Breaking the Poverty Cycle: The Human Basis for Sustainable Development1 constituye una aportación fundamental, tanto teórica como empírica, al diseño de programas y políticas públicas en México. Sin duda, provee a diseñadores y a ejecutores de la política social en nuestro país de esquemas en los que el “empoderamiento”2 y la gestión individuales permiten generar oportunidades de desarrollo sostenido y sustentable a nivel personal y comunitario. Este volumen demuestra que la conexión entre el desarrollo económico de la sociedad y el desarrollo psicológico del individuo representa un elemento esencial en el adecuado diseño y puesta en marcha de las políticas públicas, particularmente aquellas relativas a los ámbitos de salud, educación, movilidad social y abatimiento de la pobreza. El progreso social comienza, después de todo, con la psicología —comunitaria, personal y social.
Las autoras, Susan Pick y Jenna T. Sirkin, hacen una contribución imprescindible a la estructuración metodológica y de procesos para el impulso del desarrollo individual y social en países como México.3 Las autoras demuestran, por medio de diversos proyectos llevados con éxito a la práctica a través de Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población ( imifap ), organización civil mexicana, que el “empoderamiento” personal (el cual da como resultado una diversificación de oportunidades y alternativas de vida) promueve el desarrollo sustentable de las comunidades.
Esta publicación nos ofrece (¡finalmente!) una estrategia de desarrollo, un marco práctico de trabajo —ampliamente probado por el imifap y basado en una propuesta teórica del Premio Nobel de Economía 1998, Amartya Sen4— para alcanzar niveles altos y autosustentables de desarrollo a través del fortalecimiento y la expansión de capacidades, habilidades, competencias, conocimiento y libertades del individuo, y reduciendo a la vez los obstáculos al cambio y las barreras psicológicas y sociales que son particularmente relevantes para las comunidades más marginadas y vulnerables del país.
Presenta un mecanismo de acción social para mantener y alimentar la libertad y el desarrollo individuales, impulsar la mejora de la calidad de vida de los grupos más pobres y generar una ciudadanía participativa, sana, productiva y educada; claves todas ellas para el correcto desarrollo social y económico en México. Este Marco para Facilitar el Empoderamiento, denominado free, por sus siglas en inglés,5 atiende cuatro objetivos que, desde mi punto de vista, toda política pública diseñada e implementada en México debiera englobar: (1) la reducción de barreras psicológicas ante el cambio o la adopción de políticas; (2) la promoción de la internalización personal de los cambios de conducta; (3) la formación de maestros, autoridades, líderes y promotores en el impulso y fortalecimiento de esos cambios, y (4) la instrumentación de programas interactivos y didácticos como parte del diseño, la difusión y la puesta en marcha de las mencionadas políticas públicas.
En mi opinión, la gran virtud de este Marco es que va mucho más allá del diseño de programas asistenciales, de políticas públicas con sentido paternalista y de subsidios gubernamentales que conciben al ciudadano como un actor pasivo en el proceso de diseño y reajuste de las políticas. Bajo la estrategia programática que sugieren las autoras, en cambio, son las personas mismas las que se involucran en el diseño y la instrumentación de las políticas sociales que podrían marcar una diferencia en su seno familiar y su localidad. En otras palabras, la implementación de esta estrategia se hace a través de lo que se denomina “Programming for Choice”, mediante el cual a los individuos se les enseñan distintas habilidades, lo que lleva a la adquisición de competencias enfocadas a impulsar el crecimiento y el desarrollo en ciertos ámbitos muy específicos.
Todos los académicos y autoridades, las organizaciones civiles y la ciudadanía en general, deberían escuchar la lección que aporta este libro: “Si se quiere romper con el ciclo de la pobreza de una manera sostenida, se requiere invertir en la gente que conforma las familias, las instituciones, las comunidades y los procesos en México”. Justamente, los programas y estrategias “Yo quiero, yo puedo” que impulsa el imifap , prueban ser efectivos para promover los valores intrínsecos y las motivaciones internas de los ciudadanos,6 más allá de aquellos valores sistémicos y extrínsecos —en los que la persona actúa más como receptor pasivo que como agente-persona activa— comúnmente promovidos por los esquemas de política pública en nuestro país. Esto último permite que, de forma certera y eficiente, la población más vulnerable expanda sus opciones y oportunidades de vida de manera sostenida, y que tome sus decisiones y actúe de forma informada, libre, autónoma y responsable.
