La cultura representa principalmente los elementos estéticos y morales de sociedades e individuos, sin embargo, también constituye un sector de actividad económica al que debemos otorgar el tratamiento de sector integral, es decir, que compone una fuente de desarrollo, entendida no solamente en términos de crecimiento económico, sino como medio de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria.
En la actualidad se denomina economía de la cultura o industrias creativas (ic) a aquellas actividades económicas cuyo insumo esencial es la creatividad. En efecto, este insumo detona toda una cadena de valor, pues opera en flujo, es decir, se genera día a día, en contraste con los acervos patrimoniales, que permanecen inmóviles.
El sector cultural comprende un conjunto de unidades productoras de bienes y servicios culturales de todos tamaños, de capital privado o bien gubernamental. Dicho sector abarca tanto las bellas artes, como el patrimonio cultural, los museos, las artesanías y el entretenimiento. Es en este contexto económico que se identifican argumentos suficientes para caracterizar a la cultura como un sector productivo y rentable, con un enorme potencial para contribuir en el crecimiento de nuestro país.
Con la revaloración del sector cultural, recientemente Nomismae (nomismae.com) realizó un ejercicio de análisis de economía aplicada a las industrias culturales de la ciudad de Puebla y su zona conurbada. El estudio, denominado Gran Visión, plantea la conveniencia de abandonar la conceptualización de “bohemia” que rodea a este sector de actividad económica para identificarlo como una ventana de oportunidades de crecimiento económico y de desarrollo integral, formal, estable y dinámico para la región.
Las principales contribuciones que hace este estudio son
- Identificación de la participación que tienen las ics en la actividad económica de la ciudad de Puebla y su zona conurbada.
- Determinación de la participación que tienen las ics a la Población Económicamente Activa (pea) de la ciudad de Puebla.
- Comercio exterior de bienes.
- Estimación de la “economía sombra” dentro de las ics poblanas.
- Evaluación del papel de la comunicación pública de las obras culturales en todas las actividades de la vida local.
Para calcular la contribución económica que tienen las industrias creativas el estudio emplea la noción de valor agregado, la cual se define como la expresión monetaria del valor que se agrega a los insumos en la producción de bienes y servicios que se obtiene al restar a la producción bruta total el importe de los insumos totales. Esta medida es utilizada por las instituciones nacionales de estadística de cada país en el proceso de compilación y elaboración de información económica dentro de sus cuentas nacionales.1 La suma de los valores agregados del conjunto total de las actividades económicas de México, o de cualquier otro país, resulta en el Producto Interno Bruto nacional.
En el caso de la Zona Metropolitana de Puebla se encontró que el valor agregado del total de las industrias creativas representó el 5.12% del producto de la región para el año 2003 que, al incluir el componente de Economía Sombra (actividades no capturadas por los procesos estadísticos oficiales) asciende a 7.26%.
Si se comparan la contribución de las actividades culturales al pib de la zmp contra el valor generado por las mismas actividades a nivel nacional (7.30%) podemos observar que en general ambas presentan un comportamiento similar, sin embargo, la zmp cuenta con una menor proporción de actividades “no dedicadas” explicado por la naturaleza cultural de la ciudad.
Por el lado del empleo, las actividades culturales representan el 5.17% de la Población Económicamente Activa de la zmp. Adicionalmente cada uno de estos empleos es de alta productividad debido a que con tan solo el 5.17% de la pea se genera 7.26% del pib.
A pesar de que las industrias creativas generan 38,663 empleos formales, la economía sombra genera 16,002 informales, los mismos que bajo reglas claras, estables y conducentes podrían ser traídos a la formalidad.
Como parte del análisis, se generó un estudio de campo realizado para diagnosticar a las actividades culturales en la zmp revela algunos aspectos entre los que destacan que prácticamente la totalidad de los creadores-culturales de la capital poblana están conscientes de que la actividad que desarrollan es una buena fuente de ingresos (o tiene el potencial para serlo), más del 60% no conoce puntualmente su estructura de costos, y casi el 70% no sabe a dónde acudir para recibir orientación y apoyo para la mejora de sus proyectos.
El análisis aquí descrito representa un ejercicio pionero en México al cuantificar la actividad económica basada en la cultura, desde una perspectiva que abarca más allá de las industrias culturales y llevado a un nivel de valoración más específico como lo es la ciudad de Puebla y su Zona Metropolitana. Como demuestra el estudio, la actividad derivada de la creatividad no sólo genera empleo y riqueza, sino que además incrementa el bienestar de la población en general ya que promueve la expresión y participación de los ciudadanos en la vida pública y favorece un sentido de identidad y seguridad social.
A raíz de la información primaria, las conclusiones y las recomendaciones generadas por el estudio, el gobierno poblano ya ha realizado acciones concretas como la creación de un fideicomiso especial para apoyar proyectos productivos cuyo insumo esencial sea la creatividad.
En esta línea, es necesario generar nuevos instrumentos institucionales (financieros, de servicios y regulatorios) que faciliten la participación activa de los creadores, en la construcción día a día de la cultura en la capital poblana y en la generación de sinergias con otros sectores: desarrollo urbano, turismo, desarrollo social y comercio, por mencionar algunos.
La apuesta es entonces aprovechar al máximo este potencial económico de crecimiento y desarrollo derivado de las ventajas comparativas y competitivas de la actividad económico-cultural.