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Oferta y demanda de educación superior
Educación Superior: Apuesta De Futuro | Este País | Salvador Malo y Alfonso Hernández | 01.09.2014 | 0 Comentarios

©iStockphoto.com/© leremy

La cantidad de aspirantes rechazados en centros de educación superior como la UNAM y el IPN se interpreta muchas veces como una incapacidad del conjunto del sistema para satisfacer la demanda de plazas en dicho nivel. Este artículo calcula la diferencia entre el número de egresados de la educación media y el de espacios disponibles en la siguiente etapa.

Cada año, al cierre de la primavera, cerca de un millón de jóvenes concluyen sus estudios de preparatoria o bachillerato y enfrentan, generalmente por vez primera, la necesidad de decidir respecto a seguir o no estudiando, qué estudiar y en dónde hacerlo.

Estas decisiones, tomadas antes por sus padres, no son sencillas; son muchos los factores a considerar: capacidad, motivación y ambición personal; condición, tradición y recursos familiares; antecedentes académicos; lugar de residencia; futuro empleo, etcétera. No es extraño por tanto que lo que para unos es motivo de anticipación y alegría sea para otros causa de angustia y pesadumbre.

Las encuestas, el número de aspirantes por ciudad, estado o institución, los resultados de los exámenes de ingreso y otros datos dicen algo de esas historias personales, pero hasta ahora es imposible conocerlas en detalle y cuantificarlas con precisión. Anticipar, por tanto, los espacios educativos requeridos en cada campo de estudios, institución o espacio geográfico sigue ocupando la atención de directivos escolares, funcionarios gubernamentales y estudiosos de la educación superior.

Las disparidades o inconsistencias entre la oferta y la demanda de lugares para cursar la educación superior se manifiestan como una sobredemanda en algunos programas de estudio y en algunas instituciones, dando lugar al fenómeno conocido de los “excluidos o rechazados” de la educación superior. Este fenómeno es particularmente evidente y recurrente en el caso de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM),1 donde se ubican la UNAM y el IPN, dos de las instituciones públicas de educación superior más demandadas.

Oferta y demanda de educación  superior en la República Mexicana

Lo que pudiera parecer un ejercicio simple de adecuación entre la oferta y la demanda de espacios en la educación superior resulta harto complicado por la multitud de programas, instituciones y estudiantes involucrados: miles de programas, cientos de instituciones y cientos de miles de estudiantes tan solo en la ZMVM.

En estos últimos años, tres factores complican aún más el ejercicio: (1) la demanda de estudios sigue en aumento y a un paso más rápido que el de la economía y la creación de puestos de trabajo para los graduados de educación superior; (2) los recursos para educación —del Estado y de los padres de familia— son limitados; esto es, la oferta no puede extenderse hasta el punto de abrir espacios educativos “por si se llegasen a necesitar”; (3) la educación superior misma está en transición y anticipa que la relación entre el número de profesores y estudiantes y el número de aulas necesarias va a cambiar significativamente en el mediano plazo.

La demanda

En México, el primer factor que determina el número de jóvenes que ingresan a la educación superior es el número de jóvenes que egresan, que salen de la educación media superior. Esta perogrullada nos recuerda que si se duplicasen los sitios abiertos para educación superior no por eso se tendría el doble de estudiantes; para ello es necesario contar con el doble de egresados de la educación media superior.

Por eso —y no obstante que no todos los egresados de la media superior entran a la educación superior, ni todos los que están en ella proceden de la educación media superior del ciclo inmediato anterior— la demanda se estima con base en el número de jóvenes que cada año egresa de la media superior.

Las barras de la izquierda de cada par mostrado en la Gráfica 1 indican el crecimiento de la demanda en los últimos seis ciclos escolares, entendida esta como el número total de jóvenes que cada año egresaron de las instituciones (públicas y privadas) de educación media superior en el país.2 Es fácil apreciar el crecimiento: mientras que en el ciclo escolar 2008-2009 egresaron 840 mil jóvenes de ese nivel de estudios, para el ciclo que terminó en 2013 ese número había crecido a 962 mil.3Ello significa un crecimiento de 122 mil egresados en cuatro años, un promedio de 30 mil egresados más cada año.