Las autoras “ponen el dedo en la llaga” al señalar que la mayoría de los programas y políticas públicas en México se enfocan exclusivamente en resolver problemáticas contextuales —cobertura, atención, presupuesto, legislación—, descuidando el desarrollo humano y los programas de acción en torno a éste, que resultan igualmente importantes para fomentar el desarrollo económico y la correcta adecuación de las políticas públicas. Se requiere hacer una llamada de atención y generar la voluntad política suficiente para enfocarse en las necesidades del individuo y en el desarrollo de largo plazo, más que en los objetivos de mediano plazo y las oportunidades políticas de corto alcance. Esto es, generar estrategias y marcos de trabajo dentro de la competencia de la administración pública que mejoren el bienestar social más allá de lo que comúnmente proveen la teoría y los esquemas tradicionales de desarrollo socioeconómico.
En este sentido, el libro que aquí se reseña acierta al demostrar que parte del fracaso de múltiples políticas públicas implementadas en el país radica en suponer que otorgar oportunidades de desarrollo al individuo es suficiente para arrancarlo de su ciclo de pobreza. Asimismo, es necesario estructurar procesos y estrategias que le permitan a la persona percibir no sólo que tiene acceso y derecho a dichas oportunidades, sino también que puede participar incluso en el rediseño y expansión de las políticas. En la medida en que no se contribuya a resolver los efectos y obstáculos psicológicos que provocan la desigualdad, la pobreza y la ausencia de movilidad social, las políticas sociales de atención a las comunidades más desprotegidas no generarán los resultados deseados.7
La respuesta a múltiples obstáculos en el desarrollo y la superación social que enfrenta el mexicano en su quehacer cotidiano se encuentra ya en unas simples palabras: “Yo quiero, yo puedo”, las cuales encierran una metodología y una programática de trabajo que es aplicable en múltiples áreas, tan diversas como la educación, la procuración de justicia, la administración de salud o las microfinanzas.
Habrá que recordar que los factores contextuales, sociales y psicológicos están interrelacionados. Que todos ellos forman parte de las barreras, pero también de las soluciones al problema de la pobreza en naciones como la nuestra. El tratamiento conjunto e integral de estos factores puede incrementar las opciones asequibles a individuos y comunidades para alcanzar un crecimiento y un desarrollo verdaderos. Así, las estrategias públicas que repercuten en los grandes círculos políticos, sociales y comunitarios deben ser complementadas con estrategias y programas enfocados al individuo, pues existe una reciprocidad entre el fortalecimiento de las opciones a nivel personal y el de las oportunidades a nivel social.
*Investigadora del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Notas:
- Susan Pick y Jenna T. Sirkin, Breaking the Poverty Cycle: The Human Basis for Sustainable Development, Oxford University Press, Nueva York, 2010. (Pobreza: cómo romper el ciclo a partir del desarrollo humano.)
- Es decir, el saberse capaz y sentirse con el derecho y la responsabilidad de transformar su situación y contexto.
- Si bien la mayoría de las experiencias y datos empíricos presentados se basan en casos de estudio registrados en Latinoamérica, particularmente en México, el volumen ofrece lecciones que son replicables en muchas otras latitudes.
- De acuerdo con Amartya Sen, la pobreza y sus niveles tienen su explicación no sólo en los reducidos o nulos niveles de ingreso sino también en la falta de libertades, capacidades y competencias a las que tiene acceso el individuo.
>Framework for Enabling Empowerment.
- Es decir, desde un enfoque del individuo como agente-persona, entendido éste como el proceso y el estado que permiten a una persona llevar a cabo decisiones informadas y motivadas de manera autónoma.
- Baja participación, subejercicio y escasa permeabilidad.
[…] This post was mentioned on Twitter by UN2Go.org and Jenna Sirkin, IMIFAP. IMIFAP said: Malo escribe reseña de "Breaking the Povery Cycle" en Este Pais. Favor de RT! http://estepais.com/site/?p=31712 […]