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Big data
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Este País |
Eduardo Bohórquez y Rafael García Aceves | 01.04.2014 | 0 Comentarios
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Cuando se escucha por primera vez el concepto de big data, uno puede inferir que guarda relación con la gran cantidad de datos disponibles hoy en día y las tecnologías de la información y la comunicación. Y es correcto, estos son dos componentes que caracterizan el big data. Uno podría preguntarse, entonces, ¿qué lo hace diferente de otros conceptos relacionados con la generación y el uso de datos? De acuerdo con el Harvard Business Review,1 hay tres atributos clave que diferencian al big data: volumen, velocidad y variedad. El volumen se refiere a la gran cantidad de datos que se generan a partir de la interacción entre personas y tecnologías. En 2011, el número de dispositivos móviles como celulares y tabletas superó en ventas al número de computadoras portátiles y de escritorio. Además, no solamente se obtienen datos a través de estos dispositivos, sino también de muchos otros, dada la digitalización de múltiples procesos. Desde las transacciones que registra un ticket del súper o una tarjeta de cliente frecuente hasta los resultados obtenidos por sensores y equipos médicos pueden registrarse en bases de datos electrónicas. Por ejemplo, Walmart registra todas las ventas en sus tiendas (un millón de transacciones por hora) operando una base de datos superior a los 2.5 peta-bytes,2 que le permite predecir el consumo de cada uno de los productos que ofrece en sus establecimientos. La velocidad se refiere a la capacidad de generación o actualización de datos en tiempo real o lo más próximo a ello. Un estudio de Morgan Stanley estimó que durante 2013 el número de dispositivos móviles conectados a internet superaría el número de computadoras portátiles y de escritorio conectadas, incrementando así las posibilidades de conexiones en tiempo real. La variedad se refiere a la multiplicidad de formas que pueden tomar los datos: imágenes, mensajes en las redes sociales, correos electrónicos, búsquedas en internet, hojas de cálculo (como archivos de Excel), sms (mensajes de texto), ubicaciones a través de dispositivos de localización satelital. De ahí el surgimiento de más y mejores herramientas para el procesamiento de datos, aunado a menores costos. Sin embargo, los avances en herramientas y software para procesar esa gran cantidad de datos ha llevado a distintos especialistas a replantear el concepto de big data a partir de su principal reto: transformar la gran cantidad de datos en intervenciones efectivas, sean decisiones o acciones. El potencial del big data no está relacionado con su tamaño sino con la capacidad y creatividad de individuos para identificar y articular datos estratégicos con el fin de resolver un problema específico. De ahí que en un reporte del Foro Económico Mundial en 2012, titulado “Big Data, Big Impact”, haya declarado los datos como un activo económico para el desarrollo. Estas capacidades no solo son importantes: son ya urgentes. Un estudio del McKinsey Global Institute estimó que tan solo en Estado Unidos se necesitan entre 140 y 190 mil trabajadores más con profunda experiencia analítica y 1.5 millones de administradores familiarizados con el manejo de datos. Si en México queremos no solamente crecer económicamente sino también solucionar problemas y tomar mejores decisiones, es momento de detonar el potencial del big data. 1 Andrew McAfee y Erik Bryinjolfsson, “Big Data: The Management Revolution”, en Harvard Business Review, octubre de 2012. 2 2.5 petabytes equivalen a la información contenida en aproximadamente 100 mil millones de fotografías en Facebook (Facebook Engineering) o la información que transita por la red de AT&T durante cuatro horas en un día laboral promedio (AT&T Media Center). ________ EDUARDO BOHÓRQUEZ <@ebohorquez> es director de Transparencia Mexicana. RAFAEL GARCÍA ACEVES <@rafagaceves> es coordinador de proyectos en la Fundación Este País.
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