Es importante señalar que el crecimiento no solo ha continuado sino que muestra un cambio brusco, un “salto”, en el último ciclo escolar. En este ciclo (2013-2014), el número de egresados de la educación media superior fue de 1 millón 68 mil jóvenes, cifra que de confirmarse supone un aumento de 106 mil jóvenes con respecto al ciclo inmediato anterior, casi lo mismo que la suma de lo crecido en los cuatro años anteriores. De esta forma, si entre 2008 y 2013 el número de egresados de la educación media superior aumentó a razón de poco más de 3% cada año, en el último año ese crecimiento sería de 11 por ciento.

GRAFICA MALO

La oferta

Aunque bienvenidos, saltos como el ocurrido este último año no dejan de provocar inquietud respecto a si la oferta prevista de espacios en educación superior alcanzará para atender la demanda presente. Hay que recordar, por un lado, que la estimación de la demanda es la suma o el resultado de las estimaciones que realiza, individualmente, cada una de las instituciones educativas de cada entidad federativa; que ninguna oficina estatal o federal puede dictar a las instituciones educativas (en su mayor parte autónomas y privadas) cuántos espacios abrir y en qué áreas del conocimiento o planteles hacerlo. Y por otro, que si bien es cierto que no todos los jóvenes que egresan de la educación media superior prosiguen a la educación superior, cada año un grupo de jóvenes que había interrumpido su ingreso a la educación superior decide buscar ese nivel de estudios y demanda espacio para hacerlo.

Así, las barras derechas de la Gráfica 1 muestran el número de jóvenes que ingresó4 por primera vez en la modalidad escolarizada de educación superior cada año a partir del ciclo 2009-2010. Igual que con los egresados de educación media superior, ese número ha crecido. Mientras en 2009 el primer ingreso a la educación superior fue de 666 mil jóvenes, en 2013 fueron 826 mil los que ingresaron. Ello significa un crecimiento de 160 mil jóvenes en cuatro años, o un promedio de 40 mil más cada año.

Para el ciclo 2014-2015, que empezó hace unos días, el número de jóvenes que iniciarán sus estudios de educación superior en alguna de las instituciones públicas o privadas del país se
estimó (antes de conocerse el número real de los egresados del ciclo 2013-2014) en 856 mil 752.

La absorción de la educación superior mexicana: una medida del desequilibrio entre la oferta y la demanda

El segundo factor que determina la cantidad de jóvenes en educación superior es el número que anualmente “se pierde para la educación” en la transición de la educación media superior a la superior. Las causas de esto son de muy diversa naturaleza: pobreza, trabajo, malas calificaciones, falta de interés, accidente o enfermedad, matrimonio, embarazo, migración…

La Gráfica 2 muestra el porcentaje de jóvenes de primer ingreso a la educación superior en un ciclo dado respecto del número de egresados de la educación media superior en el ciclo inmediato anterior. Esta comparación muestra la absorción de la educación superior. Así, el primer ciclo mostrado en la Gráfica nos dice que, en 2009, la educación superior absorbió al 79.4% de los que egresaron de la media superior en el ciclo inmediato anterior.

Puesto que, como se vio antes, la tasa de crecimiento de la educación media superior ha sido de 30 mil por año y la de primer ingreso a la educación superior ha sido de 40 mil por año, la absorción ha venido creciendo a lo largo de los últimos años, es decir que la brecha entre el egreso de la educación media superior y el ingreso a la educación superior se viene reduciendo año con año.

Esto se puede apreciar al comparar la absorción de la educación superior en el ciclo 2009-2010, de 79.4% —que significó que 174 mil jóvenes egresados de la educación media superior en el ciclo 2008-2009 “se perdieran” para la educación superior—, con la del ciclo 2013-2014, de -85.9%, que significó una pérdida de 136 mil. Esto es, no obstante que el número total de jóvenes egresados de educación media superior en el último ciclo fue mayor que el de 2009-2010, el número de jóvenes que “se perdieron” para la educación superior fue menor: 136 mil.

