?
Eduardo Bohórquez y Paola Palacios

Migración de México a Estados Unidos, ¿un éxodo en reversa?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Donar no es deducir, donar es invertir. Las donaciones en el marco de la reforma fiscal
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Impuestos, gasto público y confianza, ¿una relación improbable?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Los titanes mundiales del petróleo y el gas
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La pobreza en perspectiva histórica ¿Veinte años no son nada?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

La firme marcha de la desigualdad
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia. 2015: hacia una nueva agenda global de desarrollo
Roberto Castellanos y Eduardo Bohórquez

¿Qué medimos en la lucha contra el hambre?
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Bicicletas, autos eléctricos y oficinas-hotel. El verdadero umbral del siglo XXI
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Parquímetros y franeleros: de cómo diez pesitos se convierten en tres mil millones de pesos
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Una radiografía de la desigualdad en México
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: Más allá de la partícula divina
Eduardo Bohórquez y Roberto Castellanos

Factofilia: El acento está en las ciudades. Algunos resultados de la base de datos ECCA 2012
Suhayla Bazbaz y Eduardo Bohórquez