La caída en la absorción para el ciclo 2014-2015 debe ser considerada como provisional ya que fue estimada con base en la tendencia de los años previos al crecimiento de los egresados de la media superior al cierre del ciclo 2013-2014 y no incluye el ingreso a modalidades abiertas, que ha venido aumentando de manera importante. El valor real solo se sabrá hasta que culmine el inicio del ciclo 2014-2015 en la educación superior.

La relación entre los que interrumpen sus estudios y los que los retoman no es uniforme en el país, sino que varía por región, localidad y plan de estudios. Sin embargo, en el agregado a nivel nacional, el balance neto entre el número de los que egresan de educación media superior y el de los que se inscriben en la educación superior es de 15 por ciento.

Entidades federativas que atraen estudiantes de educación superior

Las tasas de absorción que se han venido comentando son las generales para toda la República Mexicana, esto es, son el resultado de comparar el número de todos los egresados de educación media superior del país con el de todos los que ingresan por primera vez a la educación superior en el ciclo siguiente, independientemente de la ubicación de la institución de egreso de media superior y de la de ingreso a superior.

Sin embargo, cuando esa comparación se hace entidad por entidad, se aprecia que las tasas de absorción difieren de una a otra. La Gráfica 3 muestra la absorción de las entidades y distingue entre aquellas donde la tasa de absorción es superior al promedio nacional —notablemente Aguascalientes, Campeche, Distrito Federal, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora y Yucatán— y aquellas donde es menor.

gráfica malo 3

Estas diferencias se deben tanto a las distintas tasas de abandono que muestran las entidades federativas como al hecho de que, para ese nivel de estudios, la migración de los jóvenes alcanza cifras significativas. Es decir, hay muchos jóvenes que cursan su educación superior en instituciones ubicadas en poblaciones distintas de aquellas en que hicieron sus estudios de educación media superior.

Un caso particular de lo anterior es el Distrito Federal, donde la tasa de absorción en 2013 fue de 130%, 44 puntos porcentuales por arriba del promedio nacional. Esto significa que las instituciones de educación superior del Distrito Federal reciben a miles de jóvenes provenientes de otras entidades federativas (o del extranjero).

La absorción del Distrito Federal y el Estado de México

Por su contigüidad y su participación en la ZMVM, es conveniente analizar el comportamiento de las poblaciones educativas del Distrito Federal y el Estado de México.

Mientras que en el Distrito Federal el número de egresados de educación media superior no creció durante los pasados años —de hecho decreció—, el egreso de la educación media superior en el Estado de México ha sostenido su crecimiento, pasando de 94 mil 810 egresados en 2009 a 112 mil 267 en 2013, un incremento de 18%. Para 2014, la información preliminar indica que, respecto al año anterior, se dio un crecimiento notable en el caso del Distrito Federal y normal en el del Estado de México.

Por otro lado, el primer ingreso a la educación superior ha crecido en ambas entidades: en el Distrito Federal subió 15% entre 2009 y 2013, pasando de 89 mil 643 estudiantes en 2009 a 102 mil 863 en 2013; en el Estado de México subió 40%, pasando de 69 mil 211 estudiantes en 2009 a 97 mil 113 en 2013.

La Zona Metropolitana del Valle de México 

Si bien el fenómeno de los jóvenes que no logran ingresar al programa de estudios o la institución de su elección es algo que se da en todo el país, es en la ZMVM donde se manifiesta con mayor intensidad.

La situación agregada del Distrito Federal y el Estado de México

En conjunto —esto es, sumando las poblaciones educativas del Distrito Federal y el Estado de México—, los egresados de educación media superior han evolucionado de 175 mil 693 en 2009 a 191 mil 180 en 2013, un crecimiento de 15 mil 487 egresados. Por otro lado, la suma del primer ingreso a educación superior de las dos entidades ha crecido de 158 mil 584 estudiantes en 2009 a 199 mil 976 en 2013. Un crecimiento de 41 mil 392 lugares adicionales (Gráfica 4).

GRÁFICA MALO 4

La suma de estudiantes que ingresan a la educación superior en las dos entidades mostraba, hasta el año pasado, una tasa conjunta de absorción de 104.6%. Esto es, una absorción 18.7% arriba de la media nacional, casi 40 mil lugares.

Para el último ciclo escolar (2013-2014), la cifra preliminar de la suma de los egresados en el Distrito Federal y el Estado de México es de 244 mil: un crecimiento de 27.6% respecto al ciclo inmediato anterior. Por su parte, la suma del primer ingreso a educación superior en las dos entidades para ese mismo ciclo se estima en 255 mil 226 estudiantes; al compararla con la del ciclo inmediato anterior, indica un crecimiento de 22.6%. Estos datos de ingreso ya incluyen el ingreso a programas con modalidades no escolarizadas.

La situación reciente en el Distrito Federal y el Estado de México

Los datos preliminares del ciclo recién terminado muestran que los egresados de las instituciones (públicas y privadas) de educación media superior del Estado de México superan a los egresados de las instituciones (públicas y privadas) del Distrito Federal.

Estas cifras son la base para estimar la demanda probable en este momento. Suponiendo un cinco por ciento de crecimiento tanto en el número de egresados de educación media superior como en el de estudiantes de primer ingreso, es razonable pensar que el total de la suma de los egresados en las dos entidades será de 256 mil 200, mientras que el número de los que se inscribirán por vez primera a la educación superior en instituciones ubicadas en alguna de las dos entidades será probablemente de 257 mil 487 lugares. Considerando la tasa de absorción nacional, ello indica que al menos 36 mil de esos lugares serán ocupados por egresados provenientes de otras entidades.

La demanda de lugares en la Zona Metropolitana del Valle de México

Con base en los datos anteriores es posible, finalmente, estimar la demanda esperada para la ZMVM en agosto de 2014: 256 mil lugares de primer ingreso.

Se espera que el grueso de los 256 mil 200 egresados del Distrito Federal y el Estado de México buscará estudiar en alguna institución de estas dos entidades. La información de años anteriores hace suponer que poco más de 40 mil de ellos se inscribirá en alguna de las instituciones de educación superior localizadas fuera de la ZMVM, lo que significa que un total de 216 mil jóvenes buscará estudiar en alguna de las instituciones de esa zona.

La información histórica también señala que es altamente probable que 88 mil de esos 216 mil estudiantes lo hagan en instituciones privadas de educación superior. Ello indica que se requieren 128 mil lugares en instituciones públicas de educación superior en la ZMVM.

La UNAM absorberá a 45 mil estudiantes, 20 mil entrarán al IPN y más de 10 mil lo harán a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por lo que la demanda que faltaría por atender es de alrededor de 55 mil lugares.

Afortunadamente, además de la UNAM, el IPN y la UAM, existen decenas de instituciones públicas —universidades tecnológicas, politécnicas, pedagógicas, normales y escuelas de diverso tipo— en la ZMVM que ofrecen, en conjunto, esa cantidad de lugares.

La demanda insatisfecha 

Los datos y el análisis anterior no indican que sea falso el desencuentro entre la oferta y la demanda, o que no sea cierta la sobredemanda que año con año se hace presente en las tres universidades federales ya mencionadas: IPN, UAM y UNAM.

La demanda de ingreso a estas instituciones, vía sus concursos de selección, es mucho mayor por diversas razones: (1) estas instituciones son las opciones más buscadas por la mayor parte de los egresados de la educación media superior de la ZMVM, provocando en ocasiones incluso una doble o triple cuantificación de los aspirantes; (2) esas universidades, y en especial el IPN y la UNAM, son también las opciones preferidas por los egresados de entidades federativas distintas al Distrito Federal y el Estado de México, quienes solicitan entrar a ellas al tiempo que también lo hacen en alguna institución de su entidad de residencia; (3) por la demanda que tienen, se da el caso de que solicitan ingresar a ellas personas que no lo lograron en años anteriores; (4) no todas las plazas con las que cuentan son abiertas a concurso, lo que genera cuellos de botella aún más estrechos para quienes desean entrar en ellas.

Los cuatro puntos anteriores —esto es, la migración, la solicitud simultánea a más de una institución, la solicitud de ingreso repetida y el número de lugares en la UNAM y el IPN abiertos a egresados de otras instituciones— dan lugar al fenómeno de “rechazados”.

Posibles acciones

Aunque es natural desear que no hubiera un solo joven que, queriendo estudiar, no tuviese la oportunidad de hacerlo, y menos aún 60 mil,6 es pertinente analizar las posibles respuestas al fenómeno a la luz de la información antes descrita.

1. Abrir más lugares en la ZMVM. En números redondos, la educación superior de la ZMVM absorbe una cuarta parte de todos los jóvenes del país que ingresan por primera vez a la educación superior, mientras que en ella habita una sexta parte de la población del país. Esto es, la ZMVM absorbe ya un porcentaje mayor al que le correspondería. Abrir aún más lugares educativos en esta zona es seguir provocando el flujo migratorio hacia ella. Pero, además, la demanda de lugares en la zmvm no es general: sigue concentrada en las instituciones mencionadas y en especial en ciertos programas de estudio.

2. Abrir más lugares en las instituciones de alta demanda. Al margen de que corresponde a esas instituciones la decisión sobre los lugares a ofrecer y los requisitos y procedimientos para acceder a ellos, es claro que no parece aconsejable recomendar a las instituciones en cuestión que abran más lugares en la ZMVM.

3. Abrir más lugares fuera de la ZMVM. Parecería por tanto que lo razonable sería abrir más lugares fuera de la ZMVM. Pero eso se ha hecho. Así, mientras que en el ciclo 2008-2009 la matrícula fuera del Distrito Federal y el Estado de México era de 2 millones 186 mil estudiantes, para el ciclo 2012-2013 había subido a 2 millones 730 mil estudiantes. Sin embargo, y a pesar de que simultáneamente se amplió la oferta en la ZMVM, las solicitudes para ingresar a la UNAM, el IPN y la UAM siguen rebasando los lugares en ellas disponibles.

El fenómeno obedece en gran medida al mayor conocimiento que tiene la población en general sobre esas tres instituciones, y al mayor atractivo que estas tienen para ella. Por tanto, se considera pertinente:

•Difundir e informar más ampliamente sobre la oferta educativa y los procedimientos de ingreso a las decenas de instituciones públicas que se ubican en la ZMVM, al tiempo que se generan y aplican programas que incrementen su calidad y su perfil institucional, para que la demanda hacia ellas aumente;

•Desarrollar un sistema coordinado de registro unificado —y, de ser posible, de proceso y requisitos— para el ingreso a la educación superior en la ZMVM, permitiendo así tener más y mejor información sobre la demanda insatisfecha;

•Aprovechar la creciente demanda de educación combinada (presencial y en línea), virtual y a distancia para disminuir el tiempo de presencia en aulas y, con base en ello, dar cabida a más alumnos incluso en las instituciones más demandadas;

•Fomentar la revisión y actualización de planes de estudio hacia modelos que invierten las prácticas de enseñanza-aprendizaje y ayudan a los jóvenes a aprender a aprender, con el propósito de disminuir la deserción y hacer más cortas las trayectorias escolares.

[1] La zona formada por las 18 delegaciones del Distrito Federal, los 58 municipios del Estado de México y el municipio del Estado de Hidalgo con ellos conurbado.

[2] No incluye a los jóvenes inscritos en las modalidades abierta o a distancia.

[3] Cifra preliminar.

[4] Es el número de jóvenes que realmente se inscribió en educación superior, sin importar si eran recién egresados, estaban reiniciando sus estudios o venían de educarse en otro país.

[5] Aunque hay jóvenes que ingresan a la educación superior en ciclos educativos posteriores al inmediato, la tasa de absorción se calcula de la forma descrita.

[6] La cifra misma es incierta porque no se han comparado los registros a las diversas instituciones solicitantes a fin de evitar duplicaciones.

___________

SALVADOR MALO es doctor en física por el Imperial College de la Universidad de Londres y físico por la UNAM. Ha sido secretario general de la UNAM, director general de Investigación Científica de la SEP y director general del Ceneval. Actualmente es director general de Educación Superior Universitaria de la SEP.

ALFONSO HERNÁNDEZ es ingeniero en Sistemas Computacionales por el ITESM. Ha sido director del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la UIA Puebla. Actualmente es director de Planeación y Evaluación en la Dirección General de Educación Superior Universitaria de la SEP.

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